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"Hay gente que rechaza idea de Asamblea Constituyente solo por ignorancia..."

proyecto. El senador fue uno de los parlamentarios que presentó al gobierno una propuesta para crear una Asamblea Constituyente, que redacte una nueva Constitución para Chile.
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claudia.munoz@australvaldivia.cl

A comienzos de semana el senador por Los Ríos Alfonso de Urresti y el diputado por el distrito 30 Leonardo Soto, se reunieron en Santiago con el ministro de Interior Jorge Burgos, y el de la Segegob, Marcelo Díaz. Los parlamentarios -ambos socialistas y presidentes de la comisión de Constitución de sus respectivas Cámaras- tenían una proposición concreta que hacer a las autoridades de gobierno.

Bajo el brazo llevaban una propuesta que permitiría definir si los chilenos quieren una nueva Constitución. También, si para elaborarla prefieren una asamblea constituyente. Una en la que gran parte de los asambleístas serían elegidos democráticamente.

Después de la reunión, tanto el senador Alfonso de Urresti como el diputado Leonardo Soto quedaron conformes y a la espera de lo que se determine. Aseguran que es necesario generar un acuerdo político que permita hacer las modificaciones legislativas necesarias para que se concrete la propuesta.

Por ahora, están trabajando en dar a conocer la propuesta tanto a los medios de comunicación, como a la ciudadanía en general.

los primeros pasos

El senador Alfonso de Urresti aseguró que esta nueva Constitución se realizaría utilizando un método "participativo e institucional. A través de un proceso en el que se le consulte a la ciudadanía para tener un documento democrático, que nos identifique a todos".

Comenzaría con un plebiscito, seguiría con una elección de delegados y terminaría con otro plebiscito.

"En primer lugar, creemos que en la elección municipal del 2016 debería ser instalada una tercera urna, ya que además de ser elegidos concejales y alcaldes, debería existir una urna en la que se pregunte a los chilenos si quieren una nueva Constitución. Si la opción mayoritaria es "sí" también se consultaría a través de qué fórmula se crearía: mediante el Parlamento, una comisión de expertos o una asamblea constituyente", dijo.

¿Cuál es la diferencia entre la comisión de expertos y la asamblea constituyente? El senador argumentó: "Nosotros planteamos un universo de 200 congresistas. De ellos, 110 se elegirían por votación directa. Por cada región o circunscripción se elegirían cinco. Se presentaría cualquier ciudadano y serían electos popularmente. Entonces no es un grupo de 'expertos', no es un grupo de iluminados. No son las cartas marcadas, como digo yo", dijo.

Serían 110 representantes elegidos democráticamente y el resto de los miembros representarían a diferentes grupos. Habría escaños que serían sorteados a través de un padrón nacional donde cada ciudadano se inscriba voluntariamente o un padrón generado con un sistema de elección indirecta o el padrón electoral de las elecciones presidenciales. Estarían excluidos militantes de partidos políticos, candidatos de listas formalizadas y quienes tengan cargos de representación popular.

Habría escaños para parlamentarios en ejercicio, para pueblos originarios y una cuota de género. "También se podría incluir a ex Presidentes de la República, es importante su visión. Debiera estar representado un grupo transversal como la Comisión Engel. Un grupo de hombres buenos. Sería un grupo heterogéneo, que representaría a la diversidad de nuestro país. Diversidad social, cultural, étnica y territorial", explicó.

La elección de los representantes se realizaría en enero de 2017. Tendrían unos diez meses para trabajar en comisiones y redactar la nueva Constitución.

la aprobación

Según la propuesta entregada por los parlamentarios a los representantes de gobierno, gran parte del año 2017 estaría dedicado a la elaboración y la aprobación de la propuesta de nueva Constitución. "En las elecciones presidenciales de noviembre de 2017, junto con elegir a diputados, senadores, consejeros regionales y al Presidente de la República, habría una quinta urna para determinar si la Constitución redactada se aprueba", detalló.

-¿Qué fortaleza tiene esta propuesta?

- Una muy importante es que avanzamos desde la retórica o el ideal de asamblea constituyente a un calendario y una forma precisa para llevarla a cabo.

-¿Por qué la idea de realizar una asamblea constituyente suele generar rechazo entre algunos sectores?

--Porque en este país sentimos incertidumbre y tenemos temor al cambio. Los sectores más conservadores han tratado de caricaturizar a la asamblea constituyente. Desde el señor Escalona que decía que quienes estaban por ella fumaban opio. La asamblea constituyente es un proceso hermoso de participación y países como Colombia o Brasil han avanzado en tener constituciones en las que se permite incorporar a todo el mundo. Hay gente que la rechaza solo por ignorancia y por temores infundados. El negarse a que una obra tan importante tiene que ser tarea de todos.

-¿Ha tenido alguna experiencia personal con el trabajo de este tipo de asambleas en otros territorios?

-Durante mi primer período como parlamentario me invitaron a Ecuador para exponer sobre descentralización ante una comisión de la asamblea constituyente. Ellos estaban discutiendo qué harían con la creación de nuevas regiones y eventualmente la descentralización de los servicios. Me ubicaron porque en ese tiempo era presidente de la comisión de Gobierno Interior de la Cámara de Diputados, cuando se llevó adelante el proceso de la formación de la región de Los Ríos. Encontré maravillosa la experiencia, porque desde el taxista del aeropuerto hasta académicos, toda la gente en Ecuador tenía una opinión sobre cómo querían la Constitución.

-¿Cree que habrá una apertura para aceptar este proyecto aún cuando ha sido un año con muchas discusiones sobre reformas y marcado por la baja de la Presidenta en las encuestas?

-Hay que tener convicciones en la vida. La Presidenta se comprometió en el programa de Gobierno con que va a haber una nueva Constitución y tenemos que llevarla adelante. Uno tiene que tener convicción y no solo medirse por las encuestas, por lo más popular. Lo más fácil sería hacer una Constitución entre cuatro paredes, tenerla redactada y después preguntar si les gusta o no. Hoy la sociedad chilena e internacional exige mayor participación y en un proceso participativo obtenemos un mejor producto (...) Cuando tu desatas un proceso de participación en que involucras a todos y entienden que este proceso irá en mejora de su vida, se suma. Hace un tiempo se caía el mundo porque discutíamos sobre divorcio y había personas que señalaban que prácticamente se iba a destruir la sociedad. Hoy somos una sociedad más libre, justa y feliz al tener una ley de divorcio. También se decía que los niños nacidos fuera del matrimonio eran hijos ilegales. Eso cambió y hoy tenemos más igualdad. No soy conservador y creo que la sociedad tiene que avanzar.

-¿Qué pasos se seguirán ahora?

-Vamos a hacer charlas para explicar este proceso que ha sido muy bien recibido. Se va moviendo porque la virtud de este proyecto que a la idea de hacer una nueva Constitución -que creo que es mayoritaria en este país- le dimos un cronograma que podremos modificar o discutir, pero que tiene pilares claros: se consulta a la ciudadanía, se eligen representantes popularmente y corporativamente y se vuelve a consultar a la ciudadanía. Esperamos el anuncio que haga la Presidenta en septiembre.

"La Asamblea Constituyente es un proceso hermoso de participación y países como Colombia o Brasil han avanzado en tener constituciones en las que se incorpora a todo el mundo"."La Presidenta se comprometió en el programa de Gobierno con que va a haber una nueva constitución y tenemos que llevarla adelante".

Alfonso de Urresti Senador


200 asambleístas

tendría la AC propuesta por parlamentarios del Partido Socialista. Ellos tendrían unos diez meses para redactar la Constitución.

 

110 de los representantes

que formen la asamblea constituyente serán elegidos democráticamente durante el primer mes de 2017. Ese mismo año darán a conocer el resultado del trabajo.

 

2016 es el año

para definir si los chilenos quieren cambiar la Constitución. La consulta se realizaría durante las elecciones municipales. También se podría definir a través de qué método se haría.