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Construcción del Cesfam Las Ánimas

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Según las encuestas de calidad de vida, el tema de la salud es uno de los que más preocupa a la comunidad nacional, junto con la educación de los hijos y la seguridad ciudadana. Todos ellos tienen que ver tanto con las situaciones cotidianas, como con el acceso a los medios que les permitan solucionar un problema o una necesidad.

A la luz de ese criterio, lo que ha sucedido con el consultorio o Centro de Salud Familiar (Cesfam) de Las Ánimas, es un tema preocupante. El actual recinto ya no da abasto para la gran demanda que el tradicional barrio tiene y que se incrementa año a año, pero la construcción de otro centro con capacidad para servir a más de 25 mil personas, se ha demorado y hay riesgo de que la espera se prolongue por años.

Por tercera vez fue declarada desierta la licitación de la obra y el proyecto requiere de una re evaluación y más recursos, porque ninguna empresa coincide en oferta con los presupuestos y porque los costos, a medida que pasan los meses, aumentan. Lo complejo, es que estas diferencias podrían seguir en escalada, porque la reconstrucción del norte alzará la demanda hacia esa zona y elevará los costos en otras.

Hasta ahora, la municipalidad de Valdivia ha asumido su responsabilidad en el tema. El Cesfam es parte de la red comunal de atención y debe ser ampliado; cuentan con terreno en el antiguo estadio de Sedeño (las canchas para los clubes deportivos que lo cedieron están casi listas en otro sector), pero requiere de apoyo del Core y del gobierno regional para completar el proceso. Es necesario que el proyecto sea reformulado desde la comuna y que luego el Consejo otorgue más fondos.

Todo indica que hay voluntad y compromiso político (algo fundamental en épocas previas a elecciones como esta), por lo cual debiera ser un trámite relativamente corto, que la ciudadanía sabrá valorar.

Al margen de lo anterior, también es preciso ver las fallas técnicas que llevaron a la situación actual de este importante proyecto. No es primera vez que la región enfrenta una dificultad de esta naturaleza y quizás sea necesario evaluar los apoyos que reciben las comunas para elaborar sus propuestas. De otro modo, se podría entorpecer la ejecución del gasto regional.


Editorial

Nuevo centro cívico de Valdivia

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Tras un trabajo de extensos años encargado por el Fisco a la Pontificia Universidad Católica de Chile, y tras distintas instancias de socialización, hace ya algún tiempo se ha decidido instalar, paulatinamente, la mayoría de los servicios públicos de la ciudad de Valdivia en un nuevo Barrio Cívico, en el sector de la Estación de Ferrocarriles entre la Av. Ecuador y la Nueva Costanera. Si bien en la CChC creemos que la iniciativa de reunir a los servicios públicos en un solo lugar puede ser ventajosa debido a que facilita los trámites de los ciudadanos y ahorra costos de transporte, la ubicación definida para tales efectos nos genera variadas inquietudes. Siendo la ciudad de Valdivia de tamaño intermedio, con una población cercana a los 160 mil habitantes, y considerando la condición actual de nuestro centro comercial, ¿podemos sostener la existencia de 2 centros? Consideremos que parte importante del sustento económico del actual centro comercial de la ciudad se genera por personas de Valdivia y comunas de la región que, al hacer trámites también consumen en los distintos locales existentes. Creemos que dividir el centro comercial en dos, sólo disminuirá la ya mermada calidad del actual, generando dos polos de baja calidad comercial.

Siendo Valdivia una ciudad que aún no despega en términos de inversión privada y generación de empleo de calidad, ¿cuál será el efecto del nuevo Barrio Cívico sobre las actuales instalaciones que usan los servicios públicos?, ¿qué uso tendrá la actual Intendencia, o el edificio del MOP, o el nuevo edificio de la Contraloría?, ¿qué uso se dará a las múltiples propiedades que hoy el fisco arrienda en el entorno cercano al centro comercial de la ciudad?

En la CChC creemos que Valdivia requiere de un Plan Maestro de desarrollo urbano, que establezca claramente la ciudad que seremos, la conectividad vial, ciclística, peatonal y fluvial que tendremos y así, definir el uso que se dará a los espacios disponibles o renovables de nuestro casco urbano. Una vez definido este Plan Maestro, podremos definir evaluar el impacto, y por ende la ubicación de importantes inversiones con objetivo público, como el futuro Barrio Cívico.

En conclusión, vemos con precaución la instalación de un nuevo Barrio Cívico en la ubicación planteada debido a, entre otros, los riesgos enumerados anteriormente, y llamamos a nuestras autoridades a evaluar la iniciativa.

Felipe Spoerer Price


Columna