Un ejemplo de vida y de superación es el que compartió el deportista paralímpico Adolfo Almarza, con la charla que ofreció en la municipalidad de Valdivia, hace pocos días.
Invitado por empresas locales (Toyota y Telefónica del Sur) y por las autoridades comunales, se sumó a la campaña para apoyar a los deportistas con capacidades diferentes, quienes a pesar de sus dificultades físicas se dan ánimo para practicar y brillar en alguna disciplina, como es el caso del corredor Eduardo Soto, quien fue también destacado durante el encuentro con Almarza.
Tanto en el testimonio del invitado, como en el de muchos deportistas valdivianos en su misma condición, hay historias llenas de ejemplos de superación y de fortaleza para asumir el destino de frente, elegir ser felices y seguir adelante, aunque todo parezca adverso.
Escuchar esos relatos es, sin duda, una inyección de ánimo y de fuerza, que contagia por la profundidad de la experiencia. Desde ese sentimiento, también desafía a superar las propias limitaciones cotidianas, para salir adelante.
Pero además de ese mensaje, también está el llamado de atención frente a la realidad de quienes viven con alguna discapacidad y que no siempre cuentan con el respaldo necesario para integrarse. Basta caminar por las calles y darse cuenta de cuántas veredas están acondicionadas para sillas de ruedas; cuántas oficinas públicas y servicios cumplen con la disposición legal de tener rampas de acceso; cuántos semáforos con señal auditiva existen en el centro de nuestras ciudades. Son elementos simples y cotidianos, que permitirían una inclusión más efectiva, pero que no están hoy disponibles para este grupo.
En el ámbito deportivo ¿cuántas personas cuentan con los implementos para una buena práctica? El mismo Eduardo Soto homenajeado, no tiene prótesis adecuadas para correr y desarrollarse mejor.
Ver esas situaciones y corregirlas, es tarea de la comunidad, pero especialmente de las instituciones del área (Senadis, municipios, por ejemplo), porque los recursos también son importantes para que el esfuerzo personal logre metas más altas.