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"Nunca vi el vóleibol como un hobby, yo quería aprender más, especializarme..."

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Tiene 19 años, mide 1.94 metros y sin duda es el mejor voleibolista que la región de Los Ríos haya producido en los últimos años, pues luego de defender a la selección juvenil de Chile ya es parte del proceso del equipo adulto que afrontará el próximo Preolímpico de Venezuela que anhela acceder a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Ese es Gianluca Borelli Alemany, ex alumno del Instituto Salesiano de Valdivia y que desde el año pasado vive en el hotel del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Santiago.

El joven tiene claro que quiere apostar por la elite del vóleibol, jugar lo más que pueda en eventos internacionales y más adelante, cuando sienta que es el momento indicado, dedicarse a estudiar y trabajar. Para Borelli el vóleibol es una opción de vida, no un hobby.

¿Cómo ha sido tu experiencia de vivir en el CAR?

Yo estuve en el Salesiano hasta tercero medio y me vine a Santiago. Saqué la beca del CAR y en realidad para estar en la selección chilena hay que vivir en Santiago porque es difícil ser parte de ella si eres de región. Al principio no dudé venirme, pero se echa de menos a la familia y los amigos.

¿En qué torneos internacionales ya has participado?

Mi primera experiencia fue un Sudamericano de Clubes en Belo Horizonte, en el verano del 2014, y fui como club ADO, en el fondo éramos la selección. Después tuvimos los Juegos Odesur en Santiago, donde sacamos medalla de plata. Ese mismo año tuve dos Sudamericanos de mi categoría juvenil y Sub 22, los dos en Brasil, después fui a otro Sudamericano de clubes con el club Linares y este año estuve en el clasificatorio a la World Cup de Japón con la selección adulta y después fui al Panamericano de Canadá con la juvenil. En el clasificatorio de la World Cup no se logró el objetivo, sacamos medalla de bronce y en el Panamericano juvenil, que fue en junio, salimos cuartos, perdimos el bronce con Canadá.

¿Estás ahora en algún proceso selectivo?

Sí, para el Preolímpico que es uno de los primeros pasos para llegar a los Juegos Olímpicos. Ese campeonato va a ser en Venezuela en octubre. Nuestra idea es sacar podio, ojalá salir terceros para optar al repechaje continental.

¿Y cómo va ese proceso?

Después del torneo en Canadá tuvimos vacaciones de una semana y de ahí no hemos parado de entrenar. Por mi parte estoy haciendo físico todos los días y entrenamiento técnico en la tarde también. Todavía no estamos todos entrenando porque falta Sebastián Gevert, que juega en Alemania, que tuvo una lesión y apenas llegue vamos a estar todos completos y a medida que estamos completos aumentamos la carga.

¿Hay más voleibolistas chilenos que jueguen en el extranjero?

Tenemos a Dusan Bonacic, que estuvo dos temporadas en Italia; a Simón Guerra, que jugó en el segunda división de Argentina en el verano y que ahora se va para allá a la primera división y a Matías Banda, que jugó una temporada en Suiza y que está buscando irse para allá.

¿Y hay más jugadores sureños en este proceso de selección?

No, yo soy el único del sur. La gente que practica el vóleibol en el sur no lo ven como una opción, lo ven como algo recreativo o para jugarlo en la universidad. Yo me diferencié de eso, yo nunca vi el vóleibol como un hobby, yo quería aprender más, especializarme y estar con los mejores.

¿Cómo ves el vóleibol de la región y el país?

Yo sé que en el básquetbol, a nivel país, tiene ligas que transfieren jugadores, pero el vóleibol no. Hay una liga chilena donde hay un equipo de Linares y los demás equipos son todos de Santiago. En el fondo el vóleibol se mueve en Santiago, es un círculo pequeño y la liga dura tres meses, muy poco, y ni siquiera es profesional. Hay un club que paga, pero aún así no es algo que emocione a los jugadores.

¿Y qué le falta al vóleibol para acercarse a lo que ha conseguido el básquetbol?

Profesionalizarlo. Hacer una liga que efectivamente dure unos 4 o 5 meses, pagar a los jugadores y hacer que las nuevas generaciones vean el vóleibol como una opción. Acá sólo se ve al fútbol como una herramienta de rescate social, pero no a los otros deportes.

Pero el vóleibol es uno de los deportes que más se practican a nivel de colegios chilenos.

La gente que forma a los jugadores no les fomenta la competencia, el querer ganar y ser buenos, como sí lo hacen los argentinos. Yo tuve la suerte de tener un entrenador bueno que fue Patricio Quijada y gran parte de su trabajo para mí ha sido importante porque él me formó como jugador desde que tenía 10 años y con una mentalidad ganadora, fuerte, de no achicarme ante el rival, de trabajar por lo mío.

¿Cuáles son tus objetivos para más adelante?

Me gustaría tener una experiencia en el extranjero, de hecho la estoy buscando, para aprender más y madurar como jugador y por el momento el otro año entrar a estudiar, pero no es mi gran objetivo, sería por hacer algo por el momento y tener algo asegurado, pero mi idea es llegar al vóleibol profesional.

¿Y hay algo concreto fuera de Chile?

No tengo nada claro porque como aún llevo poco tiempo en el alto rendimiento cuesta que te vean desde afuera. No se la juegan por jugadores chilenos porque no tenemos una liga profesional fuerte. Acá sí hay jugadores fuertes, pero son de la selección y ellos sí tienen requisitos como para ir a jugar afuera.

¿Crees que el Preolímpico será una vitrina para ti?

Sí, cada competencia es una vitrina para todos. Uno es el que tiene que moverse para conseguir algo, mandar currículums y eso.

¿Crees que el entrenador argentino Daniel Nejamkin está poniendo su sello con el vóleibol chileno?

Sí, él desde que llegó cambió todo lo que hay en el vóleibol, primero por su experiencia y calidad como entrenador. Sea el rival que sea nosotros siempre tanteamos el partido, lo trabajamos y se va a jugar con todo. Esa es la mentalidad y eso ha llevado que varios jugadores de mi generación se vayan al extranjero y que prometen en el vóleibol chileno.

¿Crees que el vóleibol se ha convertido en un deporte más físico?

Sí, la parte física se ha convertido en algo importante en el vóleibol, con la potencia, el salto y la fuerza.

Gianluca Borelli Voleibolista valdiviano.

Una apuesta de juventud

Gianluca Borelli también vivió jornadas emocionantes con la Liga Escolar de Vóleibol, aunque en la región aún falta fortalecer más la disciplina. El actual seleccionado chileno expresó "ojalá los chicos no vean el deporte como un hobby, que el objetivo siempre sea buscar el ganar. Quizás a veces no se va a ganar, pero en el intento de ganar vas a ocupar todas tus herramientas, vas a mejorar y cada vez vas, a ir escalando más arriba. Creérse que uno es bueno es quizás el primer paso y atreverse a darlo todo".

10

años tenía Borelli cuando comenzó a jugar vóleibol

en el equipo del Instituto Salesiano de Valdivia.

1.94

metros mide el joven punta valdiviano que

pretende ahora clasificar a los Juegos Olímpicos de

Río de Janeiro.

6

eventos internacionales ha jugado ya el valdiviano cuatro de ellos con

selecciones chilenas.