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¿Qué le pasa a Valdiva?
Siguiendo los modos de Don Francisco ¿Qué le pasa a Valdivia? Hay luces y claros. De suyo es la próxima capital americana de la Cultura. Pero el último índice de calidad de vida urbana (2013) hecho por la UC y la Cámara Chilena de la Construcción la ubican con 42.32 puntos por debajo del promedio nacional de 43.00 y donde el máximo, claro, lo tiene Vitacura con 80.36.
Y es que andando por el casco central de la ciudad uno choca con los descuidos. La Plaza de la República por ejemplo está fea en relación a Osorno y Temuco; el pavimento de las calles centrales es un juego de parches, los sitios eriazos ya forman parte del patrimonio arquitectónico, y el tránsito es deficiente con atascos en los puentes y en Los Robles con Los Laureles en Isla Teja que crispan a la gente. Si a ello agregamos los paraderos de microbuses semiderruidos y nunca terminados de reponer, arman un panorama gris y de abandono.
No más echarse culpas unos a otros. Es hora de que nuestras autoridades, todas, reaccionen. De lo contrario, la bella Valdivia irá convirtiéndose en una postal del recuerdo.
Gaspar Millas del Río gasparmdelrio@gmail. com
Supermercados
¿Que estará pasando en los supermercados de Valdivia que cada vez se ven más y más estantes vacíos y falta de surtidos en diferentes productos?
Si se le pregunta a algún empleado, la respuesta es siempre la misma "se acabó recién y si me espera le traigo de bodega" , de más esta decir que nunca llega
Felipe Ramírez
¿Qué le pasó a Chile?
Más allá del comentado e inédito anuncio del recambio en el gabinete, el ciclo de entrevistas "¿Qué le pasa a Chile?" tuvo su valor en intentar hacer visible que el liderazgo político (o la adolescencia de éste) de todas maneras impacta en el Chile real. Por sobre el debate de la conveniencia o no de anunciar en TV los cambios al equipo de la Presidenta, las conversaciones de los votantes deben apuntar a desnudar una realidad: la vigente existencia de un descontento de la ciudadanía que se siente distante de la clase política y el empresariado.
Necesitamos de una sociedad civil empoderada que crea en la igualdad ante la ley, en el respeto de las garantías individuales. Donde las instituciones políticas funcionen al amparo de la justicia, con un claro rol fiscalizador de las empresas, y por qué no, con empresarios que devuelvan a las personas la confianza perdida.

Raúl Jara Guiñez Director Escuela de Liderazgo
Cierre de pedagogías
He leído con atención el reportaje sobre el cierre de las carreras de Pedagogía, hace 20 años, en la Uach. El tema había sido tocado en el mes de marzo por el Prof. Sr. Omer Silva en carta publicada por ese Diario.
La publicación de dicho reportaje me permite hacerme cargo, una vez más, de mi responsabilidad como miembro de la Junta Directiva, desde diciembre de 1990 hasta febrero de 2001, por elección de los académicos, en tal acuerdo. Mi responsabilidad interna la asumí personalmente en asamblea de la Asociación Gremial de Académicos de la cual fui y soy miembro. Allí, como es obvio, fui severamente criticado. Me queda la tranquilidad de haber dado, en solitario, la cara.
La decisión de la Junta Directiva se basó en una realidad circunstancial como fue la disminución, en los últimos procesos de admisión, del número de postulantes a las carreras de Pedagogía.
No hubo, en la discusión de este tema, consideración de otros factores que debieron haberse tomado en cuenta y que, con el correr del tiempo, he podido analizar con calma.
Tales factores que influyeron en la desvalorización social de las pedagogías, y en la consecuente disminución del número de alumnos postulantes, fueron fundamentalmente dos: la exclusión de las pedagogías de las doce carreras que podían ser enseñadas exclusivamente por las Universidades, y el cierre de las Escuelas Normales y su traspaso a las Universidades. A ello debe agregarse las bajas rentas percibidas por los profesores que hacían, y siguen haciendo, de las Pedagogías un polo poco atractivo.
La decisión de los organismos colegiados de la Uach, entre ellos la Junta Directiva, se basó exclusivamente en consideraciones de tipo económico. Faltaron luces que ilustraran el debate.
Lamenté y lamento el daño que la decisión de los organismos colegiados de la Uach ocasionó a colegas que conozco y estimo. Junto a ellos colaboré durante varios años como académico de la Facultad invitado por los Profesores Eleazar Huerta, Guillermo Araya y Gastón Gaínza. Igualmente lamento que la comunidad académica haya sido indiferente y carecido de solidaridad para discutir, en forma racional y fraterna, el problema de la Facultad de Humanidades y Educación.
Omar M. Henríquez F. Padre Fundador Uach
Simce 2014
Los resultados del Simce 2014 en Matemática se estancan y los de Lectura caen fuerte. Es de esperar la tan mentada reforma se preocupe en algún momento de la calidad de la educación.
Ingrid Frost ifrost@gmail.com