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ESCUELA DE INVIERNO DE LA USS ABRE SUS INSCRIPCIONES EN LA LOCALIDAD DE CERRILLOS DIALOGARON SOBRE ENERGÍA

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Estimulación de la memoria, grupo coral, tecnologías de la información, computación, bienestar personal en el adulto mayor y baile folclórico. Éstos son los talleres que impartirá la Universidad San Sebastián a través de la Primera Escuela de Invierno del Adulto Mayor. Los cursos -que se harán gratuitamente entre el 20 y el 24 de julio próximos- buscan potenciar y complementar los ya realizados en la Escuela de Verano del Adulto Mayor.

La coordinadora de la Escuela de Invierno, Cinthia Soto, destacó que si bien hay 220 cupos disponibles, la invitación es a inscribirse lo antes posible, dada la demanda que habitualmente tienen los talleres. "El anuncio de esta primera Escuela de Invierno, hecho por el vicerrector de la universidad en nuestra sede Valdivia, Angelo Romano, responde principalmente a la buena recepción que ha tenido la Escuela de Verano y a la alegría con que los adultos mayores se han hecho parte de la universidad", expresó.

Las inscripciones se realizan de lunes a viernes de 8.30 a 13 horas y de 15 a 18 horas; en el edificio A, ubicado en calle General Lagos Nº 1140.

Hasta la localidad de Cerrillos, en la comuna de Futrono, llegó el seremi de Energía Pablo Díaz para conversar con los adultos mayores del sector. En la ocasión -que contó con la participación del concejal Fernando Flández-, los concurrentes abordaron diversos temas energéticos, como la postulación del Fondo de Acceso Energético (Fae) y medidas para la eficiencia energética de los hogares.

Díaz explicó que su presencia en la localidad respondió al deseo de dar a conocer a los mayores "cómo estamos trabajando con la energía y sus múltiples beneficios". Aseguró que "los vecinos quedaron muy contentos, ya que aclararon sus dudas y pudimos buscar alternativas para mejorar el acceso a la energía de la zona". A su turno, el concejal Flández agradeció la disposición del seremi para dialogar con la comunidad.

GUSTO Y OLFATO: SENTIDOS CLAVES PARA UNA BUENA ALIMENTACIÓN

consideraciones. La docente de la USS Vanessa Carrillo explica que a los 60 años se produce un deterioro en la capacidad de percibir sabores y olores.
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Los sentidos proporcionan información vital que permite al ser humano relacionarse con el mundo que lo rodea, siendo las sensaciones las encargadas de calibrar los estímulos que recibe el organismo. Mantener las capacidades es esencial cuando se apunta a una óptima calidad de vida, donde la alimentación cumple un rol fundamental.

Cuando se es adulto mayor hay que enfrentar y adaptarse de manera informada a los cambios propios del envejecimiento, lo que requiere una prevención integral que permite disfrutar responsablemente un período que puede convertirse en los mejores años de la vida.

En este contexto, un aspecto fundamental es cómo percibimos el mundo. "Esto, dado que lo primero en lo que hay que pensar es que a través de lo sensorial construimos nuestro mundo. Al momento de comer, el sabor se produce por la interacción entre el gusto y el olfato", explica la docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián sede Valdivia, Vanessa Carrillo. Y añade que "el olfato se activa al inhalar, masticar y tragar los alimentos, mientras que el gusto lo hace a través de las casi 10 mil papilas gustativas que están en el paladar".

problemas

La profesional señala que cuando se tiene una edad en torno a los 60 años, "la intensidad con que se perciben estas sensaciones experimenta una pequeña disminución; declive que interfiere con la 'palatabilidad' de los alimentos, al modificar considerablemente el comportamiento alimentario del adulto mayor, a lo cual, antecede una dieta inadecuada, sumado además, factores como la predisposición genética, el historial clínico, algunos fármacos, medicamentos y hábitos tóxicos, que son determinantes a la hora de un óptimo estado de salud".

Carrillo advierte: "El problema de este deterioro, es que la persona termina por adaptarse -progresivamente y cae en situaciones riesgosas como no poder percibir el olor de la comida quemada, del gas o de alimentos en mal estado, que podrían poner en peligro su salud".

Asimismo, enfatiza que el declive de la sensación de gusto es un factor que debe considerarse, porque "cada vez se necesita más cantidad de la misma sustancia para poder apreciarla, por lo cual se tiende a sazonar y a endulzar más las comidas". En esa línea, agrega que "también nos encontramos con la disminución del apetito y por consiguiente con la pérdida de peso y mal nutrición, que aumenta además, la probabilidad de contraer enfermedades".

PREVENCIÓN

Para evitar un mayor deterioro físico y sensorial, la académica de la USS Valdivia, afirma: "Para que cualquier recomendación dietética sea efectiva, es indispensable tener en cuenta las necesidades alimentarias, el estilo de vida y los gustos de cada persona". Recalca que para estimular el apetito y conseguir una alimentación adecuada y un estado de salud óptimo, "se debe mantener el sentido del gusto, por lo que hay que evitar comidas muy calientes, ya que irritan las papilas linguales y la mucosa bucal".

La docente sugiere elaborar platos atractivos a la vista, con amplia gama de colores y formas, con distintas texturas. Igualmente, elegir alimentos con proteínas de alto valor biológico, bajos en grasa, de fácil digestión y asimilación, como pollo, pescados magros y lácteos. "Esto, porque debemos tener en cuenta que a mayor edad hay más requerimientos proteicos, por la progresiva pérdida muscular".

"El problema de este deterioro, es que la persona termina por adaptarse, progresivamente, y cae en situaciones riesgosas".

Vanessa Carrillo Docente Nutrición y Dietética USS