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Emergencia por erupción

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Ayer por la tarde la situación en torno al volcán Villarrica parecía haber retomado la inquietante calma que desde hace tiempo presenta la cumbre, con algunas fumarolas que en medio de la inconsciencia general ya estaban siendo aceptadas como parte del paisaje o, más surrealistamente aún, como un encanto más de la amplia zona turística que contiene el área.

Sin embargo, el volcán se encargó de recordar que tiene un historial de terror que ha golpeado sin contemplaciones a los habitantes de las cercanías y que hace casi exactamente 51 años se transformó en una tragedia mayor para los vecinos de Coñaripe, que se vieron sorprendidos con una erupción que trasformó el paisaje y que cobró más de veinte vidas humanas.

Todos estos episodios, sumados a otras situaciones de catástrofes, como las que lamentablemente los chilenos hechos debido convertir en parte recurrente de nuestras vidas, han servido para crear una cultura preventiva que se pone a prueba y que por fin parece estar rindiendo frutos, porque las reacciones ante las amenazas de la naturaleza se observan más oportunas y precisas, con una mejor coordinación entre lo que planifican las autoridades y lo que interpretan los afectados.

En la medida que se continúe progresando en esta materia tan sensible para todos, el país logrará dejar solo para los imponderables contra los que no se puede hacer nada las siempre dolorosas cifras que tienen que ver con pérdidas humana.

Otro tema que resalta es la opinión de científicos que señalan que había estimaciones que indicaban la proximidad de una erupción, basadas en cálculos fidedignos, muy lejanos a las predicciones catastrofistas lanzadas por pseudoentendidos.

Es importante que se atienda como se debe a estas opiniones de los investigadores, porque pueden marcar el rumbo para atenuar, por lo menos, las consecuencias de una erupción en la medida que la población esté en condiciones de seguir adecuadamente sus consejos.

Pequeños negocios, grandes emprendedores

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Soy un fiel testigo de que los sueños se cumplen cuando se trabaja arduamente por ellos. El 2003, Felipe Cubillos me invitó a seguirlo en el suyo: fortalecer la formación y empoderar a microemprendedores de sectores vulnerables, para crearse sus propias oportunidades. Juntos construimos el Programa "Pequeños negocios, grandes emprendedores".

Hoy, esta misión la cumplimos desde Desafío Levantemos Chile con una mirada nacional. El camino recorrido no ha sido fácil. Doce años han pasado desde la invitación de Felipe, doce largos años llenos de alegrías y éxitos, pero profundamente marcados por las tragedias nacionales, organizacionales y las más dolorosas de todas, las personales. Pero somos un equipo fuerte, que trabaja duro, con una pasión sin límites por nuestro país y con confianza en su futuro.

El 2012 comenzamos un proyecto ambicioso con la inauguración de nuestra primera Escuela de Emprendimiento Felipe Cubillos Sigall en la comuna de Estación Central (RM). Continuamos al año siguiente con la segunda escuela, ubicada en Valdivia, la que es para nosotros fuente de orgullo, una señal potente de apoyo a una ciudad marcada por el sello de la innovación y el emprendimiento, y una muestra concreta de la importancia que tienen las regiones en el desarrollo del país.

Para este 2015, proyectamos la construcción dos nuevas escuelas. Una en Valparaíso y otra en Concepción, dos centros urbanos altamente poblados donde las personas podrán encontrar herramientas y las oportunidades para realizar sus sueños. Son justamente esas personas, expectantes de tener una oportunidad de aprender a valerse por sí mismas, quienes nos motivan.

Hoy, nuestro sueño es contar con una escuela en cada región en un plazo de 5 años. El objetivo no es un mero capricho, es la respuesta a una necesidad urgente del país. En cada una de ellas podremos seguir generando vínculos entre quienes quieren aprender a emprender con el Estado, universidades, sus alumnos, voluntarios y toda la sociedad civil. Queremos que sean polos de cambio, donde se incube un verdadero cambio cultural. El mismo cambio que nos impulsó a actuar y que cobró nuevas alturas tras el 27F. Fue esa tragedia la que derribó los muros que nos ocultaban lo que Felipe Cubillos llamó "terremoto social". Ése que no cesa de remover los débiles cimientos sobre los que (sobre)viven miles de chilenos.

Goran Ahumada

Nuestro archivo

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Terremoto tuvo en Valdivia

Alarma y preocupación provocó en Valdivia el fuerte movimiento sísmico sentido en horas de la tarde de ayer. Su intensidad fue estimada en 3 a 6 grados. En la zona central tuvo características de terremoto, con numerosas víctimas y cuantiosos daños materiales, especialmente en la Región Metropolitana y sector costero.

intensidad de 5 a 6 grados

El rector de la Universidad Austral de Chile, Manfred Max-Neef, ratificó que seguirá adelante el plan de reestructuración de la Facultad de Filosofía y Humanidades, que contempla que el próximo año no habrá postulaciones a pedagogías. Sin embargo, la autoridad aclaró que se respetarán los compromisos con los actuales alumnos.

UACh respetará todos sus compromisos con alumnos

En unos cuatro millones de pesos anuales estimó la empresa Telefónica del Sur las pérdidas que deja el vandalismo en los teléfonos públicos que mantiene instalados en diversos puntos de la ciudad de Valdivia. El destrozo no tiene explicación, porque los antisociales rompen hasta los aparatos que les sirven a ellos mismos.

Vandalismo en teléfonos

deja millonarias pérdidas