A 51 años de la noche en que el volcán arrasó con el poblado de Coñaripe
2 de marzo de 1964. La tragedia arrojó la cifra de 23 víctimas fatales.
Exactamente hace 51 años el poblado de Coñaripe vivió la noche más triste de su historia. La madrugada del 2 de marzo de 1964, el volcán Villarrica desató toda su furia al entrar en erupción y arrasar con gran parte de la localidad lacustre.
A consecuencia del desastre 23 personas perdieron la vida arrastradas por la avalancha de lava y escombros que escurrió por los faldeos del macizo hasta llegar al lago Calafquén.
Además, estimaciones de la época indican que el material lanzado por la erupción recorrió a 50 kilómetros por hora la distancia entre el cráter y la entonces zona poblada de Coñaripe. Luego de la tragedia, la localidad comenzó a cimentarse 200 metros al este de este lugar, hacia la cordillera de Los Andes.
Hace un tiempo el presidente de la junta de vecinos de Coñaripe, David Díaz, contó que "el volcán Villarrica comenzó a echar una fumarola cerca de seis meses antes de la erupción. Todos estábamos muy atemorizados y preocupados por el fuego que expelía el cráter".
"La actividad del volcán originó que se comenzaran a derretir hielos eternos, y el problema de eso era que en la parte baja del Villarrica había una hondonada donde se acumularon millones de metros cúbicos de agua", agregó.
La noche de la erupción, el contenido de la hondonada cayó desde 80 metros e hizo temblar al pueblo, despertando a gran parte de los vecinos.
"Entonces fueron 12 millones de toneladas de lava, agua, piedras, árboles, arena y escombros en general que cayeron sobre Coñaripe", aseguró Díaz.
La erupción arrasó con un 80% de las viviendas construidas en el pueblo, y según el dirigente, el alud de escombros tenía 15 metros de altura. "La prueba es que una bicicleta quedó enredada por un tiempo en la copa de unos álamos", recordó David Díaz.