Creación de una farmacia popular
La idea de Recoleta ha llamado la atención en todo el país. Desde Valdivia, un equipo técnico también estudia el tema. Es de esperar, que la inquietud y curiosidad por la iniciativa llevada adelante en Recoleta se traduzca en acciones serias y de largo plazo...
La instalación de una Farmacia Popular en la comuna de Recoleta en Santiago, ha llamado la atención de todo el país, porque ha demostrado que existen alternativas para que los medicamentos lleguen a la comunidad a precios más bajos que los cobrados en los locales tradicionales. También, porque ha planteado un modelo cooperativo y no competitivo para ayudar a las personas más necesitadas a acceder a los productos que necesitan para sus tratamientos médicos. Es decir, ha abierto alternativas a otra forma de acceso, no comercial.
El tema es muy importante por la realidad innegable del alto costo de algunos insumos. Pero también lo es desde la perspectiva comunicacional, al dar un mensaje de confianza y de servicio real, en medio de tantas polémicas por actuaciones abusivas del sector público y el privado.
Así visto, se trata de una noticia muy poderosa. Y no es de extrañar que más de cien municipios de distintas regiones han pedido asesoría al equipo de Recoleta para saber cómo lo hicieron, qué pasos siguieron y de qué forma esa idea se puede replicar en otros lugares.
Desde Valdivia se anunció la semana pasada que un grupo liderado por el administrador municipal se reuniría con el alcalde Daniel Jadue, con el objetivo de ver opciones similares para la capital regional. En la misma dirección otras autoridades y dirigentes del gremio farmacéutico han señalado estar de acuerdo en que un proyecto así prospere.
Si llegara a materializarse una propuesta de este tipo, por supuesto que sería bienvenida, más aún considerando los niveles de pobreza y de envejecimiento que la población valdiviana y de Los Ríos enfrenta. En tal marco, sería lógico observar apoyos transversales para una idea, que podría beneficiar a los residentes más carenciados.
Es de esperar, entonces, que la inquietud y curiosidad por la iniciativa de Recoleta se traduzca en acciones serias y de largo plazo. También, que -en diferentes niveles- ellas motiven mejoras al actual sistema público de entrega de medicamentos (hospitales y consultorios), que en ningún caso será reemplazado por esta modalidad.