TALLER DE RAÍZ, la apuesta de carolina pozo para crear y enseñar joyería en los ríos
MULTIFACÉTICA. Sus trabajos se inspiran en la naturaleza y están confeccionados en diversos materiales. Además, enseña a quienes deseen aprender el arte de la joyería.
Un taller que cuente con todas las herramientas y materiales para concretar las ideas de un artista, ciertamente es el anhelo de todo joyero. Catalina Pozo no es la excepción, porque con el Taller De Raíz está cumpliendo uno de sus más grandes sueños.
Nacida en Santiago, fue alumna de la Escuela de Joyería Pamela de la Fuente y ha desarrollado su trabajo tanto en Chile como en Perú; sin embargo, algo le faltaba: desempeñar en forma independiente y en un lugar propio su vocación. Hace cuatro años llegó a Valdivia y después de imponerse del panorama local, conoció a Andrea Silva, de la Escuela Joy-Arte, donde dicta clases a estudiantes sin distinción de edad.
"Es difícil encontrar un nicho donde desarrollar este arte, pero cuando lo encuentras te das cuenta de que hay mucho que hacer, mucho que crear y mostrar a la gente de Valdivia la joyería contemporánea, que tiene como finalidad dar a conocer una idea, crear una joya con significado", expresa.
En un principio, su taller estuvo alojado en la Galería Alemania -situada en la esquina de las avenidas Caupolicán y Alemania-. Actualmente, se ubica en el sector El Bosque.
Inspiración
Los joyeros, así como toda persona que vive de la creatividad, fundamentan su trabajo sobre la base de los objetos que perciben en su entorno; sin embargo, la forma en que los aprecian les otorga la individualidad. "Mis piezas de joyería responden a modelos únicos e irrepetibles; son ideas inspiradas principalmente en la naturaleza: los elementos, el cielo, el mar, la tierra y le reino vegetal. En pocas palabras, me inspiro en todo lo que me deja asombrada por su hermosura, complejidad y sutileza", explica.
Aunque su producción está creada principalmente en plata, su espíritu de permanente experimentación la ha llevado a incorporar otros materiales. "Esmaltes, resinas y textiles en general, son innovaciones que se llevan muy bien con los metales comunes", cuenta.
Y no se olvida de la tradición. "También empleo las piedras, como por ejemplo el lapislázuli, la amatista, el granate y el cuarzo, que son las más populares y las más solicitadas por mis clientes", aclara.
El año pasado tuvo oportunidad de mostrar parte de sus creaciones en la exposición Reciclarte, que se efectuó en la Carpa de la Ciencia del Centro de Estudios Científicos.
Talleres y clases
La artista no agota su labor como fabricante de joyas, sino que desarrolla asimismo una veta de formadora.
"Como parte de una consultoría, imparto talleres en el Complejo Penitenciario de Llancahue, donde comparto mis conocimientos con internos de buena conducta que buscan reinsertarse en la sociedad", revela.
En su taller ofrece un curso inicial de joyería, cuyo plan dura tres meses, a razón de una clase semanal de tres horas, en el horario que escoja el alumno. El costo es de 50 mil pesos mensuales y en él se realizan trabajos en cobre y plata.
"El curso tiene por finalidad contribuir al desarrollo de la joyería de autor, estimulando la creatividad. Las clases están orientadas a aprender desde las técnicas básicas de la orfebrería, poniendo especial énfasis en la búsqueda de una línea personal de diseño. En otras palabras, la misión es promover en los alumnos el desarrollo de su propia identidad creativa, a través de la experimentación y el diseño", puntualizó.
¿Cómo vislumbra Catalina Pozo el futuro? Quiere continuar desarrollando su arte y dando rienda suelta a su creatividad, además de dar a conocer el oficio por medio de exposiciones y la enseñanza del mismo "en donde sea necesario el trabajo de mis manos de artesana. Considero que mi labor es un aire fresco al desarrollo de la cultura en la región de Los Ríos", señala la artista.