Juan Vargas Oñate
Hoy se cumplen 10 años desde que desapareciera misteriosamente en Valdivia el estudiante del tercer añode la carrera de Turismo de la Universidad Austral de Chile Carlos Millán Cárdenas. Tenía 21 años de edad.
Su madre, Cristina, desde Chiloé, en la localidad de Queilén, al sur de Castro, recordó ayer, entre otros dolorosos episodios vividos durante todo este tiempo, que "faltaron cosas por hacer para encontrar a Carlitos. Por ejemplo, rastrear a tiempo una llamada telefónica, hecha desde el Terminal de Buses el día 7 de octubre de ese año, donde una mujer aseguraba que lo habían asesinado. Fue a las 8 de la mañana, pero no se hizo".
-¿Y cómo se supera una década de sufrimiento en el alma, de no saber qué pasó con él?
-Apoyándonos como familia, con Hugo, mi esposo; con mis hijos, Pamela, ya una educadora de párvulos, con dos hijitos. Patricio, un ingeniero informático, trabajando en Puerto Montt. Ellos salieron adelante como profesionales, como lo habría hecho Carlitos en Valdivia.
ÉL NO SE SUICIDó
- ¿Definitivamente, ustedes nunca creyeron en la opción de un suicidio, como alguna vez lo planteó la propia policía?
-No, nunca. Nos dolió mucho cuando incluso, no sólo la policía, si no que autoridades de la ciudad (Valdivia) nos querían convencer de que Carlitos se había suicidado. Pero, él no lo hizo.
-¿Por qué como familia, nunca lo quisieron aceptar?
-Porque desde un principio, siempre dijimos que Carlitos no tenía motivos para hacerlo. Llevaba tres años en Valdivia estudiando Turismo en la Uach y jamás nos dijo que sufriera, que estuviera deprimido, que quería volver a su casa. Yo conocía. como mamá, a mi hijo. Por eso, dijo que no se suicidó.
Pacto de silencio
-Entonces, a diez años de su desaparición, ¿qué creen qué pasó?
- Creemos que Carlitos vio algo que no tenía que ver. Que escuchó algo que no tenía que oir. Algo pasó y alguien o algunos, sencillamente lo hicieron desaparecer.
- ¿Nunca en todo este tiempo se ha acercado a ustedes un compañero de curso, un amigo, un conocido, alguien ligado a Carlos para confesarles algo, sobre lo cual no se hubiese hecho una investigación?
-Nadie. Y, en ese sentido, creemos que hay algún pacto de silencio entre dos o más personas. Incluso hemos pensado que, tal vez, ocurrió algún accidente, en el que lamentablemente murió él (Carlitos). Que quienes estaban con él, se asustaron e hicieron ese pacto de silencio.
- ¿Cuando estuvieron en Valdivia, se sintieron apoyados durante la búsqueda?
-No tenemos grandes recuerdos de eso. Sí, hubo personas que de corazón nos apoyaron. Pero, por ejemplo, mi hijo ya era estudiante desde hacía tres años de la Universidad Austral de Chile, y no sentimos el apoyo que pensábamos íbamos a tener de ella. Presentaron una querella criminal haciéndose parte de la causa, pero hoy lo sentimos que fue un saludo a la bandera, nada más.INVESTIGADOR PRIVADO
-¿Perdirían 10 años después, algo especial al MinisterioPúblico, ahora?
-Una vez por teléfono nos avisaron que la causa estaba para no perseverar, archivada. Con Hugo (su esposo) iremos este mes a Valdivia y pediremos el expediente para que lo vea un investigador privado (ex policía) que se nos ofreció para ver el caso. El ha obtenido buenos resultados, en casos así, en otras ciudades.
Otros casos en Los Ríos
En la región de Los Ríos, son varios los casos de personas desaparecidas:El escolar de La Unión, Yordan Fernández Ruiz (16), fue visto con vida por última vez el 22 de diciembre de 1997.
El anciano de 82 años Vicente Salinas Barrientos, desaparecido en Quitaqui, cerca del parque Oncol (Valdivia) el 19 de noviembre de 2005.
Oscar Seguel Vera (78), salió el 20 de junio de 2003, en la población Petrohué (Valdivia) y nunca más regresó. Sus familiares siguen esperando.