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Cuba y EE.UU. sostienen primera cita bilateral en más de medio siglo

Cumbre. El Presidente Barack Obama manifestó su voluntad de "pasar la página" a las viejas divisiones, y el Mandatario Raúl Castro exculpó al actual jefe de la Casa Blanca de la política estadounidense con la isla.
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Los líderes de EE.UU. y Cuba sostuvieron ayer su primera reunión formal en más de medio siglo para allanar el camino para una normalización de relaciones, y que pareció impensable para cubanos y estadounidenses de varias generaciones.

En una pequeña sala de conferencias en el centro de convenciones de Panamá donde se celebró la Cumbre de las Américas, los presidentes Barack Obama y Raúl Castro se sentaron uno al lado del otro en un intento por impulsar un esfuerzo que lleva varios meses para reanudar las relaciones. Obama dijo que quería "pasar la página" en referencia a las viejas divisiones, aunque reconoció que aún existen diferencias significativas entre ambos países.

"Esta es obviamente una reunión histórica", dijo Obama poco después del encuentro. "Creo que era hora de probar algo nuevo, que era importante para nosotros acercarnos al Gobierno cubano", agregó. "Y más importante, al pueblo cubano", recalcó.

Castro manifestó al Mandatario estadounidense que estaba listo para discutir asuntos sensibles, como los derechos humanos y la libertad de prensa, y afirmó que "todo puede discutirse".

"Estamos dispuestos a avanzar en la forma en que el Presidente ha descrito", dijo Castro. El histórico encuentro se celebró al margen de la Cumbre de las Américas, a la que Cuba asistió este año por primera vez. Aunque la reunión no se anunció oficialmente, asistentes de la Casa Blanca habían sugerido que los dos líderes estaban buscando una oportunidad para reunirse en Panamá para discutir los esfuerzos por abrir embajadas en La Habana y Washington.

Horas antes, ambos mandatarios intervinieron en la sesión plenaria de la cumbre. En su discurso -el primero en esta instancia-, Castro hizo un relato histórico de "agresiones imperialistas" a América Latina, pero exculpó de ellas al Presidente Obama.

En un discurso que duró 42 minutos, el líder cubano abundó en su relato sobre las "guerras, conquistas e intervenciones" de EE.UU., al que se refirió como "fuerza hegemónica que despojó de territorios a toda nuestra América y se extendió hasta el río Bravo".

Cuando concluía el repaso histórico, Castro decidió ofrecerle "disculpas" a Obama. "La pasión me sale por los poros cuando de la revolución se trata, pero le pido disculpas al Presidente Obama porque él no tiene nada que ver con todo esto", declaró.

"Todos (los presidentes de EE.UU.) tienen deudas con nosotros, pero no el Presidente Obama", que "es un hombre honesto", aseveró. Castro también le dejó a Obama una firme exigencia en relación a Venezuela, un país del que sostuvo que "no es ni puede ser una amenaza contra la seguridad de EE.UU.".