Alegría por triunfo nacional
Los jóvenes que integran el equipo nacional de polo que se coronó campeón mundial, dieron una lección de esfuerzo personal y sacrificio por su camiseta. Por lo mismo, su triunfo llamó tanto la atención de la opinión pública y llenó páginas de los medios, regularmente lejanas a esta disciplina.
Al finalizar, algunos de ellos manifestaron su interés porque el polo deje de ser un deporte de elite, asociado solo a personas con recursos económicos y entregaron testimonios usando palabras que bien podrían recordar a los rugbistas, basquetbolistas, hockistas, gimnastas y tantos otros que se sienten solos en su camino hacia los triunfos para Chile. 'Queremos que el deporte llegue a más gente y logre los auspicios que requiere para ser competitivo', dijeron, y sus declaraciones sonaron conocidas.
Desde Los Ríos, la copa mundial fue aplaudida y comentada. Al ver esa alegría no se pudo menos que recordar el triunfo de Miguel Cerda y Cristian Yantani, hace más de diez años, en el remo. Y fue imposible no preguntarse cuánto hemos avanzado desde entonces, no solo en el deporte, sino en el apoyo a esos campeones para que formen a otros y multipliquen su experiencia. Cabe preguntarse cuánto hemos agradecido sus medallas, como región.
Lo mismo sucede con quienes practican otras disciplinas como el golf, el tenis y el ajedrez, que nos han dado motivos de orgullo a nivel internacional, pero que no han recibido el respaldo necesario para proyectarse. El caso de la campeona Javiera Gómez, que no tiene fondos para ir a competir al mundial de Grecia, es un ejemplo de la dificultad en la cual se forman los talentos locales.
Sin duda que hay una deuda con el alto rendimiento.
Pero, lamentablemente, también existe en otros niveles. La falta de un estadio regional, la postergación de los entrenamientos de los atletas por eventos en el Parque Municipal y hasta la desaparición de canchas de barrio como la de Teniente Merino en Valdivia, dan cuenta de ello.
La alegría por el mundial es legítima, pero también da una oportunidad para mirar la tarea a nivel local.