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El milagro de la solidaridad

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En el evangelio de este domingo (Jn 6,1-15), Jesús junto con enseñar a las personas que están junto a él, se preocupa también de las necesidades que tienen. Estaban hambrientos y quiere procurarles pan. Los discípulos se dan cuenta de la imposibilidad de poder satisfacer tanta necesidad y se rinden antes de comenzar. Sin embargo, uno de los discípulos le hace ver que hay un niño con cinco panes y dos peces, pero le hace ver lo inútil de esto.

Con este panorama, Jesús realiza el milagro de la multiplicación de los panes y de los peces. Sin embargo, nuestra imagen de Dios y de Jesús puede reducirse a un hacedor de milagros, un "mago", y así vemos tantas personas que andan, ayer como hoy, en busca de milagros y signos. Pero si ponemos atención en la lectura del evangelio, aunque bien es cierto que Jesús realiza el milagro con el poder que tiene como hijo de Dios, lo hace con la ayuda humana: los cinco panes y los dos peces que el niño trae, la ayuda de los discípulos de hacer sentar a la gente y de distribuir y luego recoger lo sobrante. Hay muchos que opinan que el gran milagro de Jesús, fue el de suscitar la generosidad en los que allí estaban, ya que quien más o quien menos llevaría algo de comer. El milagro comienza en la generosidad y desprendimiento del niño de lo que llevaba para él, el milagro comienza en la preocupación de sus discípulos de hacer algo. Como dice una canción de la Iglesia: "Tú pusiste Jesús lo demás".

Ante las necesidades de hoy, nos podemos preguntar: ¿dónde comienza el milagro?, ¿espero que empieze en otros, o lo comienzo yo? Que el Señor bendiga nuestras intenciones de solidaridad y de esperanza. ¡Buen domingo!.

Carlos Martínez


Opinión