Es el anticancerígeno número uno, no sólo porque provee de antioxidantes, sino porque ayuda a que el cuerpo metabolice los estrógenos más fácilmente. También se recomienda la la coliflor.

Las moras, uvas, frutillas, arándanos y frambuesas contienen antioxidantes y un potente ácido que protege a los genes del ataque de los carcinógenos: el ácido elágico.

La fibra del pan y cereales, acelera el tránsito intestinal y arrastra sustancias del conducto digestivo previniendo el cáncer de estómago y de colon. Al impedir que sean absorbidas estassustancias protege contra el cáncer de mama.

Porotos, lentejas y, garbanzos, tienen fitoestrógenos con poder anticancerígeno. Comer leguminosas dos o más veces a la semana reduce hasta en un 35 % el riesgo de desarrollar cáncer de mama.