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La producción de vino chileno anotó caída de 18 por ciento el año pasado

Industria. Según la Organización Internacional de la Viña y el Vino, en el país se produjeron 10,5 millones de hectolitros de este producto en 2014. El consumo mundial de esta bebida alcohólica también registró un retroceso respecto de 2013.

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Un informe de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) mostró que la producción vitivinícola en Chile anotó una disminución de 18% en 2014 respecto del año anterior, una de las caídas más significativa registradas por ese organismo en su último balance.

El documento, que detalla la situación del mercado y los intercambios internacionales del año pasado, indica que en Chile se produjeron 10,5 millones de hectolitros (Mill. hl) de vino en 2014.

El retroceso local está en línea con lo registrado a nivel mundial. Tras un año récord en 2013, con una producción de 291 millones de hectolitros, la producción global de vino disminuyó en 2014 a un total de 279 millones de hectolitros, lo que, de todas formas, para la OIV es "un buen nivel".

En Europa, tanto Francia como Alemania lograron un aumento significativo de 11%, con 46,7 y 9,3 millones de hectolitros, respectivamente. Mientras que Rumania, Italia y España experimentaron retrocesos respectivos de 20%, 17% y 9%, con 4, 44,7 y 41,6 millones de hectolitros, respectivamente, después de "cosechas importantes" en 2013, de acuerdo con la OIV.

Fuera de Europa, EE.UU. (22,3 millones de hectolitros) y Sudáfrica (11,3 millones de hectolitros) mantuvieron buenos niveles de producción, destacó la organización en su informe.

A su vez, agregó el documento, la producción se estabilizó en Argentina (15,1 Mill. hl), mientras que experimentó un ligero descenso en Australia (12 Mill. hl).

"También es digna de destacar la vinificación récord en Nueva Zelanda (3,2 Mill. hl)", resaltó el reporte.

Junto con Chile, otra disminución importante la registró China, con una producción 5% más baja que en 2013, al totalizar 11,1 millones de hectolitros.

El balance también consigna una ligera disminución del consumo mundial de vino en 2014. De acuerdo con la OIV, éste se evaluó en 240 millones de hectolitros, lo que implica una disminución de 2,4 Mill. hl con respecto a 2013. "Los países tradicionalmente consumidores prosiguen su retroceso (o estancamiento), en beneficio de nuevos países consumidores en Europa y en otras regiones", aseguró.

En el caso de EE.UU., con 30,7 Mill. hl, "confirma su posición de primer consumidor mundial", en opinión de la OIV.

Francia (27,9 Mill. hl) e Italia (20,4 Mill. hl), de conformidad con las últimas tendencias, continuaron su retroceso entre 2013 y 2014, respectivamente, de 0,9 Mill. hl y 1,4 Mill. hl . El nivel de consumo de vinos en China, en tanto, se evaluó en 15,8 Mill. hl, lo que implica una disminución de 1,2 Mill. hl con respecto a 2013.

Sobre los intercambios mundiales de vino, la entidad indicó que en 2014 éstos aumentaron un 2,6% en términos de volumen en relación a 2013, pero se mantuvieron estables en valor.

Para el organismo, la proporción de las exportaciones en botella sigue siendo significativa, con una ligera alza del porcentaje correspondiente a los vinos espumosos (+1%) entre 2013 y 2014, y la continuación del aumento de las exportaciones de vinos a granel.

Finalmente, la OIV proyectó para este año una "ligera reducción" de la producción de aproximadamente un 3% respecto de 2014.

El informe

En Chile se produjeron 10,5 millones de hectolitros de vino en 2014, 18% menos que en 2013.

Tras un año récord en 2013, la producción mundial de vino disminuyó en 2014 a 279 millones de hectolitros.

El consumo mundial de vino disminuyó en 2,4 millones de hectolitros el año pasado con respecto a 2013.

La OIV es un organismo intergubernamental, de carácter científico y técnico, compuesto por 46 Estados miembros.

30,7

EE.UU. registró un consumo de vino de 30,7 Mill. hl, lo que confirma su posición de primer consumidor mundial.

27,9

Francia anotó un consumo de vino de 27,9 Mill. hl el año pasado, continuando su tendencia a la baja.

Las negociaciones entre Grecia y sus acreedores vuelven a estancarse

Europa. Las conversaciones para obtener liquidez fueron interrumpidas por la insistencia de los socios en temas laborales.

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Grecia no consigue salir por ahora de la dificultad de las negociaciones con sus acreedores, que volvieron a estancarse en un momento en el que el Gobierno de Atenas confiaba en una señal positiva que permitiera una primera inyección de liquidez.

Según fuentes gubernamentales citadas por los medios locales, las conversaciones en el denominado Grupo de Bruselas quedaron suspendidas el sábado y se reanudarán hoy, con el objetivo de lograr un principio de acuerdo el miércoles.

Aunque en los últimos días ambas partes hablaron de avances, la última información filtrada por los medios locales es que las conversaciones sufrieron una interrupción por la insistencia de los socios en temas laborales.

Los representantes de las denominadas instituciones formadas por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) insisten aparentemente en exigir la liberalización del despido y en rechazar los planes del Gobierno griego de restaurar la negociación colectiva.

Fuentes gubernamentales hablan de una actitud "incomprensible" de las instituciones en estas cuestiones, que junto a la restauración a medio plazo del salario mínimo y del pago extraordinario de las pensiones más bajas, conforman las "líneas rojas" que el Gobierno griego dice no estar dispuesto a cruzar.

"Nuestras líneas rojas no son sólo medidas de justicia social, sino acciones necesarias para que la economía salga de la recesión", insistió este fin de semana el vocero del Gobierno, Gavriil Sakelaridis, en una entrevista con el diario económico Agorá.

Grecia había apostado por obtener el fin de semana al menos un acuerdo que permitiera al Eurogrupo emitir un primer informe positivo con vistas a la próxima cita del BCE el miércoles.

En esta reunión, según citan varios medios al miembro del consejo de Gobierno del BCE, Benoit Querrey, el banco emisor podría elevar el umbral de letras a corto plazo que Grecia tiene permitido emitir, cuyo techo actual es de 15.000 millones de euros, límite alcanzado ya el año pasado.

Este aumento constituiría un pequeño balón de oxígeno, pues actualmente toda subasta de letras del Tesoro sólo sirve para sustituir títulos que vencen, pero no para obtener liquidez adicional.

En la citada entrevista, Sakelaridis aseguró que por el momento no hay problemas para hacer frente al pago de salarios y pensiones. No obstante, aseguró que en caso de plantearse la disyuntiva entre cumplir los compromisos financieros internacionales y abonar salarios y pensiones, el Gobierno optaría por lo segundo.