Los fieles fueron puntuales. Ayer, a las 19 horas en punto, unas 500 personas -que se habían reunido antes en la Gruta de Lourdes - partieron a recorrer las calles de Las Ánimas, en procesión para celebrar la Fiesta de la Virgen de Lourdes. Caminaron presididas por el obispo de Valdivia, monseñor Ignacio Ducasse, mientras cantaban "María, Mírame" y rezaban el Rosario.
Para muchos, el recorrido fue novedoso. Salieron desde la gruta y avanzaron por avenida Pedro Aguirre Cerda hasta llegar a la villa Brisas de la Ribera. Recorrieron el callejón Romance y luego la calle Vicente Carvallo junto con la imagen de la Virgen. Mientras avanzaban, quienes se encontraban en la villa comenzaron a salir de sus casas o a asomarse por las ventanas para ver a los fieles, quienes luego emprendieron rumbo hasta avenida Pedro Aguirre Cerda.
El regreso a la gruta fue a las 19.50 horas. Los fieles ingresaron rápidamente para presenciar la misa.
Historias
Existen muchas historias entre quienes participan en las procesiones. Algunos lo hacen para mantener una costumbre, otros para pedir por la propia salud o por la de algún familiar.
Pilar Paredes tiene 69 años y aseguró que desde niña asiste a diferentes procesiones. Una de sus preferidas es la que se realiza por las festividades de Lourdes. Recordó que hasta hace poco, el recorrido que se realizaba llegaba hasta la Escuela de Las Ánimas y dijo que el nuevo recorrido le gusta. También explicó: "Vengo por devoción, porque uno tiene tantas cosas que pedirle a la Virgen. Nunca he hecho una manda, pero cuando uno le pide algo, parece que todo se soluciona, todo sale bien".
Marcia Lara fue acompañada de dos de sus hijos. Ha participado en la Fiesta de la Virgen de Lourdes por 12 años. Comenzó porque su primera hija nació con una enfermedad. "Stephanie nació con un problema al riñón y desde ese momento me hice devota de la Virgen de Lourdes", contó. Su hija mayor está mejor, pero ya no la acompaña. Ahora camina junto a su hijo del medio, quien nació con una cardiopatía congénita. "Pido por la salud de él y por el bienestar de mi familia", recalcó.
En esta procesión participaron también personas que profesan otra fe. Carla Molina es evangélica y vive en Talca, pero caminó junto a los fieles católicos para acompañar a su suegra, quien padece de cáncer. "En 2014 pasamos por procesos muy complicados. A ella se le diagnosticó un cáncer y es increíble como la fe ha ayudado a sobrellevar el tratamiento. Ella estuvo al borde de la muerte y ahora está súper bien. Pero ella nunca ha dejado de tener fe. Me he estado dando cuenta de que al final Dios es uno", dijo.
Historias como estas también se pueden escuchar en otras zonas donde se realizan misas y procesiones para la Virgen de Lourdes. Entre ellas, en la peregrinación hacia la gruta de Mehuín, que también se realizó ayer.