Pablo Quintana Villanueva
"Hoy (ayer) iniciamos una huelga legal de carácter indefinido, debido a que nuestro empleador no ha dado respuesta a la presentación del contrato colectivo, que se dio a conocer el 15 de junio". Estas palabras, dichas por la presidenta del Sindicato de Trabajadores del Hospital Santa Elisa de San José de la Mariquina, Lorena Navarro, explican la principal razón que motivó a cerca de un centenar de funcionarios del recinto y sus familiares a marchar por las calles del centro de la ciudad.
La dirigenta explicó que a través del convenio, los trabajadores buscan igualar sus remuneraciones a las que perciben los funcionarios de los recintos pertenecientes al Servicio de Salud de Los Ríos. "Hemos calculado que nuestros sueldos son un 40% inferiores a los que tienen quienes se desempeñan en el hospital peor pagado de la red, que es el de Los Lagos", aseguró.
"En el contrato pedimos un incremento del 20% para este año y de un 10% para el próximo, aunque hemos debido flexibilizar nuestra postura tras las conversaciones. Sin embargo, la idea es acercarnos a las condiciones de cualquier trabajador de la salud pública", añadió. Con ello, piden también que se les otorgue una serie de beneficios, tales como el reajuste del bono de vacaciones (que actualmente es de 40 mil pesos), el pago de las horas extraordinarias en días festivos y un bono de retiro.
Navarro argumentó que de concretarse estas demandas, "podremos trabajar dignamente como corresponde a funcionarios de salud y ello influirá también en una mejor atención para la comunidad".
Voz oficial
Antonio Manzur, administrador del recinto y su representante legal, señaló: "Si bien somos un hospital privado, tenemos un convenio con el Servicio de Salud, amparado bajo el DFL 36, que rige la relación con instituciones privadas; de esta manera, nuestro financiamiento no proviene de ningún otro lugar que no sea del Estado".
Enfatizó que el Hospital Santa Elisa "es una institución de propiedad de la diócesis de Villarrica y es sin fines de lucro. En sus balances se deja ver que no ha habido utilidades. Frente a esto, lamentablemente no está en nuestras manos resolver los problemas que denuncian los trabajadores".
Dirección
Respecto de la continuidad de la atención, la directora técnica del Hospital Santa Elisa, doctora Adriana Díaz, dijo: "Hemos garantizado a nuestros pacientes su tratamiento. De esta forma, los que podíamos manejar aquí los hemos dejado; otros han sido derivados a los hospitales de Panguipulli y Paillaco, que nos ofrecieron camas; y hay quienes están siendo definidos por el Hospital Base de Valdivia, que nos ha brindado su apoyo". Agregó que sólo se está atendiendo urgencias vitales y que "se ha traído personal nuevo".
Dra. Mónica Gil: "Diócesis debe resolver la huelga"
"Lo primero que hay que hacer es enfatizar que el Hospital Santa Elisa es una institución privada. Nosotros, como Servicio de Salud, no administramos este hospital; posee equipo directivo contratado por la diócesis de Villarrica, por lo que son ellos los encargados de lograr una óptima gestión", sostuvo ayer la subdirectora médica asistencial del Servicio de Salud de Los Ríos, doctora Mónica Gil.
La profesional lamentó la movilización "por las consecuencias negativas que tiene para la población que concurre a dicho centro asistencial" y agregó que el servicio preparó un plan de contingencia "con los establecimientos asistenciales que pertenecen a la red pública, a objeto de garantizar el acceso a la atención de las personas y la derivación de aquellos pacientes en condiciones de mayor complejidad hacia el Hospital Base de Valdivia".
La doctora Gil subrayó que "como se trata de un hospital particular en convenio con Fonasa (DFL 36), anualmente se le traspasan recursos, los cuales han ido en aumento durante estos últimos cinco años".
Precisó que este año, los recursos sectoriales ascienden a más de mil millones de pesos, además del pago de las remuneraciones de todos los médicos del Santa Elisa; además, se le transferirá $80 millones por un convenio complementario y un apoyo en insumos farmacológicos por cerca de $1.427 millones.