Secciones

José Simao: El cartero que por 22 años ha sido el viejito pascuero

amor a los pequeños. Tiene 54 años de edad y ha dedicado buena parte de su vida a llevar alegría e ilusión a cientos de niños en Navidad.
E-mail Compartir

Cartero desde los 18 años de edad, ha desempeñado por espacio de 22 años la función de representar al Viejito Pascuero en el evento navideño más importante que realiza Correos Chile en Valdivia. La última de estas versiones se efectuó el viernes pasado en el salón de acceso al recinto: "Una cartita al Viejito Pascuero".

Ésta es la historia de José Guillermo Simao Pastén, nacido en Valdivia el 21 de septiembre de 1960. Estudió sucesivamente en el Colegio Adventista y en el Liceo Industrial. Tras concluir su formación escolar, entró sin demora a ocupar un puesto en la oficina local de Correos de Chile: durante un año ejerció de mensajero, llevando telegramas a los más diversos sectores de Valdivia. Tiempo después, su jefe Daniel Rodríguez le ofreció ascender a cartero.

Trabajar de cartero, ¿era mejor que hacerlo de mensajero?

-Claro que sí. Antes de ese nombramiento, yo repartía a pie los telegramas. En aquel tiempo, éramos apenas seis u ocho mensajeros para cubrir todo Valdivia. En cambio, ser cartero significaba que me desempeñaba en un sector fijo. Hace 31 años que he servido a Correos en el sector céntrico de Valdivia.

¿Qué lo impulsó a ingresar a Correos?

-Porque me tocó entrar, no más. Había una vacante y me parece mucho que mi hermana me dijo que estaba disponible. No lo pensé mucho y entré.

REPRESENTANTE DE PAPÁ NOEL

¿Cuántos años lleva representando al Viejito Pascuero?

-Ya son 22 años, desde que se inició esta campaña.

¿Por qué decidió representarlo?

-Por los niños. Habría que vestirse de Viejo Pascuero para saber lo que se siente exactamente.

Explíquese, por favor.

-Es que se trata de algo inexplicable con palabras. Sencillamente toca el corazón; es algo muy bonito.

Veintidós años. ¿Por qué lleva tanto tiempo?

-Bueno, porque nadie más quiere serlo y siempre he sido yo; aunque cuento con buenos duendes. Mis colegas son mis duendes. Ellos y yo somos uno solo. Yo hago la representación del Viejito Pascuero, pero todos mis colegas cooperan, desde el más joven hasta el más viejo.

¿Cuáles son los momentos más emotivos para usted?

-Cuando los niños me abrazan y no quieren soltarme. Ahí es cuando no puedo contenerme y me corren las lágrimas. Por otro lado, siempre hay sorpresas. Me acuerdo una vez que un niñito pidió una cama, porque estaba cabreado de dormir con su hermano. Lamentablemente, no le regalaron su cama; me miró y me abrazó con mucha fuerza. Tomó su colchón y no quiso soltarlo. En ese momento, me quebré y se me cayeron las lágrimas.

¿Qué le han comentado sus compañeros por el hecho de hacer de Viejito Pascuero?

-Todos me apoyan. Además, después de esta campaña seguimos con la entrega de regalos del sindicato. Ahí yo he entregado regalos a los hijos de mis colegas, que ahora son grandes y hasta están casados. Todavía hay quienes se acuerdan de mí y me dicen: "Tío, ¿se acuerda que yo creía en el Viejito Pascuero y usted me entregaba los regalos?".

Ahora bien, ¿qué le han dicho sus hijos?

-Ellos se sienten orgullosos. Me lo han dicho. De hecho, hace una semana el menor de mis hijos, Francisco, hablaba con otras personas y les decía: "Yo me siento orgulloso de mi papá".

Frente a todo lo que ha vivido, ¿qué ha significado para usted ser el Viejito Pascuero?

-Ha sido una de las cosas más maravillosas que me ha pasado en la vida.

Por su experiencia, ¿cree usted que aún existe ilusión navideña en los niños?

-Sí, a pesar de los tiempos en que vivimos. Y no sólo los niños, sino también hay adultos que aún mantienen el espíritu de la Navidad y del Viejito Pascuero.