Cuando Camila Heran le contó a su familia que quería ser Reina de Los Ríos, todos se sorprendieron. Es bella y muy decidida, pero desde pequeña siempre fue la niña que prefería subirse a los árboles, jugar con barro o simular luchas con sus amigos. Además, nunca abandonaba las zapatillas.
-¿Qué vas a hacer cuando en el show de coronación tengas que usar taco alto?- le preguntaron. Como estudia Pedagogía en Educación Física, Deportes y Recreación en la Universidad Austral de Chile no suele usarlos. Es más, ella prefiere usar la bicicleta para desplazarse por Valdivia, así que ese tipo de zapatos no forman parte de su guardarropa.
Pero después del impacto inicial, sus padres y sus cuatro hermanos le dijeron que por su puesto la apoyaban y que si se lo proponía, ella sería la ganadora. Y lo fue, recibió la corona de manos de la reina de 2014, Martina Ziegele, la noche del 24 de enero. También aprendió a caminar con tacones. Además, su familia ya tenía una historia con los concursos de belleza, ya que su madre Claudia Arce, fue finalista de Miss Chile en 1984.
su historia
Camila Heran tiene 22 años. Nació en Santiago, vivió toda su infancia y adolescencia en Puerto Varas, donde su padre Robert Heran es dueño de una empresa de productos congelados llamada Puerto Food.
Estudió en el Colegio Puerto Varas. Ahí participaba en la selección de voleibol, deporte que le encanta, que practica desde que estaba en tercero básico y gracias al cual participó en los Juegos de La Araucanía en Puerto Montt, Bariloche y Puerto Aysén, además de campeonatos nacionales. Jugaba como armadora.
También- junto a sus compañeros de colegio- se dedicó a actividades sociales, especialmente a construir mediaguas. Cuando ocurrió el terremoto de 2010 ella tenía 16 años y con sus amigos viajó hasta Constitución, en la región del Maule, para ayudar a construir viviendas básicas.
sus intereses
Cuando salió de cuarto medio se fue a estudiar a Santiago. Solo estuvo un año. Prefirió volver a Valdivia, porque era la ciudad donde habían estudiado todos sus hermanos. Y eligió la educación física -ya está en el último año- porque se imaginaba trabajando al aire libre.
"Me encanta la carrera y el contacto con los niños. Además me quiero especializar en psicomotricidad infantil. El objetivo es que el niño se desarrolle solo, sin que el profesor esté encima del niño. La idea es que ellos creen sus propios juegos y que nosotros intervengamos cuando ellos lo soliciten o cuando un niño necesita apoyo. Se hacen actividades de todo tipo, no solo deporte. El aprendizaje de ellos es mucho mayor. Esto se está usando bastante en España", cuenta.
Ya ha hecho algunas prácticas, observó cómo era el trabajo de los profesores en el Colegio San Luis de Alba e hizo su práctica de acompañamiento en la Escuela España, donde realizó actividades con niños de primero básico. En la Universidad Austral también participa en el equipo de voleibol.
-¿Por qué decidiste ingresar al concurso Reina de Los Ríos?
-Desde pequeña fue un sueño oculto. Mi mamá me comentaba cómo había sido su experiencia en Miss Chile y eso me llamaba la atención. Siempre me gustó ese tema, aunque nunca me he considerado tan femenina. Jugaba con mis hermanos hombres, ando en buzo todo el día, siempre ando con zapatillas o bototos. Fue un reto tener clases de pasarela.
-¿Quién fue la persona que más te apoyó?
-Mi pololo. Se llama Francisco Carvajal y es kinesiólogo. Yo me iba a inscribir para participar en el concurso el año pasado, pero no lo hice porque no me sentía segura. Este año, cuando vimos el cartel, él estaba conmigo y me dijo que tenía que hacerlo. Él me dijo que lo pasara bien y que me la jugara para ganar. Nunca ha sido celoso. Siempre ha sido un siete conmigo y me apoya en todo.
-¿La experiencia fue como te la imaginabas?
-La verdad es que no me lo imaginaba, no sabía muy bien. No le había preguntado a las otras candidatas cómo era proceso así que todo me sorprendía. Las clases de pasarela fueron muy entretenidas. Nunca me imaginé que tendría cursos de protocolo. Pero lo que más me gustaba eran las clases de baile. Me hice muy amiga de los bailarines y del profesor Ricardo Uribe. Para el show teníamos que bailar un mambo italiano, con tomadas y saltos. Aunque nunca he estudiado danza me encanta bailar. Al principio estaba preocupada porque el bailarín me tenía que levantar. De todas las candidatas yo era una de las más altas, por lo tanto también de las más pesadas, pero como juego voleibol trataba de ayudar harto al bailarín con el salto. Fue un reto entretenido, yo estaba siempre muerta de la risa bailando. Lo pasaba bien y siento que eso se notaba.
-¿Qué fue lo más difícil?
-Lo más difícil fue usar tacos. Hubo un momento en el que pensé que no podría. Terminaba las clases de pasarela y con suerte me podía poner las zapatillas. Me dolían demasiado los pies, después de dos semanas practicando me acostumbré. También fue difícil combinar los tiempos, porque yo trabajo. Soy garzona en el Búnker y además hice un curso de entrenamiento funcional, por lo que hago clases personalizadas (ver cuadro).
-¿Cómo viviste la noche de la coronación?
-Le perdí el miedo al escenario el sábado en la mañana, cuando fuimos a ensayar. Estuvimos mucho rato ahí, bailamos zumba, lo pasamos bien, así que perdí el miedo. El baile fue muy entretenido, la adrenalina de correr para cambiarse de ropa también. En el momento en el que me sentí nerviosa fue al final, cuando contesté la pregunta. Más que nada porque fue el único momento en el que pude ver cuánta gente estaba viendo el espectáculo. La gente llegaba hasta el puente. El corazón se me aceleró, solo quería que la gente lo pasara bien.
-¿Qué pensaste cuando te nombraron como la ganadora?
-Estaba muy feliz, pero me tiritaban las piernas. Sergio Lagos me pidió que dijera unas palabras y alcancé a decir tres cosas y no pude seguir hablando. Se me cerró la garganta y se me cayeron algunas lágrimas.Ser la reina del concurso más antiguo de Sudamérica es un orgullo y representar a Valdivia como Reina de Los Ríos es una gran responsabilidad. Fue un momento mágico.
-Algunas personas critican que no hayas nacido en Valdivia. ¿Qué opinas de eso?
-He notado que a harta gente le molesta, pero no estoy preocupada porque me siento muy valdiviana. Yo no elegí donde nacer, pero sí donde vivir. Elegí Valdivia porque me encanta la naturaleza y su historia. Quiero representar a Valdivia y por algo me inscribí. Además cumplía con las bases. Yo vivo acá hace cuatro años, trabajo acá, tengo toda mi vida acá. No me causa rabia lo que dicen, porque estoy feliz con lo que logré. Me esforcé al máximo, salí reina y los comentarios no me van a bajonear.
-¿Qué actividades quieres hacer durante tu reinado?
-Con las otras candidatas hicimos un pacto -ojalá que se cumpla- para hacer todas las ideas que teníamos relacionadas con el área social. Mi idea es que niños en riesgo social puedan conocer la ciudad desde otro punto de vista. Llevarlos a pasear en kayak, andando en bicicleta o caminado, pero que salgan del aula de clases y puedan aprender de manera diferente. También quiero promover el uso de la bicicleta. En Valdivia las distancias son cortas y se puede contaminar menos y hacer actividad física. Había otras ideas bastante interesantes, como trabajar con mujeres de campamento o hacer una corrida con perros. Con la corte queremos cumplir esas metas.
-¿En qué crees que te ayudó haber participado en concurso?
- Creo que me ayudó a ser mujer. He aprendido muchas cosas, a ser más femenina. Mi vida cambió mucho en ese sentido. Yo siempre había sido más ruda. Volví a preocuparme de mí, de dar una buena imagen. Ahora soy una cara, soy la reina de Valdivia y eso me gusta porque me hizo quererme más.