Secciones

Nave se precipita a la Tierra de manera descontrolada y no se sabe cuándo ni dónde caerán sus restos

E-mail Compartir

El carguero espacial ruso Progress M-27M se precipita hacia la Tierra sin que se sepa exactamente cuándo ni dónde caerán sus restos, en un doloroso revés para la industria aeroespacial de Rusia.

"Pronosticar con exactitud la fecha y lugar donde caerán los fragmentos del Progress que no se desintegren en la capas densas de la atmósfera sólo será posible unas horas antes de que esto ocurra", dijo a la agencia oficial rusa RIA Nóvosti una fuente del sector aeroespacial. La misma fuente añadió que la velocidad del descenso dependerá del estado de la atmósfera y del viento solar, pero recalcó que "en las últimas 24 horas la nave de carga ya ha perdido decenas de metros de altitud".

Las naves Progress, que se usan desde hace 35 años, son uno de los grandes orgullosos de la industria aeroespacial rusa, con un historial prácticamente inmaculado: hasta ahora habían sufrido un solo accidente, en 2011.

El Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia perdió el control del carguero, lanzado desde un cosmódromo en Kazajistán a las 07.10 GMT del martes, después de que éste quedara situado en una órbita errónea y dejara de enviar datos a la Tierra debido a que no se desplegaron todas sus antenas.

Todos los intentos por retomar el control de la nave automática, que debía llevar a la Estación Espacial Internacional (EEI) cerca de 2,5 toneladas de suministros -combustible, oxígeno, alimentos, equipos científicos-, han sido hasta ahora infructuosos.

El CCVE anunció que continuará tratando de establecer una comunicación con la Progress que permita darle ordenes, ya que de conseguirlo se podría controlar hasta cierto punto su caída.

Ésta podría producirse la próxima semana, entre los días 5 y 7 de mayo, según la corporación Energuia, fabricante de los cargueros.

El jefe del programa de vuelos del segmento ruso de la EEI, Vladímir Soloviov, indicó que la experiencia de los anteriores hundimientos de las naves Progress en el océano Pacífico muestran que los elementos del carguero no llegan hasta la superficie de la Tierra.

"Como regla, se queman en las capas densas de la atmósfera, a unos 60 kilómetros altura", explicó Soloviov, en rueda de prensa.

Las autoridades de sector aeroespacial ruso coinciden en que la pérdida de la Progress no afectará a los actuales tripulantes de la EEI: los rusos Antón Shkaplerov, Guennadi Padalka y Mijaíl Kornienko, la italiana Samantha Cristoforetti y los estadounidenses Terry Virts y Scott Kelly.

"Hemos hecho un inventario de lo que hay a bordo (de la EEI) y puedo decir que hay suficientes reservas de todo: oxígeno, agua, combustible", dijo Soloviov, quien agregó que debieran bastar hasta la llegada del próximo carguero, prevista para el 6 de agosto.

Advierten de un aumento de bacterias resistentes a los antibióticos

Salud La OMS asegura que infecciones que en las últimas décadas se volvieron curables gracias a estos fármacos podrían empezar a matar nuevamente.

E-mail Compartir

Infecciones que en las últimas décadas se volvieron curables gracias a los antibióticos podrían empezar a matar nuevamente por el aumento de las bacterias resistentes a estos fármacos, advirtió ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Una evaluación mundial -para la que 133 países aportaron datos- revela que este problema ya se ha convertido en una de las mayores amenazas para la salud global y que ignorarla sería "catastrófico".

La OMS confirma así que, sin medidas que lo eviten, el mundo se dirige a "una era postantibióticos", en la que "enfermedades comunes y heridas menores tratables por décadas pueden empezar nuevamente a matar", dijo en una rueda de prensa el experto de la OMS Charles Penn.

Las patologías comunes a las que se refería van desde la neumonía hasta el Sida, pasando por la tuberculosis.

Cada año, por ejemplo, se registran cientos de miles de nuevos casos de tuberculosis multiresistente que es imposible de tratar.

Asimismo, existe el peligro de que se pierdan los beneficios de los avances médicos conseguidos mediante la quimioterapia o las cirugías mayores, agregó Penn.

El uso durante largo tiempo de los antibióticos y otros antimicrobianos genera naturalmente un proceso de resistencia, pero éste se acelera cuando se utilizan de forma excesiva, inapropiada o cuando son de mala calidad.

Uno de los principales problemas hallados es que la venta de antibióticos y otras medicinas antimicrobianas sin prescripción médica es habitual es muchos países, a lo que se suma la disponibilidad de medicamentos por Internet. Esto último provoca que las personas puedan tener acceso a medicamentos que no podrían comprar en una farmacia sin receta médica, incluso en países donde existe una buena regulación al respecto.

"La venta de antibióticos sin prescripción es muy común en todo el mundo, lo que hace que el potencial de mala utilización sea muy alto", explicó el especialista de la OMS.

Según la evaluación de la organización -que declina apuntar a países específicos-, más de la mitad de los Estados de América aportaron datos indicando que la venta de medicinas antimicrobianas se hace sin receta médica.

"La gente tiene más conciencia que antes (de los riesgos del mal uso de los antibióticos), pero en general todavía es baja. Hay personas que siguen pensando que los antibióticos funcionan para infecciones virales, lo que hace que los usen cuando no es necesario", señaló Penn.

A esta situación contribuye que muchos países carezcan de directivas de tratamiento, lo que aumenta no sólo la automedicación, sino el mal uso o elección del antibiótico por parte de los médicos.

Otro factor que incrementa la incidencia de la resistencia es el que el tratamiento no sea completado.

El tercer problema encontrado son las medicinas de poca calidad y que no contienen la cantidad apropiada del ingrediente activo, lo que resulta en una dosificación menor a la que se cree.

Esta situación se agrava en el caso de los fármacos falsificados.

El informe presentado ayer servirá de base de discusión al plan global de acción para combatir la resistencia a los antimicrobianos que los países miembros de la OMS abordarán en su asamblea anual de mayo en Ginebra.

Sólo uno de cuatro países que aportaron información para el estudio cuentan con un plan de acción nacional al respecto.

Sobre el uso de antibióticos en la industria alimentaria y su impacto en las personas, Penn confirmó que esta relación existe.

"Hay ciertas evidencias de que el uso excesivo (de antibióticos en animales para el consumo) puede llevar a la presencia de bacterias resistentes en animales y esto puede impactar en la aparición de resistencia a esos antibióticos en la población humana", comentó.

El funcionario agregó, sin embargo, que todavía hace falta más información sobre esta cuestión.

¿Qué es la resistencia a antimicrobianos?

La resistencia a los antimicrobianos es la resistencia de un microorganismo a un medicamento antimicrobiano al que originalmente era vulnerable. Los organismos resistentes (bacterias, hongos, virus y algunos parásitos) pueden resistir ataques de medicamentos antimicrobianos tales como antibióticos, fungicidas, antivirales y antipalúdicos, de tal forma que los tratamientos convencionales se vuelven ineficaces y las infecciones persisten, lo que según la OMS, incrementa el riesgo de propagación.

133

países aportaron datos a la OMS sobre el uso de antibióticos. En más de la mitad de los países de América se venden sin receta.

1942

el estadounidense Selman Waksman, premio Nobel de Medicina, utilizó por primera vez el término "antibiótico".