Emprender y prevenir riesgos
Carlos Robles
Sabemos que los accidentes del trabajo constituyen una inmensa fuente de costos, especialmente para las pequeñas empresas, donde puede tener una importante repercusión económica.
En ese sentido, debemos tener en cuenta que los accidentes laborales son un suceso evitable, y su ocurrencia no es por casualidad, mala suerte o "porque tenía que pasar". Un accidente laboral es la manifestación de que algo no ha ido bien en el desarrollo de una tarea, de que ha habido un problema o una falla.
Si la tarea está bien realizada de antemano, sabiendo cómo hay que hacerla y qué medios hay que emplear, también se podrán prever los riesgos que puedan aparecer y así evitar la ocurrencia de un posible accidente.
Es por esto que invertir en prevención de riesgos no sólo se traduce en una reducción de los daños y costos. Si le sumamos una mejora de las condiciones del trabajo, contribuye notablemente a mejorar el rendimiento, la eficacia y la competitividad de la empresa en distintas formas.
La salud y la calidad de vida de los trabajadores mejoran, por lo que el compromiso hacia la empresa aumenta. Un entorno de trabajo adecuado y una atención a las personas, crean un clima de confianza que favorece la motivación y satisfacción de los trabajadores. Invertir en prevención y formar a los trabajadores aumenta sus potenciales, los prepara para el correcto desempeño de sus tareas y favorece la creatividad. Una cultura preventiva mejora la imagen de la empresa, con el beneficio que esto conlleva en sus relaciones con clientes, proveedores y la sociedad en su conjunto.
La legislación actual se basa en el derecho de los trabajadores a un trabajo en condiciones de seguridad y salud, lo que implica a su vez un deber del empresario para lograr esa protección, el cual siempre debe considerar.
Opinión