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A cinco años del 27F el geólogo Mario Pino analizó probabilidad de sismo en Valdivia

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Hoy se cumplen cinco años de ocurrido el terremoto cuyo epicentro se ubicó frente a las localidades de Curanipe y Cobquecura, y que alcanzó los 8.8 grados.

Científicos internacionales de primer nivel -incluyendo el grupo que pronosticó la ocurrencia del sismo del 27 de febrero de 2010- han publicado en revistas de circulación mundial la alta probabilidad de que la zona de Valdivia sufra un sismo de similar magnitud.

El geólogo y académico de la Universidad Austral de Chile Mario Pino explicó que esa información se fundamenta -entre otros- en el hecho de que el segmento de la Placa de Nazca que enfrenta a Valdivia no liberó su energía en esa ocasión.

"La historia sísmica de Chile muestra que cuando un sismo como el del 27F ocurre al norte de la isla Mocha, pocos años después ocurre uno similar en la zona de Valdivia", sostuvo.

Ya en 2011 el geólogo se refirió a este tema en la prensa, donde detallaba que -según los científicos- existiría una similitud con el terremoto ocurrido en Concepción en 1835, el que también produjo un maremoto, y que años más tarde, el 7 de noviembre de 1837, tuvo su respuesta en Valdivia con una magnitud de 8 grados Richter.

Mientras que en 2012 detalló que de acuerdo a la evidencia científica el movimiento telúrico podría producirse en un plazo de cinco a diez años.

RECUERDO DE LA TRAGEDIA

A las 3:34 de la madrugada se produjo el terremoto, considerado como el segundo más fuerte en la historia de Chile.

El movimiento casi simultáneamente afectó el suministro eléctrico y el servicio telefónico, que se fue restableciendo con el transcurso de las horas.

En Valdivia la intensidad fue de seis grados en la escala Mercalli y los daños fueron menores. Sin embargo, edificios públicos como el Hospital Base de Valdivia, además de la costanera resultaron con daños estructurales, mientras que el edificio Ferso, donde entonces se ubicaba la Gobernación Provincial de Valdivia, quedó inutilizado.

Esa madrugada y tras la réplica los turistas que aún se encontraban en la zona y acampaban en Niebla subieron a los cerros por el temor a que se produjera un tsunami. Y más tarde, vivieron el caos que se produjo en el Terminal de Buses debido a la incertidumbre que se generó acerca de la normalización de los viajes.

Por causa de la emergencia fue suspendida la Noche Valdiviana y los comerciantes que llegaron desde diversas ciudades del país lamentaron las pérdidas económicas.

En Valdivia, en el sector Beneficencia se registraron 19 viviendas con daños estructurales, casas hundidas entre 20 y 30 centímetros.

A nivel nacional, las regiones más afectadas fueron las del Maule y del Biobío y desde Valdivia la Tercera División de Ejército acudió con ayuda a la zona.

El hecho dejó en evidencia que el país no estaba preparado para responder a una emergencia de tal magnitud y hacia los organismos técnicos como la Onemi y el Shoa apuntaron las críticas, luego del tsunami que afectó a la zona costera del país, principalmente al archipiélago de Juan Fernández y a sectores como Iloca, Dichato y Cobquecura.

ESTRATEGIAS

En octubre del año pasado, entre el 13 y el 17, dos mil 300 efectivos chilenos y argentinos participaron en el ejercicio binacional "Solidaridad 2014", que enfrentó a los uniformados ante un simulado terremoto grado nueve.

A partir de este evento, el intendente Egon Montecinos anunció una serie de medidas que permitirán actuar frente a un desastre natural de este tipo: la campaña "Kit 72 horas", la instalación de alarmas de tsunami en la zona costera -a través de un proyecto aprobado por el Consejo Regional por más de mil 700 millones de pesos- y una coordinación intersectorial a la que sumarán organizaciones sociales y comunitarias.

Consultado el geólogo Mario Pino acerca de si la comunidad de la región está preparada para enfrentar nuevamente un terremoto, afirmó que "creo que a pesar de los esfuerzos las personas no están preparadas".