Cómodos para el verano
Romina
Garrido
Santo Tomás
La elección de un buen calzado es fundamental en toda época del año. De hecho, aunque muchas veces hemos escuchado que aquellos que usamos en verano pueden ser de gran comodidad, muchas veces no son los más adecuados, ya que no sujetan bien el pie y crean marcha inestable.
Así lo advierte María Teresa Martínez, podóloga del Servicio de Podología del Hospital Universitario HM Madrid, quien explica que un zapato, tanto de verano como de invierno, debe sujetarse lo más próximo a la articulación del tobillo, y tener apoyo en el arco interno y sujeción en la zona del talón. Su taco no debe ser plano y tener un mínimo de dos centímetros para estabilizar la marcha, pero nunca más de cuatro porque crearíamos una sobrecarga pudiendo provocar en un futuro alteraciones funcionales.
Para que esto no suceda, es aconsejable huir de los materiales plásticos, intentando utilizar calzado de buena calidad y transpirable. Si es uno para usar en zonas húmedas es importante el dibujo de la suela para evitar caídas. Y si es para actividad física, elegirlo en función del deporte y las condiciones propias de cada uno. Asimismo, elija zapatos cómodos, que calcen bien para evitar problemas en sus pies; no se los compre sin antes probárselos y asegúrese de que le calcen cómodamente en su parte más ancha. Póngase de pie cuando se esté probando los zapatos para asegurarse de que existe un espacio de un centímetro entre la punta de los dedos y la punta del zapato. Escoja también calzados con suela de goma antideslizante y con taco bajo ya que son más cómodos, más seguros y menos perjudiciales que los más altos.
Cuidar bien nuestros pies resulta prioritario porque son parte de nuestra movilidad y equilibrio. Para ello es clave una buena elección de nuestro calzado, que mejorará significativamente nuestra calidad de vida.