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Familiares sepultaron los restos de los obreros asesinados en Chihuío

homenaje. Para despedirlos marcharon desde el centro de Valdivia hasta el Cementerio Municipal. En ese lugar viudas, hijos, nietos y amigos los recordaron, a 41 años de su muerte.

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Durante una hora y media los familiares y amigos de los cuatro ejecutados políticos del Caso Chihuío -cuyos restos fueron entregados a sus familias el viernes, luego de ser verificadas sus identidades- caminaron en caravana desde la Casa de la Memoria hasta el Cementerio Municipal de Valdivia.

Quisieron brindarles un último adiós. Y para eso, cuatro carrozas fúnebres y un centenar de personas avanzaron por calle Pérez Rosales, rodearon la Plaza de la República y luego siguieron por avenida Picarte, hasta llegar al cementerio. Durante todo el trayecto -que comenzó a las 13 horas y finalizó a las 14.30 horas- entonaron canciones religiosas, acompañados por dos guitarristas y un acordeonista.

Despedían a Rosendo Rebolledo Méndez, José Orlando Barriga Soto, Sebastián Mora Osses y Narciso Segundo García Cancino, trabajadores forestales e integrantes del sindicato "La esperanza del obrero", quienes fueron asesinados en octubre del 1973 (ver recuadro). César Rebolledo, hijo de Rosendo Rebolledo, caminó con la caravana y aseguró que "lo importante es que se siga investigando. Si se siguen teniendo noticias de los otros restos que se tienen que investigar, queremos que se nos informe".

en el memorial

Al llegar al cementerio, las cuatro pequeñas urnas con los restos fueron bajadas de las carrozas y trasladadas por los familiares hasta un patio en el que fue construido un memorial, una mano esculpida que en su palma sostiene una paloma. La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Valdivia, Ida Sepúlveda, dijo durante la ceremonia: "hay muchos crímenes que están quedando en la impunidad. Conozco a personas que por temor no hacen denuncias de sus víctimas y se mantienen callados. Hoy es importante que hablemos para poder vivir en paz. Mientras no le demos una digna sepultura a todos nunca podremos tener paz en este país".

testimonios

Luego, fueron los hijos y nietos de los ejecutados políticos quienes los recordaron a través de cartas y discursos. Algunos muy preparados, otros improvisados. Luz García, hija de Narciso García, declaró sentirse en paz. "La verdad ya la tenemos, la conocemos. Solo falta la justicia. Espero que Dios nos de vida y salud para verla", dijo. Su padre tenía 31 años cuando murió.

Sonia Barriga, hija de José Orlando Barriga, habló sobre perdón. "Amo a Dios con todo lo que soy y todo lo que tengo. Deseo como creyente llegar al cielo y ver el rostro de Dios y el de mi padre. Para eso tengo que estar preparada. En el evangelio he aprendido que debo perdonar (...) Los insto a perdonar. Si en 41 años no hemos podido olvidar este dolor, creo que lo último que falta es lo que tenía que ser primero. No son palabras mías, son de Dios", aseguró. Su padre tenía 32 años y cuatro hijas cuando murió. Fue detenido el 9 de octubre de 1973. Sonia tenía 8 años cuando su padre fue asesinado.

Mientras que Héctor Mora, nieto de Sebastián Mora, aseguró: "Estamos todos conscientes de la tragedia y las repercusiones en la vida de cada una de las personas que estamos aquí. Quiero destacar la importancia de la fe que ha mantenido unidas a muchas personas en este día. No quiero pasar por alto el rol de las madres, mi abuela, las viudas. Tuvieron la fuerza necesaria para sacar a familias numerosas adelante". Sebastián Mora tenía 47 años cuando murió.

Algunos detalles del caso

Los obreros asesinados trabajaban en el Complejo Agrícola y Forestal Panguipulli, en total eran 17. El 9 de octubre de 1973 un convoy militar procedente de los regimientos Cazadores y Maturana inició una caravana hacia el sector sur del complejo maderero de Panguipulli. La noche de ese 9 de octubre se les condujo a un fundo particular. Fueron llevados al sector Baños de Chihuío, donde fueron asesinados y enterrados . A fines del año 1978 civiles excavaron y trasladaron los restos hasta otro sitio. En 2011 comenzó su proceso de identificación.