Aumento del número de cisnes
En 2013 la justicia determinó que el daño ambiental ocurrido en el humedal del río Cruces durante 2004 había sido provocado por la empresa Arauco. A través de un fallo judicial, la empresa fue obligada a implementar una serie de medidas para reparar ese daño: hacer un diagnóstico del humedal, crear un humedal centinela, realizar un monitoreo medioambiental, crear un centro de investigación de humedales y un programa de desarrollo comunitario. También debió pagar una multa al Estado.
Este año se cumplió una década desde que estalló este conflicto ambiental y 2014 también estuvo marcado por el avance en el trabajo por definir cómo se llevarán a cabo esas medidas reparatorias. Para hacerlo, representantes de organizaciones sociales, servicios públicos y la comunidad, además de académicos e investigadores, participaron en decenas de encuentros y reuniones.
la comunidad
Las comunidades que viven cerca del humedal nombraron un consejo asesor. Este consejo tenía la misión de redactar un programa comunitario para proteger el río y también impulsar el desarrollo sustentable de sus habitantes. Hubo consultas ciudadanas y muchas reuniones, hasta que en septiembre de este año el plan estuvo listo. Estaba centrado en cuatro ejes: mejorar la conectividad fluvial y terrestre, fortalecer las economías locales mediante iniciativas productivas, potenciar las organizaciones sociales y mejorar el conocimiento del humedal con acciones de educación ambiental.
Además de la definición de esos ejes, durante la primera semana de diciembre fue conformada la Asociación Comunidad Humedal, en la que 54 organizaciones comunitarias de las comunas de Valdivia y Mariquina tendrán la misión de ejecutar el programa de desarrollo comunitario.
Como presidente provisorio de esta asociación fue nombrado Francisco Rivera, integrante de la Agrupación Turística de la Ruta del Castillo, de Mariquina.
humedal centinela
Quienes también trabajaron en definir la orientación de las medidas reparatorias fueron los miembros del Consejo Científico Social, quienes se reunieron durante nueve meses. Acordaron el detalle de las medidas académicos y representantes de organizaciones sociales y servicios públicos, como la Universidad Austral de Chile, Conaf y Acción por los Cisnes.
Uno de los puntos en los que se avanzó fue en el de la creación de un Humedal Centinela, un humedal artificial en el que se recreará la floral del original. Gracias a él se podrá conocer la influencia que tienen las descargas de los residuos industriales de la planta sobre las especies que habitan el humedal natural.
Este Humedal Centinela será construido por la empresa Arauco dentro de sus mismas instalaciones, en la planta instalada en Mariquina. Su superficie será de alrededor de una hectárea. Durante todo el próximo año se debería realizar la ingeniería conceptual y definir los detalles de este humedal. Luego se definiría el costo de la obra. Se estima que los trabajos comenzarán en 2016.
En 2014 se cumplieron diez años desde que se produjo el desastre ambiental en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter. En 2004 la población de cisnes que se podía avistar en el lugar disminuyó drásticamente de entre 5 mil y 8 mil ejemplares a un promedio de 650, cifra que se mantuvo por siete años, entre 2005 y 2012. Actualmente, y según datos entregados por Conaf -institución que realiza censos periódicos- se pueden avistar unos tres mil ejemplares.