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Con la fuerza del Espíritu

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OBITUARIO

Este domingo celebramos con gran alegría la solemnidad de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo sobre los discípulos, es decir, sobre la Iglesia. Se nos presenta para nuestra reflexión el texto de Juan (Jn 20, 19-23).

Es un texto lleno de signos, que nos hacen pensar en la vivencia cristiana de cada uno de nosotros y de la Iglesia toda. Pentecostés es la fiesta de la Iglesia, del nacimiento de la Iglesia, el grupo de seguidores de Jesús que reciben el Espíritu Santo y movidos por él, son enviados a proclamar la buena noticia del evangelio de Jesús Resucitado.

Al comienzo del texto, nos dice cómo están los discípulos: con las puertas cerradas, por temor. Nos debe hacer pensar en las muchas veces en que como Iglesia, cerramos nuestras puertas y nuestros corazones, por temor, temor al mundo, temor a hacer el bien. También cada uno de nosotros podemos cerrar nuestras vidas, a los demás y a la acción del Espíritu en nosotros. Pero el cambio, la renovación no viene de nosotros, es Jesús quien traspasa nuestras barreras y abre nuestros corazones estrechos. Él es quien agranda nuestro corazón para que podamos recibir el Espíritu Santo y nos sale al encuentro, así como lo hizo con los discípulos.

El Señor sopla sobre sus discípulos para darles el Espíritu Santo. No perdamos la confianza en la acción del Espíritu Santo en la Iglesia, más allá de los pecados e impurezas que existen en ella como institución humana. Debemos tener fe en que la Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, que está guiada por el Espíritu que sopla y sigue soplando para purificarla y liberarla, renovándola desde lo profundo, de manera que podamos convertirnos cada día más al Evangelio.

Carlos Martínez


Opinión

Bienvenidos a la realidad

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En los últimos meses hemos venido trabajando intensamente para sensibilizar a las autoridades respecto del riesgo que el fenómeno de inseguridad rural que se ha tomado La Araucanía traspase hacia nuestras regiones de Los Ríos y Los Lagos. Para ello, diversas organizaciones empresariales de ambas regiones nos hemos reunido en torno a la Multigremial del Sur, instancia a través de la cual hemos podido abordar este problema de manera cohesionada y profesional.

Sin embargo, la violencia que veníamos observando al norte de nuestra región, esta semana no sólo traspasó los límites geográficos para instalarse en Los Ríos, sino que además sobrepasó lo que cualquier sociedad organizada y civilizada podría tolerar.

La madrugada del lunes recién pasado, uno de los propietarios del Fundo Rucahue (Lanco) junto a su hijo, no solo sufrieron el ataque incendiario de su vivienda, sino que adicionalmente al momento de escapar del fuego, fueron atacados a balazos por "desconocidos" con el claro propósito de terminar con sus vidas. El hecho hizo recordar el caso del matrimonio Luchsinger-Mackay, fallecido en Vilcún.

Así como repudiamos lo acontecido en esa ocasión, hoy creemos que ha llegado el momento de exigir a nuestras autoridades un comportamiento acorde a la gravedad de las circunstancias y a alinear sus acciones con lo que el sentido común y los hechos señalan.

Un paso en esa dirección lo ha dado el Intendente Regional, al ampliar la querella inicial interpuesta por el incendio, hacia un homicidio frustrado.

A la luz de los hechos y de los antecedentes disponibles, era impresentable que la acción judicial de la autoridad centrara su foco en el inmueble afectado por el incendio y no pusiera atención en la vida de las dos personas. El bien jurídico protegido ahora es la vida de los afectados y eso marca un cambio radical en la forma de ver este problema. No obstante, creemos que aún falta una señal más significativa de parte de la autoridad y reconocer - de una vez por todas - que este tipo de acciones califican ampliamente como delitos de carácter terrorista.

Las motivaciones ideológicas o las presiones de grupos de interés no pueden estar por sobre el derecho y respeto a la vida que el Estado debe garantizar. Esperamos que nuestras autoridades tomen clara conciencia de eso.

Edgardo Zwanzger


Columna

Editorial

Iniciativa, apoyada por el BID, permitirá a Valdivia mejorar es aspectos como cuidado del medioambiente y uso del espacio urbano. El programa Ices se aplica en 50 ciudades de Latinoamérica y el Caribe, entre las cuales se cuentan Cochabamba, Cuzco y Mar del Plata, entre otras...
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Plan para una

ciudad sostenible

El próximo 28 de mayo, la Municipalidad de Valdivia presentará el Plan de Acción de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles, ICES. Se trata de una nueva fase del programa que ha desarrollado en conjunto con el Banco Interamericano del Desarrollo, BID desde 2012 y que espera llevar adelante para mejorar la calidad de vida en la capital de Los Ríos.

El plan es una etapa posterior a los diagnósticos y se ha elaborado con apoyo de organizaciones ciudadanas, académicos, empresarios privados y representantes de servicios públicos; además del respaldo de la Subsecretaría de Desarrollo Regional.

Valdivia es la segunda ciudad de Chile que participa de este programa internacional (la otra es La Serena) a través del cual se entrega apoyo financiero y técnico a un territorio, para que su desarrollo urbano sea armónico y sustentable en el tiempo, considerando la ocupación planificada del espacio; una buena relación de la ciudad con el medioambiente (manejo de residuos sólidos y prevención de la contaminación, por ejemplo); además de mejoramiento de la calidad de vida de las personas a través de la seguridad ciudadana; la equidad para evitar formación de barrios segregados. También el plan implica capacitación municipal para tener un gobierno comunal más autónomo y eficiente.

El programa Ices se aplica en 50 ciudades intermedias (menos de 2 millones de habitantes) de Latinoamérica y el Caribe, entre las cuales se cuentan Cochabamba, Cuzco y Mar del Plata, entre muchas otras. La metodología que se aplica es similar en todas ellas, porque se considera que comparten un desafío común: atender las necesidades que genera la concentración de personas en el área urbana.

Al presentar su Plan de acción, Valdivia pasa ahora a una segunda fase, con intervenciones para enfrentar los problemas detectados y evaluados.

Los proyectos que se lleven adelante con este objetivo cuentan con un monitoreo ciudadano.

Este desafío, sumado al de ser Capital Americana de la Cultura, sin duda que serán importantes durante 2016. Es de esperar, entonces, que ambos esfuerzos se traduzcan en beneficios de largo plazo.