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El estado emocional puede alterar la percepción del gusto

salud Un estudio explica el vínculo existente entre las personas que se encuentran deprimidas y el acto de comer dulces.

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Hay personas que creen que una barra de chocolate, una bolsa de dulces o una gran porción de helado pueden ayudar a pasar las penas, lo que produce una predisposición a consumir estos productos en tiempos de depresión.

Un estudio de la Universidad Cornell (EE.UU.) reveló que el estado emocional de una persona puede afectar la percepción del gusto. En particular, la gente que se encuentra en un estado emocional negativo tiende a ansiar más dulces que cuando está feliz.

Las personas con más predisposición son las que realizan actividades que implican un mayor estrés y competitividad, en especial quienes están ligados al deporte.

"Determinamos cómo las emociones que surgen de los resultados de los partidos de hockey en la universidad influyeron en la percepción del sabor dulce, salado, amargo, ácido y 'umami', además de las respuestas hedónicas o cuánto les gustaban o no los alimentos", explicó Robin Dando, académico del Colegio de Agricultura y Ciencias de la Vida de la mencionada casa de estudios.

Cabe recordar que existen cuatro sabores básicos: dulce, salado, ácido y amargo. El "umami", palabra japonesa que significa "sabroso", se refiere a un alimento particular que es delicioso y entra en la clasificación de los tipos de sabores. También está ligado al uso del glutamato monosódico -también conocido como ajinomoto-, que potencia el sabor de las comidas.

búsqueda del placer

Dando y Corinna Noel, una de sus estudiantes de doctorado, escribieron en conjunto un artículo titulado "El efecto del estado emocional en la percepción del gusto", publicado recientemente en la revista Appetite.

"Las manipulaciones emocionales en forma de eventos de la vida real, percibidos grata o desagradablemente, pueden influir en la percepción del gusto y la conducción de la aceptabilidad de los alimentos. Estos resultados implican que dicha modulación de la percepción del gusto podría promover el 'comer emocional' en momentos de emoción negativa", indicó el académico.

El estudio muestra que las emociones experimentadas en la vida cotidiana pueden alterar la experiencia hedónica (búsqueda del placer) de los alimentos menos apetecibles, lo que implica un vínculo emocional al acto de comer.

Por ello, las personas prefieren los dulces cuando están deprimidos, en lugar de consumir alimentos salados o vegetales.

"En tiempos de emociones negativas, los alimentos de carácter menos placentero se vuelven aún más desagradables al gusto, ya que los alimentos agradables lo siguen siendo", señaló Dando.

El investigador concluyó que "cuando el equipo gana, estamos bien con nuestras comidas rutinarias. Pero cuando pierden, vamos a buscar ese helado".

estudio similar

El año pasado, un grupo de investigadores del Centro Monell de EE.UU. explicó por qué el estrés puede afectar la percepción del sabor de los alimentos.

Según dicho estudio, publicado en la revista Science Direct, se localizaron en las células gustativas responsables de la detección del sabor dulce, amargo y umami, receptores activados para las hormonas del estrés: las glucocorticoides.

Los expertos sugirieron que los glucocorticoides actúan directamente sobre las células receptoras del gusto en condiciones de estrés, por lo que afectan a su funcionamiento y responden a los estímulos de sabor.

El documento afirmó que las implicaciones y los efectos pueden ser más amplios afectando a las células del gusto de otros órganos, como por ejemplo los receptores del gusto presentes en el páncreas o el intestino.

El "hambre emocional"

Algunos especialistas aconsejan revisar la costumbre de comer productos dulces en tiempos de depresión y el sentimiento de culpa que genera tiempo después. Llamar a un amigo o familiar, escuchar música y practicar algún deporte pueden calmar las ansias e incluso mejorar el estado de ánimo. También es importante descansar las horas adecuadas para evitar el cansancio que fácilmente se puede confundir con la sensación de hambre.

Hedonismo

La búsqueda del placer en las comidas agradables es una de las causas por la que una persona prefiere comer dulces cuando está deprimida.

Cambio de percepción

La investigación asegura que las comidas que no producen esta sensación de placer tienen aún un mal sabor frente a las emociones negativas.

Hormonas

Otro estudio asegura que el cambio en la percepción se debe a los receptores activados para los glucocorticoides en las células gustativas.

Un estudio asegura que los fanáticos del heavy metal de los 80 son más felices y tienen un mayor equilibrio emocional

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En épocas pasadas, el heavy metal causó controversias a nivel social debido a sus presuntos vínculos antirreligiosos y a un estilo de vida rebelde, ligado al consumo de drogas, la sexualidad y el uso indiscriminado de motocicletas.

Pero un estudio dirigido por la psicóloga Tasha Rowe, de la Universidad Estatal de Humboldt (EE.UU.), asegura que los fanáticos del ayer de este particular estilo musical ahora gozan de una mayor felicidad y un buen equilibrio en sus emociones.

La investigación, publicada en la revista Self and Identity, consistió en una encuesta realizada a los fans, músicos y aficionados del heavy metal de los años 80. La autora comparó a este grupo con otros que siguieron un estilo musical distinto.

Cada uno de los voluntarios debió responder sobre su infancia y cuán felices se encontraban actualmente.

Los resultados arrojaron que, aunque los fans del metal a menudo provienen de familias con problemas y tuvieron ciertas conductas de riesgo, "fueron significativamente más felices en su juventud y más equilibrados actualmente" que los fans de otros géneros.

La investigación afirma que existe un factor de identificación con el metal, cuyos sonidos permiten la expresión de las emociones con una mayor intensidad.

"El apoyo social es un factor protector crucial para los jóvenes con problemas. Los aficionados y músicos por igual sintieron un parentesco en la comunidad del metal, y una manera de experimentar emociones aumentadas con personas de ideas afines", reza el artículo.

En resumen, la subcultura del metal es muy unida y más sociable, lo que pone a estos fanáticos en ventaja por sobre otras corrientes musicales.

En cuanto a su situación actual, los "metaleros" del ayer pertenecen en general a la clase media, tienen un trabajo remunerado y una educación relativamente buena. Además, son menos nostálgicos que otros compañeros de generación y tienden a mirar los años 80 con "cariño", aseguró el estudio.

El artículo sugiere que la investigación futura debe seguir a los jóvenes involucrados en subculturas distintivas por periodos extendidos de manera que las trayectorias de desarrollo puedan ser claramente identificados, y de esta manera examinar las subculturas que tienden a ser más diversas que el heavy metal, como el hip-hop y el rap.


1960

la década del surgimiento del heavy metal en el Reino Unido y en los EE.UU. No hay consenso sobre la primera banda.

 

16

de mayo se cumplieron cinco años desde la muerte de Ronnie James Dio, una de las voces emblemáticas del heavy metal.