Nuestros humedales
Esta semana me toco participar como expositor en un coloquio de humedales, organizado por el senador Alfonso de Urresti y creo que por primera vez el Estado, está pasando del análisis a la acción, sumándose así a los esfuerzos notables de nuestros vecinos organizados.
En este encuentro hay dos frases o ideas que son dignas de destacar y con el permiso de su o sus autores, quiero compartir:
"Los humedales no son un problema, sino una oportunidad", me parece que es fundamental, que aquellos denominados despectivamente como hualves y que hoy son considerados por varios como un problema, sean recuperados como parte de nuestro patrimonio ambiental y cultural. Y digo ambiental en el sentido de los importantes aportes en la existencia de especies, su contribución sanitaria y lo más visible, que permiten que nuestras ciudades no se inunden. Y además es cultural, pues luego del terremoto del ´60, reconstruimos nuestras ciudades sobre y alrededor de ellos. Así el problema no son los humedales, el problema es el uso que nosotros les damos: basurales, acopio de leña, talleres mecánicos, depósitos de chatarra, botadero de residuos líquidos contaminantes y desechos tóxicos, entre otros usos, todos sin permiso, regulación o respeto por el medio ambiente y la salud. Por eso hoy es la oportunidad de hacer, pues una ciudad que quiere ser sustentable, jamás podrá optar a ese título sin lograr el equilibrio entre el desarrollo inmobiliario y sus humedales.
"No puede ser que para avanzar en la protección los humedales dependamos de la autoridad de turno", afortunadamente cada vez son más las autoridades políticas que se suman para recuperar y defender nuestra riqueza, aun cuando los humedales son apolíticos y no votan. Por eso celebramos las acciones de los municipios de Futrono y Panguipulli y agradecemos al asesor anónimo del municipio de Valdivia, que permitió que el alcalde que se oponía a tener una ordenanza hoy la anuncie como realidad. Por eso, la ministra de Vivienda y Urbanismo Paulina Saball, dijo presente y vamos a generar obras para recuperar, conservar y proteger humedales urbanos y no como obras aisladas, sino como parte de una planificación urbana, inédita para Chile.
Hoy el desafío de nuestros parlamentarios y de los servicios públicos, es lograr frenar el apetito inmobiliario, del lucrativo negocio de rellenar los humedales y que nuestro patrimonio tenga la protección legal suficiente para evitar su destrucción y para permitir obras de recuperación y conservación.
Carlos Mejías
Columna