A principios de semana se dio a conocer la decisión del ministro de Obras Públicas Alberto Undurraga, de declarar de "interés público" el proyecto de construir una doble vía para los accesos norte y sur a Valdivia.
Ésta es una excelente noticia para la región, porque su capital dejará de ser un ramal, y permitirá dotarla de una infraestructura vial que la colocará a la altura de las ciudades más desarrolladas de nuestro país, que facilitará los accesos a la costa, el flujo de carga y personas, y permitirá atraer nuevas inversiones.
Sin embargo, y sin entrar a comentar la legítima pero cortoplacista crítica que algunos han tratado de levantar, me voy a referir a dos puntos que creo necesario destacar. En primer lugar, quiero expresar mi satisfacción por la decisión del MOP, puesto que demuestra que la ciudadanía y los representantes de la ciudadanía fuimos escuchados. Dentro del trabajo permanente que tengo con la cartera, el lunes pasado sostuve una reunión con el ministro Alberto Undurraga, quien me informó que en la resolución del Consejo de Concesiones se respetó lo acordado en la mesa trabajo, es decir, construir una doble vía entre Valdivia y Mariquina, de alto estándar y sin peaje. Esto es un hecho, una decisión política de este gobierno y que comenzará a convertirse en realidad.
En segundo lugar, es necesario explicar la fórmula que se definió para financiar la ruta, que tomó en consideración dos aspectos discutidos con la comunidad regional: sacar la obra en el menor plazo posible y que, como consecuencia de su construcción, no se afecte a los usuarios locales de la vía.
Por ello, el proyecto será concesionado y se buscará un mecanismo que permita integrar el cobro tarifario a la actual concesión de la Ruta 5, tramo Temuco-Río Bueno. Por ese motivo, junto al senador Alfonso De Urresti solicitamos que la actual plaza de peaje sea desplazada más hacia el norte, para que los habitantes de Lanco y Panguipulli no se vean afectados por una posible alza en el valor del peaje, la que, en todo caso, no debería ser tan significativa.
Finalmente, reitero mi convencimiento de que lo resuelto por el MOP es una gran noticia, ya que Valdivia contará con una carretera con los más altos estándares de calidad y seguridad. Y, también, porque la doble vía es consecuencia de un proceso de participación ciudadana, inclusivo y vinculante.
Iván Flores