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La aislación térmica es uno de los pilares de lucha contra la contaminación

mesa. Representantes de instituciones del Estado, la empresa privada y organizaciones vecinales coinciden en su importancia, pero aseguran que falta camino por recorrer.

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La aislación térmica para las viviendas es un tema básico para enfrentar el largo camino rumbo al objetivo de disminuir la contaminación ambiental. En esa ruta, la falta de mano de obra calificada; la educación en el uso de la energía y el cuidado de la vivienda; y los altos costos de las viviendas mejor aisladas surgen como obstáculos para llegar a la meta. Todo esto, pese a los avances logrados desde el año 2000, cuando entró en funcionamiento la primera parte de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, sobre acondicionamiento térmico.

Esos fueron los principales consensos durante la segunda edición de los Diálogos del Nuevo Aire, desarrollados ayer en las oficinas de El Diario Austral de Los Ríos. Al mismo tiempo, se pudo conocer algunas características del anteproyecto del Plan de Descontaminación Ambiental que elabora la Secretaría Regional Ministerial del Medio Ambiente.

En esta segunda cita participaron Carla Peña, seremi del Medio Ambiente; Felipe Spoerer, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción-Valdivia; Alejandro Larsen, director regional del Serviu; Margot Oyarzún, directora de carrera del área de Construcción de Inacap; Roberto Paredes, presidente de la Unión Comunal Juntas de Vecinos; Jorge Román, representante de la Inmobiliaria Comosa; José Miguel Mercado, encargado de calificación energética de las viviendas en el Serviu regional; Jean Paul Pinaud, profesional de la oficina de calidad del aire de la seremía del Medio Ambiente; y Omar Luengo, tesorero de la Unión Comunal.

IMPORTANCIA

Los nueve invitados coincidieron en la importancia de la aislación térmica como elemento básico para la disminución de la contaminación ambiental, "independientemente de la calefacción utilizada", aseguró José Miguel Mercado, mientras que Alejandro Larsen planteó que aún falta conocimiento de su implicancia, ya que las primeras legislaciones datan de los años 2000 y 2007.

Para Felipe Spoerer, en el caso de una inmobiliaria, ofrecer una vivienda con buena aislación puede ser un buen argumento de venta, pero que necesariamente se reflejará en el precio y en ese contexto, "la decisión al comprar una vivienda pasa por el precio y el dividendo que la persona tiene que pagar, sin considerar que con mejor aislación y diseño arquitectónico, se puede recuperar ese mayor precio a través del ahorro por calefacción", argumento con el cual coincidió Jorge Román, quien agregó que una vivienda con mejor aislación puede costar 10 UF más caro el metro cuadrado. Es la diferencia entre aislar bien o mal".

Margot Oyarzún refrendó que la gente asocia ineludiblemente la aislación térmica con un mayor costo y que ejemplo de ello es que cuando se hace una ampliación, no se considera la aislación. Y aquí planteó que falta mayor educación, junto con señalar que en Las Ánimas -donde Inacap realiza un estudio- la gente no tiene información suficiente sobre la aislación de sus casas.

También, para Larsen en la construcción masiva de viviendas es necesario que los profesionales revisen conceptos antiguos como el asoleamiento, el diseño y los materiales que lo acompañan, para dar respuesta a exigencias del clima, el medio y la naturaleza. Agregó que actualmente, las políticas públicas incorporan mayores estándares de calidad y que las viviendas sociales cumplen con la norma de aislación térmica. Y de paso ejemplificó que en 1996 una vivienda básica de 40 a 42 metros cuadrados costaba entre 240 y 250 UF, mientras que hoy la de 45 m2 llegan a las 800 UF.

En tanto, Roberto Paredes planteó que debe existir mayor exigencia a la construcción de viviendas sociales, para que -por ejemplo- las empresas constructoras cumplan la norma y los propietarios no tengan que estar pidiendo subsidios al cabo de un par de años de recibir sus casas.

También en el ámbito de la construcción habitacional, Carla Peña señaló que la comunidad debe educarse en el tema de la aislación térmica para bajar la emisión de contaminantes y que falta mano de obra calificada para trabajar en la instalación de aislaciones térmicas.

Felipe Spoerer compartió el diagnóstico de la falta de mano de obra y comprometió la participación de empresas que integran la Cámara para capacitar a sus trabajadores.

En esta misma dirección, Alejandro Larsen planteó que la lucha contra la contaminación en la parte referida a la aislación térmica, no tendrá éxito "si quienes construyen no hacen bien su pega y si quienes usan la vivienda, no tienen internalizado el tema, no basta con ganar subsidios de aislación, si no saberlos usar". Agregó que el año pasado, desde el ministerio de Vivienda fueron entregados 2.500 subsidios de mejoramiento de viviendas en la región, de los cuales 1.700 fueron térmicos y que en el caso de los programas de protección del patrimonio familiar (3PF), los subsidios son del orden de las 50 UF, mientras que para acondicionamiento térmico llega a las 100 UF.

Jean Paul Pinaud planteó que en el mejoramiento térmico de las viviendas se trabaja en tres líneas: las especificaciones técnicas, con estándares para mejorarlas; la aplicación de los aislantes y el cumplimiento de la normativa; y la operación o manejo de la vivienda, para que el arreglo se traduzca en menos uso de calefacción y menor contaminación ambiental, algo que hoy escasamente ocurre, según explicó la seremi.

CALIDAD

Pero, a la hora de comprar una vivienda, ¿en qué características debería fijarse el futuro propietario?

Felipe Spoerer y Jorge Román plantearon que habitualmente, quien compra una vivienda no pregunta por los materiales de aislación, la supervisión y menos aún pide una maqueta de los muros, por ejemplo, para conocer mejor la estructura de la vivienda. "Son requerimientos que la gente debiera exigir y pedir antes de comprar, junto con la confianza respecto a la inmobiliaria que les vende", indicó Spoerer.

En este tema, Alejandro Larsen aseguró que "todos los productos inmobiliarios que pasan por un proyecto formal de construcción cumplen el mínimo de la ordenanza".

También, el director del Serviu anticipó que a nivel regional tienen diseñada una vivienda social energéticamente eficiente, pero que están a la espera de concretar los últimos detalles y luego buscar en el mercado alguna empresa que pueda construirla "a precios razonables".

DESCONTAMINACION

Durante el encuentro, la seremi del Medio Ambiente Carla Peña anunció que ya está listo el anteproyecto del Plan de Descontaminación Ambiental (PDA) de Valdivia, a la espera de su publicación en el Diario Oficial. El 29 de agosto será presentado públicamente en el CECs, durante un seminario por el aire limpio y luego se hará la convocatoria para una consulta pública. En este contexto, la autoridad anunció que las medidas que apuntan a reducir la contaminación son el recambio de calefactores, el fortalecimiento de la aislación térmica y el tema de la leña. Es así como el PDA especificado para los próximos 10 años considera el recambio de 26 mil calefactores, la entrega de 18 mil subsidios de aislamiento térmico de viviendas y el fortalecimiento de la mesa de fiscalización de la leña que lidera Conaf, que incluye desde su origen hasta la elaboración de una ordenanza municipal de comercialización. También -agregó Peña- se incluirá un programa comunitario de educación y junto con el Sence, la capacitación para trabajadores encargados de operar la instalación de aislaciones térmicas en las viviendas.

"La idea es que el PDA además genere emprendimiento e inversión en el territorio. La aislación térmica y el recambio de calefactores abren nuevas oportunidades de trabajo e inversión", dijo la seremi y agregó que habrá planes pilotos dirigidos a barrios de mayor plusvalía, tercera edad y clase media emergente.

"Las medidas que apuntan a reducir la contaminación ambiental son el recambio de calefactores, el fortalecimiento de la aislación térmica y el uso eficiente de leña".

Carla Peña

Seremi del Medio Ambiente

"Si quienes construyen no hacen bien su pega y si quienes usan la vivienda no tienen internalizado el tema, no basta con ganar subsidios de aislación, sino saberlos usar".

Alejandro Larsen

Director regional del Serviu

Aislación térmica

Progreso

Construcción

Ventajas

Cuando hablamos de edificios enfermos nos estamos refiriendo a aquellos que han sido edificados de manera no sustentable y que tienden a provocar enfermedades en las personas que los habitan sin que estos se percaten de ello, ya que síntomas como resfrío, dolores de cabeza y alergias pocas veces se asocian a que su causa se deba a una mala ventilación, descompensación de temperaturas, gases o vapores químicos en suspensión alojados en los espacios cerrados que se ocupan a diario - en el trabajo, por ejemplo - lo que trae consigo ausentismo laboral y baja productividad y en ocasiones alta rotación de empleados y un desembolso desgastante en términos de calefacción y/o aire acondicionado para las empresas o negocios instalados en dichos edificios lo cual es nocivo tanto para las personas como para el medio ambiente, debido a que el diseño de estas construcciones no considera eficiencia energética alguna en términos de temperatura, humedad, renovación del aire, buena acústica y una iluminación apropiada, excluyendo en muchos casos el uso de la luz natural.

Y, pese a que la denominación de edificios enfermos fue concebida en los años 80's por la Organización Mundial de la Salud, siguen existiendo edificios arquitectónicamente mal ideados y además, en la actualidad, a pesar de que existe una variada gama de materialidad para optimizar esta situación, no existe una real conciencia y una adopción de tecnologías y diseños tendientes a mejorar la calidad del aire interior.

El ingreso de un adecuado aire nuevo que posteriormente deberá calentarse o enfriarse según la estación, supone un gasto energético que muchas empresas escatiman y como consecuencia de ello, se produce la consecuente acumulación de microorganismos en el ambiente y además un gasto económico que se pudo haber previsto construyendo eficientemente.

Mejorar las condiciones del hábitat y reducir o evitar por completo los posibles efectos del síndrome del edificio enfermo constituye un desafío que debe adoptarse planteando un buen diseño desde un principio, ya que siempre resultará más costoso actuar sobre una mala construcción que rediseñar y corregir antes de construir. Asimismo, construir de acuerdo a las condiciones climáticas del lugar, puesto que la copia de diseños de otras ciudades o países con otras realidades y otros tipos de clima es un error ya que se pierde de vista el ecosistema local, por tanto, la construcción de un edificio enfermo siempre será un gasto energético y monetario.

Arquitecto

Socio CChC Valdivia

Futura clasificación energética

Aunque en la actualidad no existe una forma o un sello que distinga a una vivienda con buena aislación térmica, esta situación podrá subsanarse en los próximos años, ya que el Ministerio de Vivienda trabaja con una clasificación energética, que también estará incluida en el futuro Plan de Descontaminación Ambiental. José Miguel Mercado explicó que esta clasificación entrará en vigencia en la etapa de operación de la vivienda y se espera que en esa instancia, las inmobiliarias compitan por entregar un mejor producto. Además, el sello será obligatorio al momento de pedir el permiso de edificación y calificará a las viviendas desde la letra A a la E, de acuerdo a su calidad energética.

Está regida por la reglamentación térmica establecida en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones.

El 2000 se establecieron las condiciones mínimas de aislación de techos y en 2007 se incorporaron tramitancias (medidas de calor) máximas para paredes y pisos.

Pionero

Chile fue el primer país de Latinoamérica que incorporó en los reglamentos de construcción las exigencias de acondicionamiento térmico para todas las viviendas.

La aislación térmica es el intercambio de energía calórica entre el ambiente interior y el exterior.

Una buena aislación térmica ayuda a mejorar la calidad de vida de las familias, porque implica mayor habitabilidad, mejor salud, menor contaminación y mayor durabilidad de la vivienda (www.zoominmobilario.com).

100 Unidades

de Fomento es el monto máximo al cual se puede postular para subsidios de aislación térmica, los cuales están destinados a personas con bajo puntaje en sus fichas de protección social.

2.500 subsidios

de mejoramiento de viviendas fueron entregados el año pasado en la región, de los cuales 1.700 estuvieron destinados a la aislación térmica.

29 de agosto

será presentado a la comunidad el anteproyecto del Plan de Descontaminación Ambiental, durante un encuentro organizado por la seremía del Medio Ambiente.