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Chinitas asiáticas o arlequín: más que un peligro, son una molestia

investigación. Científicas de las universidades Católica y de Chile aclaran que estos insectos no son peligrosos para la salud del ser humano; pero sí, una amenaza para la biodiversidad, ya que se ha detectado una baja en la población de la chinita nacional.

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Las denuncias y registros originados durante las últimas tres semanas en Valdivia, Lanco, Futrono, Río Bueno, La Unión, Paillaco, Los Lagos, Lanco y Panguipulli indican que la chinita asiática o chinita arlequín (nombre científico: Harmonia axyridis) llegó a la región y para quedarse durante un buen tiempo.

Al menos eso es lo que reflejan los constantes llamados de particulares al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG); los reportes enviados a las profesoras e investigadoras Audrey Grez y Tania Zaviezo, a través de su página www.chinita-arlequin.uchile.cl; y las denuncias a través de las redes sociales.

Ya el año 2010, Grez y Zaviezo hicieron un primer llamado de alerta acerca del peligro que esta nueva especie podía representar para las chinitas chilenas (eriopis chilensis) y algunos cultivos agrícolas, especialmente del área de la vitivinicultura.

Pero más allá del campo, no son peligrosas. Las científicas, la autoridad de Salud y el SAG coinciden en que no revisten riesgo alguno para la salud del ser humano.

DOS INTRODUCCIONES

La chinita asiática fue introducida originalmente en el país para combatir a una de las plagas más comunes de la agricultura: los áfidos o pulgones.

La primera introducción fue en 1998 y correspondió a un programa del INIA, pero nunca fue recapturada y tampoco reapareció en los campos chilenos.

Más tarde, en 2008, las investigadoras Audrey Grez y Tania Zaviezo -de la Universidad de Chile y Pontificia Universidad Católica, respectivamente- encontraron los primeros ejemplares, como parte de sus estudios regulares de otras especies de coccinélidos presentes en sus cultivos experimentales de alfalfa.

En ese tiempo, su presencia se remitía a las regiones Metropolitana y de Valparaíso y según los antecedentes que recopilaron, otros investigadores habían detectado su presencia desde el año 2005.

Esta segunda introducción es considerada accidental y se habría producido -según los estudios genéticos- desde el este de Estados Unidos, hacia donde también fue introducida desde Asia. Esta es la variedad que está invadiendo casas en varios países y en el caso específico de Chile, su presencia hoy está distribuida entre las provincias de Copiapó y Osorno.

La profesora Zaviezo señala que se trata de una especie invasora grande y voraz, que es utilizada en varios países como controlador biológico de los pulgones, factor que determinó su introducción en Chile. "Los franceses seleccionaron una raza que volaba muy poco, para su uso en invernaderos y otros lugares", indica la investigadora.

Agrega que en la página www.chinita-arlequin.uchile.cl tienen alrededor de 1.300 reportes en los últimos tres años y que en el caso específico de Valdivia y la región de Los Ríos, durante las últimas tres semanas han tenido un aumento "explosivo" de denuncias.

Esta situación -agrega Zaviezo- se produce porque el otoño es la época del año durante la cual las chinitas Arlequín se refugian e hibernan en las casas: "Es así como se transforman en más evidentes para la población. Si alguien las encuentra en un campo de alfalfa, no va a denunciar. Pero cuando se meten en masa a la casa, cambia la situación".

PELIGRO

¿Por qué la chinita asiática es peligrosa para la chilena?

De partida, Tania Zaviezo manifiesta que la chinita asiática es más grande y voraz que el resto. "Hemos estudiado -por ejemplo- que la especie nativa come 10 áfidos o pulgones al día y ésta come 30. Tiene sus preferencias de alimentación, pero si no encuentra se puede alimentar de otras cosas, porque depreda: huevos de otra chinita, de mariposa".

Pero, resalta que el peligro para la especie nacional es evidente. "En Chile había una especie nativa muy común en alfalfales y cultivos anuales: la eriopis chilensis, de espalda cuadriculada, la que hemos notado que ahora es más escasa. Puede ser porque compiten por alimentos o porque una depreda los huevos de la otra. Entonces, la disminución puede producirse por un doble efecto: competencia por alimento o que la asiática de alimenta de estados inmaduros de la chilena".

Hasta ahora, la chinita asiática no es considerada una plaga. Pero, ¿podría llegar a serlo? Zaviezo aclara que para ser considerada como tal, debería producir algún problema de salud o alimentarse de nuestros alimentos o de algo que consideremos un bien.

"Sí es depredadora, un insecto invasivo que ocasiona problemas desde el punto de vista ecológico o de la conservación, porque hay estudios que demuestran que las otras especies disminuyen", agrega.

Sin embargo, hay un impacto que se puede considerar como plaga, asegura la investigadora: "Tiende a colonizar la uva en esta época. Tienen un compuesto defensivo que secretan y que puede ser contaminante. Entonces, cuando se cosecha la uva con maquinaria, el insecto cae junto con la uva y si se produce jugo o vino, hay un efecto que hace disminuir la calidad".

CON EL SER HUMANO

Cuando comenzaron a aparecer estas especies en la región, especialmente en los domicilios, la reacción y sorpresa fueron inmediatas.

"La gente se impacta porque es algo raro, que por ejemplo una persona puede encontrar en el closet, en grandes cantidades, pero no se conoce que pueda afectar a la salud de las personas. Algo muy accidental podría ser una mordida, pero no tiene veneno. Sería como un pellizcón. No sabemos de casos de alergia, pero si los hay será uno en un millón", asegura la investigadora de la UC.

El encargado regional de prospección agrícola y forestal del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en Los Ríos, Daniel Cabello, ratifica la situación. "El lunes 20 de abril empezaron a llegar las denuncias. Incluso en mi casa, detecté su presencia hace dos semanas. Hemos recibido muchos llamados, más desde que el problema apareció en las redes sociales y el diario".

Mientras tanto, en Valdivia, Ivon Carmona recuerda nítidamente que en su casa aparecieron el sábado 18 de abril en la tarde y que "cuando las atacas con insecticida, botan un líquido amarillo verdoso, se aferran con fuerza a las cortinas. Son muy molestas y porfiadas".

"Yo entré en pánico. Mi casa estaba llena, caminaban por las paredes, fue horrible. Eran muchas", agrega Katherine Prambs.

Yenifer Alvarez señala que encontró una el miércoles de la semana pasada y la mantiene guardada en un frasco. "No sé mucho de ellas, solo lo que leí ese día. Sé que su mordedura no tiene ningún efecto y que se come a la chinita pequeña, la que todos conocemos".

En tanto, Fernanda Jaramillo relata: "Tuvimos un nido en una de las ventanas del segundo piso, pero con Raid y harta paciencia, parece que ya no hay más".

Para tranquilidad de la población, desde la Secretaría Regional Ministerial de Salud aseguran que no son nocivas para el ser humano, "porque no utilizan un vector sanitario. O sea, no transmiten enfermedades a las personas".

¿QUÉ HACER?

Desde el SAG, Daniel Cabello reitera que son "un problema doméstico" y que su control o combate no está dentro del ámbito de acción del SAG, "porque no es competencia nuestra controlar insectos en las casas. No es una plaga cuarentenaria o de importancia económica y además está presente desde hace varios años en el país".

La investigadora Tania Zaviezo ratifica que efectivamente, las chinitas arlequín son una molestia, más que una plaga, "porque tampoco comen el alimento o la ropa de las personas, por ejemplo. Son una molestia porque manchan alfombras, cortinas, si las apretujan tienen un mal olor, etc. A la larga, recomendamos aspirarlas, meterlas a un frasco y aplicar insecticida" e insiste en que "no hay ningún estudio que demuestre que sean nocivas para el ser humano".

Y agrega que por las molestias que produzca esta especie, la gente no debe generalizar. "Las otras chinitas son beneficiosas y no queremos que por una invasora, el público en general tome una mala imagen de lo que son estos insectos, que son positivos para nosotros. No hay que alarmarse por la situación. Son solamente una molestia y lo recomendable es eliminarlas cuando las encuentren".

El estudio y los datos de cómo ha sido el proceso de invasión en Chile serán presentados por las investigadoras Audrey Grez y Tania Zaviezo, en un congreso que se realizará la próxima semana, en Dinamarca.

"No hay que alarmarse por la situación. Son solamente una molestia y lo recomendable es eliminarlas cuando las encuentren".

Tania Zaviezo, Doctora en Entomología

Características

Larva Se diferencia de la de otras especies de coccinélidos en que posee grandes penachos naranjos y negros a lo largo de su cuerpo.

Hábitos Los individuos adultos -durante el otoño- forman grandes agrupaciones al interior de hogares y otras construcciones.

Depredadoras Los adultos y larvas son voraces y se alimentan principalmente de pulgones, pero también de otros insectos, incluidas otras especies de chinitas.

Reconocimiento Tienen una W o M (dependiendo desde dónde se mire) negra sobre un fondo blanco en el pronoto (parte anterior del tórax). Sin embargo, esta mancha no siempre está bien delimitada.

Página Quienes tengan casos de chinita asiática, pueden enviar sus registros a la página www.chinita-arlequin.udechile.cl, donde las científicas Audrey Grez y Tania Zaviezo desarrollan un estudio a nivel nacional.

¿Cómo combatirlas?

Las investigadoras Grez y Zaviezo plantean que en el mundo no existe un método de control que sea efectivo y específico para esta especie, sin dañar a las otras chinitas. Agregan que "la única estrategia con la que se cuenta actualmente consiste en atraparlas en el momento en que ingresan a hibernar a las viviendas. Para esto recomendamos recogerlas mecánicamente (usando pala, escoba, pincel, aspiradora, etc.), luego introducirlas en un frasco y finalmente aplicarles una pequeña cantidad de insecticida de uso común del hogar y cerrar el frasco". Posteriormente, recomiendan limpiar profundamente las zonas donde tienden a agruparse.

6.5 a 8 milímetros

mide la chinita asíática, tamaño mucho mayor a la de los demás coccinélidos. La chinita chilena es una de las más pequeñas que conocemos.

9 manchas negras

y ordenadas en filas tiene en cada ala, de color anaranjado a rojizo, Si bien esta es la forma más común en Chile, es posible encontrar algunas variedades en que domina el color negro.

3 son los problemas

básicos que producen: hibernan al interior de los hogares, amenazan a nuestra biodiversidad y provocan perjuicios en la agricultura, especialmente en la producción de uvas.