Secciones

"La meta es recuperar la senda del Wanderers y volver a estar en lo más alto"

E-mail Compartir

El pasado viernes 17 se cumplieron 10 años desde que el club Unión Wanderers General Lagos fue campeón de Chile del fútbol amateur, una hazaña que ninguna otra institución valdiviana ha conseguido.

Actualmente, el elenco caturro está jugando el Regional de Clubes Campeones y su capitán, Víctor Soto Kaempfer, es uno de los pocos jugadores que aún sigue en el plantel de honor y que vivió a flor de piel el título de Chile.

Soto fue parte de un grupo de jugadores emblemáticos como Patricio González, Juan Pablo Medina, Osvaldo Lledo, Jaime Montory, Carlos Uribe, Carlos Rojas, Cristian Saldivia (el otro futbolista que aún juega en Wanderers), Claudio González, Cristian Wastavino, Marcos Salazar, Carlos Mercado y Ricardo Olearte, entre otros, que dieron esa alegría a Valdivia junto al entrenador Patricio Altermatt.

Pero el secreto de ese éxito tiene varias etapas y personas claves. Soto tomó la palabra para recordar ese título y unir ese pasado de gloria con un presente que podría ser auspicioso.

¿Cómo recuerdas ese título del 2005?

-Fue una linda experiencia. Wanderers tenía una gran cantidad de jugadores bastante técnicos y con experiencia. Buscaba hace años ser campeón regional y no lo podía lograr. La directiva e hinchas hicieron el gran esfuerzo de poder traer a gente y formar un plantel que con el tiempo se empezó a afiatar. Comenzamos a entrenar todos los martes y jueves, fuertes y consolidados. Entrenábamos en el Parque Municipal, aunque no hubiera luz y poníamos un foco.

Pero al principio no se llegaba a entrenar.

-En la pretemporada que hicimos con el profesor Jorge Caroca en el Fundo Teja Norte llegamos a entrenar siete jugadores y de a poco se fue acoplando el resto. Cuando el grupo se afiató éramos 17 y 18 y hasta 20 jugadores los que íbamos a entrenar. Después, en la cancha corríamos y lo que marcó la diferencia fue la parte técnica y física, porque el Parque es uno de los estadios más "comepiernas"... El plantel entendió lo que quería el club, lo que quería el entrenador, lo que quería la hinchada y nos lo tomamos en serio. Cuando ganamos el Interregional, nos ayudó en el camarín íntimo. La concentración no fue para tenernos encerrados, sino para conversar entre nosotros las tácticas. En el camarín pasan muchas cosas y eso hizo que el grupo humano crezca, se fortalezca. Eso fue un tema importante.

¿Cómo vivieron la etapa de ganar el Interregional y después el título de Chile?

-Después de ganar el Interregional, fue una alegría tremenda. Nos dieron más ganas de seguir entrenando y no parábamos, aunque la final de Chile era en dos meses más. A los entrenamientos empezó a llegar la barra y era algo lindo ver gente que nos motivaba. El Santa Amelia de San Francisco de Mostazal tenía a gente de Rancagua, que había jugado en el fútbol profesional. Nunca pensamos que íbamos a ganar con un 6-0 de local, fue un excelente partido, el mejor que jugamos. Pero no estábamos tan tranquilos, porque si ellos nos ganaban de visita aunque fuera por 1-0 teníamos que irnos a los penales. El título se definía por puntos, no por diferencia de gol. Al final ganamos 5-0.

¿Cómo fue el viaje?

-La directiva lo planificó todo. Nos fuimos dos días antes a Santiago y alojamos en la Anfa Chile. Entrenamos temprano, porque consiguieron un gimnasio y fuimos a ver un partido de Colo Colo con Palestino para hacer algo no tan tenso, sino que más dinámico, para que haya tranquilidad. No hubo una presión y eso fue un trabajo que hizo Germán Uribe, Isaías Oliva y toda la directiva. El esfuerzo no fue sólo de los jugadores, sino que hubo un complemento. Viajábamos tranquilos, hasta con un bus salón cama y como jugador te sentías diferente, digno y eso ayudó mucho.

Inolvidable entonces.

-Sí. En Valdivia hice 2 goles de penal y en Mostazal cuando íbamos 2-0, me perdí un penal. Me sentí bajoneado y cuando hicimos los otros tres goles, lo único que queríamos era que terminara el partido. Fue lindo. Uno como capitán vive muchas emociones. Siempre les decía que paso a paso y tiempo al tiempo y con trabajo se logran muchas cosas y creo que este grupo, empezando por la hinchada, la directiva y los jugadores, hicimos un trabajo extraordinario y el logro de ser campeones de Chile ese 17 de abril de 2005. Para todos fue una alegría tremenda, para nuestras familias que quedaron muchas veces de lado por ir a entrenar, jugar o viajar. Recuerdo que llegaron dos buses de hinchas y sentíamos una parte de la galería que era nuestra. Fue una tarde-noche inolvidable.

Y ahora sigues en Wanderers y eres uno de los pocos de ese plantel que no se fue.

-Después de ser campeones de Chile, costó mucho mantener la continuidad en lo futbolístico. Hubo muchos jugadores que empezaron a irse de la institución y llegaron personas más jóvenes para el recambio y mantener el nivel. Yo aposté por la continuidad, pero estuve dos años un poco retirado de los entrenamientos, porque me dediqué a estudiar en Inacap. Igual iba a jugar los fines de semana, pero ya no estaba 100 por ciento con el plantel. Este año tomé la decisión de que será mi último año de jugar en la serie de honor, porque ya cumplí un ciclo de edad. Tomé el compromiso personal de volver a estar con los jóvenes, de entregar mi experiencia a todos mis compañeros, a la juventud que viene y que es buena en la parte anímica. Hay mucho potencial y gente que está con esa fuerza y garra que es de la institución. Tiene esa humildad que se necesita en el fútbol y las ganas. Hemos ido quemando etapas paso a paso, no pudimos ser campeones el año pasado, hicimos un proceso, pero este año sumamos gente y creo que poco a poco se van a ir dando los frutos.

¿La meta es ser campeones regionales de nuevo?

-Sí, esa es la meta. Recuperar el título, recuperar la senda del Wanderers, de estar en lo más alto, donde siempre ha estado en años anteriores. Creo que no será fácil. Lo más difícil es mantenerse y cuando uno se cae, lo importante no es cuando cayó, sino cuando se levantó. Esta institución se ha vuelto a levantar, ha creído nuevamente y estamos trabajando para eso. Nuevamente está Isaías Oliva y como DT Jorge Caroca, en un nuevo proyecto. Sin duda, los proyectos son a largo plazo y hay gente que no entiende eso. En el fútbol, los resultados no son rápidos y hay que tener paciencia.

Víctor Soto Capitán de U. Wanderers

La seriedad de un trabajo

La secuencia de entrenamientos y la disciplina del grupo hicieron que el estado físico del plantel sea la mejor arma de Wanderers. Pocos planteles amateur se dan el tiempo para entrenar o hacer fútbol, pero para los caturros fue la fórmula esencial. Víctor Soto comentó que "cuando no teníamos la cancha del Parque Municipal, entrenábamos en la cancha del maicillo y a lo mejor no había trabajo con balón, pero había un trabajo táctico que es importante y que antiguamente no se veía en clubes amateur".

35

años tiene Víctor Soto y éste será su último año como futbolista del plantel de honor caturro.

13

años lleva Soto como jugador del Wanderers, tras un breve paso por Teniente Merino y Nontuelá.

11

goles en los dos partidos de la final anotó Wanderers, para ser campeón de Chile. No le hicieron ninguno.