Llegada la República, todavía subsistían diversos organismos creados por España para la relación con los indígenas. Existía el cargo de Comisario General de Naciones, habilitado sólo en Concepción y Valdivia para la atención de todos los negocios y tratos con los naturales. Su labor era secundada por los "capitanes amigos" que recorrían la región tomando contacto con los caciques.
Francisco Aburto Ramírez, acompañó a su padre, que recibió en 1793 el cargo de Comisario de Indios por decreto de Ambrosio O´Higgins y, en calidad de capitán de amigos se relacionó por muchos años con los indígenas, firmando incluso con él, los títulos de propiedad de sus tierras. Para 1827 era Comisario General de Naciones, pero fue nombrado en su remplazo don Ignacio Agüero.
Esto no agradó a los naturales que encabezados por sus caciques y mocetones llegaron hasta la Gobernación de Valdivia, en gran número.
Alarmadas las autoridades por la cantidad de ellos, los recibieron con prisa y tomaron en consideración su petitorio. Así de nuevo, para 1829 era nombrado Comisario de Indios por ser "a quien reclaman con entusiasmo generalmente los caciques y demás indios de la provincia".
Para fines de la dominación española, en la región de Valdivia, las relaciones con los indígenas fueron buenas. Se respetaban como autoridades a los caciques, algunos de los cuales, incluso llegaron a recibir sueldo.
No debe extrañar entonces que estuviesen del lado monárquico y no del lado patriota a la hora de la independencia y, que en el caso de Valdivia se permitiera que personas que habían servido al rey, continuaran prestando sus servicios para entendimiento con los indígenas.
Tan reconocida por ellos fue la labor, por ejemplo, de don Francisco Aburto que al cabo de algún tiempo en su cargo, volvió a la ciudad de nuevo una numerosa comitiva de caciques y mocetones.
Esta vez no venían a pedir nada. Le traían una señal de amistad a don Francisco, que era nada menos que la mano de una hermosa doncella. Habría sido una ofensa rechazar un gesto de tal magnitud.
Oscar R. Gayoso Aguilar Escritor