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Fuerte de San Carlos se niega a desaparecer

en corral. La histórica fortificación no permanece al cuidado de ninguna institución en la actualidad.
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Un cañón y dos bloques de muralla de cancagua y laja, son prácticamente los únicos vestigios que perduran de lo que fue alguna vez el Fuerte de San Carlos, ubicado en la comuna de Corral, en un peñón rocoso denominado "el Morrito" y que queda aislado con la marea alta.

En la actualidad, las ruinas de la fortificación no permanecen al cuidado de ninguna institución y se encuentran rodeadas de una densa vegetación. Al sitio puede llegar cualquier persona que lo desee pues permanece abierto; sin embargo, implica un riesgo por su difícil acceso, ya que se debe cruzar por roqueríos en marea baja y escalar una de las laderas del islote.

La fortificación se comenzó a construir en 1764 y originalmente poseía una batería de once piezas. Su construcción fue ordenada por el gobernador de la época Félix de Berroeta.