Sydney: toma de rehenes finaliza con tres muertos
emergencia. La policía irrumpió en una cafetería y liberó a los rehenes. El desenlace terminó también con cuatro heridos.
Tres personas murieron, el secuestrador y dos rehenes, y cuatro resultaron heridas cuando la policía australiana intervino ayer para liberar a las personas retenidas durante 17 horas por un supuesto clérigo musulmán en un café del centro de Sydney.
El secuestrador, que llegó a tener 17 rehenes, era Man Haron Monis o "jeque Haron", un autoproclamado clérigo musulmán de origen iraní, perteneciente a la línea dura y con antecedentes por violencia, que protagonizó numerosas protestas en Australia contra la intervención militar en Afganistán, según la Policía.
Las otras dos víctimas eran dos rehenes, una mujer de 38 años y un varón de 34, que fueron declarados muertos tras ingresar en un hospital, de acuerdo al informe policial citado por la agencia EFE.
Los heridos son tres mujeres, una de ellas con herida de bala, y un agente policial, que fueron atendidos en hospitales de la zona.
El comisionado Andrew Scipione, de la Policía del estado de Nueva Gales del Sur, dijo en la madrugada australiana en conferencia de prensa en Sydney que la situación llegó a un punto en el que hubo que tomar una decisión y subrayó que la operación policial llevada a cabo de madrugada logró "salvar muchas vidas".
El secuestrador entró en el café, situado en la céntrica Martin Place, sobre las 10 de la mañana (local) y retuvo a numerosos empleados y clientes.
Sonidos de intensos tiroteos y de explosiones de granadas de aturdimiento se registraron poco después de las 2.00 AM hora local.
Poco antes, al menos seis personas que habrían estado entre los cautivos lograron huir después de escuchar disparos provenientes de la cafetería. La policía confirmó más tarde que las personas habían reaccionado escapándose.
El Gobierno de Irán condenó ayer la toma de rehenes ocurrida en Sydney y aseguró que el secuestrador, un iraní asilado en Australia, era un "perturbado mental". Teherán informó en varias ocasiones a las autoridades australianas sobre el desequilibrio mental del predicador iraní, aseguró ayer la vocera del Ministerio de Exteriores, Marsieh Afcham. El hombre emigró hace casi 20 años a Australia y solicitó allí asilo, explicó la representante gubernamental.