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Estimular capacidades cognitivas

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Anny Catalán

En Chile, el envejecimiento de la población mantiene un comportamiento ascendente, lo que impone retos en materia de salud mental de los adultos mayores. Para hacer frente a este desafío, salud y educación deben actuar unidas ya que no debemos olvidar que el ser humano es un ser integral que requiere de la estimulación necesaria para desarrollarse. Los efectos del paso del tiempo en el funcionamiento cerebral son un hecho imposible de negar, la pérdida neuronal, la disminución en la producción de neurotransmisores o la lentitud de la velocidad de transmisión del impulso nervioso, son variables importantes que dejan ver sus consecuencias. Como sabemos, las neuronas no son células que se repliquen y por tanto cuando se pierden no son reemplazadas por otras. Pero también sabemos que nuestro cerebro no es una estructura rígida, al contrario, el término "Plasticidad neuronal" se refiere a ese potencial de modificabilidad y adaptación que presenta nuestro sistema nervioso.

Por lo anterior podemos asegurar que cuando las neuronas envejecen y se mueren, no necesariamente deben quedar disminuidas o desaparecer las funciones cognitivas que dependían de ellas, debido a que algunas tienen la capacidad de adaptarse y realizar nuevas funciones, siendo fundamental las conexiones que establecen, las que se crean y se fortalecen con el uso y la estimulación cognitiva adecuada. Al hablar de estimular las capacidades cognitivas generalmente se asocia a la idea de desarrollar tareas de tipo académico; y aunque los trabajos de estudio pueden servir como fuente de estimulación de las capacidades intelectuales no son las únicas, y en el caso de los adultos mayores tampoco las más adecuadas. Tanto es así, que un modo de potenciar estas habilidades que, además, ofrece otras ventajas, es la realización de actividades lúdicas, en grupo, entretenidas y desafiantes que estimulen al adulto mayor como un ser integral, en lo intelectual, motriz y social.


Opinión

ÓSCAR BARRIENTOS, UN DIRIGENTE SOCIAL QUE SE MANTIENE ACTIVO

EN EL RETIRO. Conoció la dureza del trabajo desde los 14 años de edad, vivió muchas experiencias y hoy continúa trabajando, por sus vecinos.

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A los 14 años de edad Óscar José Barrientos Vergara, tuvo su primer contacto con el trabajo: para ayudar a su madre viuda, se puso a las órdenes de la señora María Inés Haverbeck Bischoff (conocida en Valdivia como "Marilita", hija del empresario naviero y senador Carlos Haverbeck Richter) y comenzó a desempeñarse como jardinero. Con el tiempo, pasó a prestar sus servicios en la Sociedad Naviera Haverbeck y Skalweit, donde se convirtió por primera vez en dirigente sindical.

En efecto, su interés por las condiciones laborales y de vida de sus compañeros lo ha acompañado toda su vida, hasta la actualidad.

SUS INICIOS

Nació en la capital de Los Ríos el 2 de octubre de 1942, en el hogar formado por Tomás Barrientos López, obrero de remolcadores a leña, y Petronila Vergara Vergara, que laboraba como asesora del hogar de la familia Allende Haverbeck.

Cuando contaba sólo nueve meses de vida, su padre falleció; de modo que su madre asumió una costosa responsabilidad: "Mi madre influyó totalmente en mi vida, ya que fue mi pilar fundamental, haciendo el papel de madre y padre a la vez", recuerda.

Doña Petronila fue quien impuso a su hijo cumplir con una carga cívica: "Cuando cumplí 17 años, mi madre me insistió e inscribió para realizar el servicio militar".

- ¿Fue para usted una buena o una mala experiencia?

Fue una buena experiencia haber realizado el servicio militar, que cumplí en el Regimiento N° 11 Caupolicán de Valdivia. Me sirvió para ser una persona más responsable, conocer la disciplina y poder desempeñarme de una buena forma en la vida civil.

- ¿Qué camino siguió después de haber trabajado en la naviera Haverbeck y Skalweit?

Trabajé 19 años para esa empresa y posteriormente estuve en Socoagro, pero sólo un año. Fue una experiencia terrible.

- ¿Qué le ocurrió?

Fuimos despedidos todos quienes trabajábamos en la empresa y luego perseguidos por los militares. Tengo muy malos recuerdos, porque me quitaron mi casa y anduve escondido en Puerto Montt. Fue impactante ver a los militares en las calles, enfrentar los toques de queda, no poder salir y dejar a mi señora e hijos.

- Usted se desempeñó más tarde en el supermercado Las Brisas

Efectivamente, trabajé 12 años allí. Fue una buena experiencia, porque con este trabajo pude sacar a mi familia adelante y darle educación; también lo fue porque conocí a personas importantes del círculo social de Valdivia, quienes me ayudaron mucho con mis hijos. A la vez sufrí el despido de mi trabajo.

- ¿Por qué lo despidieron?

Por haber participado en el sindicato de trabajadores. Asumí esta responsabilidad ya que siempre he tenido la necesidad de luchar por el bienestar de todos los trabajadores y contra las injusticias laborales. Ése fue el motivo, pero no me arrepiento de haberlo hecho.

EL DIRIGENTE VECINAL

Desde hace unos 20 años, Óscar Barrientos dispone de parte de su tiempo para dedicarse a trabajar en pro de sus vecinos, a través de la junta de vecinos N° 5 Miraflores. Cuenta que su principal logro fue la recuperación de las ex escuelas 4 y 6, ahora Leonardo da Vinci e Instituto Insat.

- ¿Qué otras gestiones ha visto materializadas?

Bueno, otros grandes logros han sido los colectores de aguas lluvias, la pavimentación y obtención de los alcantarillados de los pasajes Di Biaggio, Canelos y Marilita. También está el plan excepcional de los Barrios Bajos y más de 30 regularizaciones de título de dominio gratis, para los vecinos que no eran dueños de sus propiedades.

También es importante mencionar la construcción de la multicancha y la plazuela, en una área de vega donde se tuvo que rellenar para realizar el proyecto. Entonces, el alcalde Jorge Sabat, el intendente Rabindranath Quinteros, Gonzalo Espinoza, Eduardo Vyhmeister y Roberto Delmastro nos ayudaron a conseguir todos esos proyectos.

"Los jóvenes no deben discriminar a los adultos mayores, porque todos algún día llegaremos a esta etapa"

Óscar Barrientos Grupo "Esperanza del Adulto Mayor"

Alegría por los logros conseguidos

El dirigente Óscar Barrientos expresa: "Me siento contento y conforme con mi vida. Me siento orgulloso, ya que mis 6 hijos son profesionales. Me arrepiento de no haber seguido estudiando, pero le doy gracias a Dios por haber sacado a mi familia adelante con esfuerzo y la ayuda de mi señora, María Cabrera, quien fue mi segundo pilar". Aconseja a quienes transitan por la tercera edad "que disfruten esta etapa de la vida porque es la más hermosa, y que participen en los grupos de adultos mayores".