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Estudiantes rurales crean y cuentan las historias de su comunidad

Planes. La Agrupación Abanico ejecuta en ocho escuelas rurales de la Región un proyecto de fomento lector que apoya el rescate del patrimonio local a través de la técnica japonesa Kamishibai.

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Los resultados del último Simce y otros estudios realizados en el país sobre hábito lector dan cuenta de una gran debilidad: los chilenos leen poco, muy poco. Y esta situación ha provocado un efecto también bastante analizado: la baja capacidad de comprensión y expresión.

El año 2011 el Consejo Regional de Cultura y las Artes encargó un estudio denominado "Hábitos Lectores Fomento a la Lectura. Línea Base Región de Los Ríos", que fue aplicado a una muestra de 262 personas, a través de encuestas. Algunos de los datos globales arrojados fueron: un 52% de los habitantes nunca lee un libro o sólo lee dos al año, lo cual demuestra el bajo nivel de frecuencia lectora regional. Respecto al uso de Bibliotecas Públicas, un 86% no es socio de ninguna. Sin embargo el mismo estudio revela que un porcentaje alto de encuestados les gusta leer, lo que, significaría, la necesidad de desarrollar estrategias novedosas de sensibilización y acercamiento a los libros en el cotidiano.

La realidad nacional en torno al libro y la lectura ha provocado el interés de académicos, profesores, gestores culturales y otros actores del sector, por plantear estrategias que ayuden a disminuir esas cifras. El mismo Consejo Nacional de la Cultura y las Artes crea un Plan Nacional de Fomento Lector para apoyar en esta materia.

En Los Ríos.

En la Región desde hace tres años un equipo de personas interesadas en el fomento lector trabaja en escuelas rurales de diferentes comunas, interviniendo con proyectos que buscan crear motivación hacia la lectura a niños, niñas y jóvenes. Se trata de la Agrupación Educacional y Cultural Abanico creada por las coordinadoras Mélissa Fricard y Frédérique Gudelj. Desde su gestación, Abanico se ha adjudicado seis fondos púbicos que han sido ejecutados en diferentes comunas. Actualmente la organización cuenta con 16 miembros activos, 45 socios colaboradores y cuenta con el apoyo institucional del Consejo Regional de la Cultura y las Artes, Dibam, Corporación Cultural Municipal de Valdivia y Universidad Austral de Chile. "Abanico nace para promover e implementar iniciativas educacionales y culturales sobre fomento y comprensión lectora dirigidas a la comunidad regional (esencialmente a los sectores vulnerables de la Región). El equipo de Abanico diseña proyectos colocando especial énfasis en la mediación lectora, en el desarrollo imaginario, en la difusión del patrimonio chileno y en el acercamiento placentero de los niños, niñas y jóvenes hacia los libros y la literatura", explica Frédérique.

"Hasta ahora las iniciativas han sido bien acogidas, pero sus pocos tiempos de permanencia impiden un trabajo de largo plazo. Por esa razón hemos considerado necesario crear un Plan a tres años, destinado a abordar las siguientes líneas de trabajo: una línea sobre sensibilización dirigida a la ciudadanía, relacionada a campañas de difusión sobre los beneficios de la lectura. Otra línea de educación que da continuidad y fortalece el trabajo con niños, niñas y profesores al interior del aula y una tercera línea de formación, destinada a fortalecer una red de mediadores de lectura capacitada", precisa Mélissa.

Contando en kamishibai

Actualmente, la Agrupación Abanico se encuentra ejecutando un proyecto ganador del Fondo de Fomento del Libro y la Lectura (del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes) denominado "Kamishibai: crea, ilustra y lee tu historia". En esta iniciativa participan ocho escuelas rurales pertenecientes a las comunas de Corral, San José de la Mariquina, Paillaco y Valdivia. Las dos primeras comunas ya están siendo intervenidas; las dos últimas comienzan en unos meses más. Actualmente el proyecto se está desarrollando en las escuelas rurales de Huape y Chaihuín (Corral); Dollinco y Estación Mariquina (SJM). En todas las comunas cuentan con el apoyo del DAEM, las bibliotecas locales y sus bibliomóviles.

En total serán 170 estudiantes beneficiados con este proyecto de fomento lector que apoya el rescate del patrimonio local a través de la técnica japonesa Kamishibai. ¿Cómo funciona?

"Es una iniciativa de co-creación que busca fortalecer las capacidades narrativas de los pequeños y pequeñas, como también sus habilidades de colaboración, expresión, imaginario y sensibilidad creativa. A su vez ayudamos a descubrir o redescubrir historias locales, con el fin de apropiarse del patrimonio inmaterial del territorio que habitan y transmitirlo en producciones escritas y artísticas", cuenta Frédérique, coordinadora de la Agrupación.

Fases

El proyecto se está ejecutando en seis etapas, actualmente con cerca de 70 niños participando. En la primera fase los talleristas seleccionaron dos cuentos de jóvenes ganadores del concurso "Historias de nuestra tierra" del Ministerio de Agricultura, que narran historias regionales. Estos textos fueron adaptados a la técnica del Kamishibai. En la segunda etapa se efectuaron las primeras intervenciones en escuelas, donde los cuentos fueron leídos ante los menores, siendo previamente motivados en el uso de la técnica japonesa, para descubrirla y analizarla. La tercera fase fue de observación y revisión de conceptos relacionados con el género literario del cuento, a través de estrategias lúdicas para su mejor comprensión.

Rescatando historias.

En la cuarta etapa los niños y niñas participaron en un ejercicio colaborativo "que consistió en preguntar a amigos, vecinos, familiares y profesores sobre el patrimonio local y posibles mitos, leyendas, historias populares de sus lugares. El resultado fue muy interesante porque permitió que los niños y niñas crearan relatos a partir de los resultados de su investigación y conocimientos propios acerca de su patrimonio. Sus cuentos reflejan una apropiación de los relatos locales, fauna y flora y patrimonio arquitectónico de su zona " precisó Mélissa. En la quinta fase ilustraron sus historias en conjunto, guiados/as por la especialista en artes visuales Francisca Jara. En el segundo semestre se sumará la ilustradora María Soledad Vega. En la última fase trabajarán la expresión oral a través de técnicas de animación lectora y la expresión no verbal. El ciclo concluirá con una instancia de intercambio de experiencias inter escolar en las bibliotecas de las comunas, donde leerán los textos patrimoniales regionales con técnica kamishibai a la comunidad.

Testimonios

En un proyecto que trabaja al interior de una comunidad escolar no sólo los estudiantes son beneficiados. Profesores, padres e integrantes del entorno también son favorecidos con una iniciativa que genera encuentros y motiva. Para Luis Vera, encargado del bibliomóvil de Corral la experiencia con este proyecto "ha sido muy bien acogida tanto por los alumnos como por los profesores. Sus técnicas para desarrollar esta actividad ha sido muy provechosa y han involucrado a la familia y profesores en la recopilación de leyendas, historias, mitos etc. He visto a los niños y niñas muy entusiasmadas y participativos con los talleres, las monitoras tienen muy buena llegada, entusiasmo y manejo de grupos, son muy profesionales en el tema. Personalmente me siento muy contento de haber apoyado este proyecto".

Guillermo Dornemann cuenta que su experiencia "ha sido muy importante y enriquecedora, al ver que los alumnos de las escuelas rurales tienen la posibilidad de aprender a realizar esta técnica, de crear su propio cuento rescatando el patrimonio de su comuna y crear sus láminas con dibujos realizados por ellos. Es muy motivante para mí como encargado de Programa Bibliomóvil de la comuna de Mariquina ver cómo se toma en cuenta a los colegios que no siempre tienen la posibilidad de optar a este tipo de proyectos".

"Mis estudiantes se han sentido motivados y además me ha permitido descubrir en ellos, características que nos permitirán innovar en su aprendizaje. El beneficio para los alumnos es inmenso, ayudará a elevar su autoestima, desarrollar su expresión oral, el darse cuenta que son capaces de crear, ayudar en la valoración del trabajo en equipo, comprender lo importante que es el respeto por los demás, la tolerancia, descubrir que la lectura y la escritura son herramientas fundamentales para su desarrollo integral", cuenta Clara García, profesora a cargo de la Escuela Rural de Chaihuin, en Corral.

¿Qué es kamishibai?

Esta palabra japonesa se traduce al español como "drama de papel" y es una antigua forma de contar historias que nace en los templos budistas de Japón en el siglo XII. Allí los monjes usaban "emaki" (pergaminos que combinan imágenes con texto) para narrar textos con enseñanzas morales para una audiencia. Este método renació en los años 20 del siglo pasado y luego queda olvidado con la aparición de la televisión. Durante el siglo XXI ha sido revivida en bibliotecas y escuelas del mundo, como una técnica eficaz para fomentar la lectura.

6 etapas

considera el proyecto desarrollado por la Agrupación Abanico. Primero implica lectura, luego expresión plástica y también acción oral para relatar historias.

52 por ciento

de los habitantes de la región de Los Ríos lee un libro o máximo dos por año, según un estudio de hábitos de lectura realizado por el Consejo de la Cultura.

16 socios

tiene la Agrupación Abanico y una red de 45 colaboradores, además del apoyo de instituciones que respaldan su proyecto en las ocho escuela donde trabaja actualmente.