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Incorporar más idiomas

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Por ahora se centran en el enseñanza del inglés, pero el desafío de Karina Martínez, Natalia Morales y Camila Torres es poder implementar la enseñanza de más idiomas, como el alemán e incluso el Chino. "Saber más de un idioma abre muchas puertas", destaca Martínez. Además, las educadoras explican que las ventajas de que un niño sea bilingüe se demuestran en: mejores notas en el colegio, estimulación temprana del cerebro, niños más creativos, mayor vocabulario, mejores oportunidades , mayor tolerancia a la diversidad cultural y mejor desarrollo de la memoria, entre otras cosas.

Talleres entretenidos de inglés para niños: aprender a través de los juegos

estimulación. Un grupo de profesoras de inglés creó un lugar en el cual buscan familiarizar desde pequeños a los niños con esta lengua extranjera.
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Se conocieron mientras estudiaban Pedagogía en Inglés en la Universidad Austral de Chile. Karina Martínez, Natalia Morales y Camila Torres -después de perfeccionar su inglés en el extranjero, en países como Estados Unidos, Inglaterra e incluso China- decidieron crear en Valdivia un emprendimiento destinado a familiarizar a los más pequeños con ese idioma. Así, y gracias al financiamiento de Sercotec- crearon English Playtime.

En una oficina llena de material didáctico del Edificio Picarte -ubicado en avenida Ramón Picarte N°427- las educadoras realizan talleres de inglés, clases particulares y organizan grupos de conversación. Todo esto a través de clases personalizadas centradas en juegos. Porque su lema es "Aprender jugando".

Karina Martínez explica: "Todas hemos tenido experiencia trabajando en el aula, pero nos dimos cuenta de que en el proceso faltaba algo. A veces es complicado enseñarle a los niños cuando están en el colegio, porque hay otras presiones. Investigando, nos dimos cuenta de que la mejor etapa para aprender inglés es en la primera infancia, desde los dos años en adelante. Teniendo esa inquietud decidimos crear English Playtime". Y ellas trabajan con niños desde esa edad.

la metodología

Para las educadoras, lo más importante es la estimulación. "Queremos estimular la creatividad de los niños, el lado artístico y sus diferentes talentos a través del inglés. No solo que el niño se siente y escuche una clase en inglés, sino que estimule sus sentidos", dice Martínez.

Natalia Morales vivió un año en Inglaterra y ahí enseñó español en una escuela primaria. "Ellos enseñan de una manera muy distinta. Los niños van a la escuela sin mochila, lápices ni nada. Allá tienen todo lo necesario para que puedan aprender. No tienen pruebas todos los semestres, es un proceso que no es estresante. Hay mínimo dos profesores en el aula. Los niños son más libres para experimentar, porque cada uno tiene su tiempo de aprendizaje. Eso es lo que queremos incentivar acá" relata.

Los talleres son mensuales, con una o dos clases a la semana. En cada clase -que dura una hora o una hora y media- hay un saludo inicial y una actividad para introducir vocabulario. Luego se realizan una serie de juegos cortos. Las educadoras usan videos, canciones, legos, lápices de colores y libros.

"Los papás pueden dejarlos o acompañarlos para observar la clase. La idea es que no sean tan largas, porque los niños tienen máximo 40 minutos de concentración. Por eso hacemos actividades cortas", dice . Durante el verano han realizado talleres de teatro, de cocina, manualidades y vocabulario del verano. En el año también realizan talleres temáticos para aprender vocabulario sobre el Día de la Madre, Navidad o Halloween. También realizan clases particulares para adolescentes. Trabajan con diez niños como máximo por taller y trabajan con dos profesoras en el aula.

financiamiento

Para poder generar su negocio postularon a un Capital Semilla para el emprendimiento de Sercotec. Postularon dos veces, en 2013 quedaron en la última etapa, pero en 2014 lo lograron y se adjudicaron 2 millones de pesos. Comenzaron a trabajar en octubre del año pasado.

"Compramos material didáctico y los libros adecuados, los que no se encuentran en Valdivia. Además creamos las láminas que enseñamos, porque queremos que todos los materiales sean auténticos y reconocibles por los niños", cuenta Natalia Morales. Mientras que Karina Martínez indica que la elección del lugar donde se realizarían las actividades también fue cuidadoso. "Elegimos un lugar que nos brindara seguridad y que sea acogedor para que los niños se sientan estimulados. Los muebles fueron creados para nosotros por una empresa local", explica.