Aunque parece un concepto de la época contemporánea, lo cierto es que el interés del ser humano por el mejoramiento de su apariencia hunde sus raíces en el mundo antiguo. Se sabe que los egipcios empleaban minerales y productos animales y vegetales para colorear el rostro y cuidar la piel, así como también lo hicieron griegos y romanos y todos los pueblos del orbe.
Con ese milenario bagaje, hoy se preparan las profesionales de la cosmetología y la estética integral, una de cuyas exponentes en Valdivia es Laura Nataly Fonseca Fonseca.
Tiene 27 años de edad y es la propietaria de Siluett Estética, un recinto que lleva aproximadamente un año mejorando el aspecto facial y corporal de sus clientas.
¿Cómo se gestó este centro de estética?
-El tema de la estética forma parte de la mujer, pero en mi caso se fue dando la intención de estudiar ese ámbito. Me dije: "¿Por qué no ayudar a otras personas a que se sientan bien consigo mismas y se vean bien?". Entonces, en 2012 entré a una de las instituciones más prestigiosas de Chile, que instaló hace poco una sede en Valdivia: la Escuela Internacional de Cosmetología y Estética Integral Eva Berndt y Dr. Fontboté.
A los tres meses de titulada, más o menos, empecé a trabajar en forma independiente, pero a domicilio. Hay personas a las que les gusta que las atiendan a domicilio y están dispuestas a pagar por ese servicio, pero para mí la comodidad pasaba por tener un lugar fijo; eso era lo ideal. Entonces, me establecí aproximadamente en marzo del año pasado.
¿Cuáles son los servicios que ofreces?
-Siluett Estética es una cabina (así le llamamos en mi área) especializada en tratamientos corporales y faciales. Entre los primeros están los tratamientos reductivos, reafirmantes, anticelulitis; masajes de relajación, descontracturantes; drenaje linfático y tratamientos posparto. En cuanto a los tratamientos faciales, tenemos las limpiezas faciales, antiedad; todo en base al rostro.
Someterse a un tratamiento cosmetológico o estético, ¿es algo tan sencillo como parece?
-No es tan así, porque es necesario hacer una evaluación previa. Por ejemplo, para la limpieza facial se requiere diagnosticar el tipo de piel de la persona y según eso, se determina los productos a utilizar.
En el caso de una sesión de estética integral también se requiere una evaluación previa, porque no hay cuerpos iguales y tampoco todos tenemos los mismos ritmos de vida, no todos nos alimentamos adecuadamente. Entonces, hay que ir viendo todos los parámetros del cuepo, según lo cual se determina el número de sesiones y las técnicas que se van a usar.
¿Hay algún tratamiento que te soliciten con mayor frecuencia?
-Uno de los más solicitados es el reductivo para abdomen, que consiste en la aplicación de diversas técnicas de acuerdo al paciente. Una de ellas es la electroestimulación, que es una aparatología de la estética que se basa en la aplicación de electricidad mediante placas. Con esto se logra la contracción de la musculatura.
¿Puede decirse que hay tratamientos más efectivos que otros?
-Depende de uno como profesional explicar cuál tratamiento, cuál producto es más adecuado para la persona; así como educar a la clienta en los cuidados que debe tener para conservar y optimizar los resultados del tratamiento. Por eso, no es cosa de algo milagroso, sino de un trabajo conjunto del esteticista con la clienta.
Está la creencia de que los tratamientos reductivos permiten bajar de peso. ¿Es cierto?
-No ayuda a bajar de peso, sino que ayuda a reducir las zonas de grasa localizada, que son áreas que el ejercicio no consigue reducir.