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DATOSAutodidacta y reflexivo para crecer

ESFUERZO.
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Iniciativa D'Gustar Pastelería Artesanal

Emprendedora Andrea Muñoz Serón

Contacto 63-2227580 / 83892658


D'GUSTAR, LA APUESTA CON QUE ANDREA MUÑOZ QUIERE CAUTIVAR A LOS VALDIVIANOS

"Busqué siempre la oportunidad de tener un trabajo independiente para contar con mis recursos, porque ansiaba ver crecer a mis hijas. Fracasé muchas veces; recuerdo que mil pesos los hacía cuadrar igual como en un Tetris, para que me alcanzaran en la compra de mis ingredientes". Así recuerda Andrea Aracely Muñoz Serón los duros inicios que tuvo en el mundo del emprendimiento para concretar una idea largamente meditada: levantar su propio negocio, D' Gustar Pastelería Artesanal.

Tiene 39 años de edad y es madre de tres hijas: Bárbara (de 21 años), Carmen Paz (12) y Massiel (6); y tiene también una nieta de 5, llamada Katalina. Egresó del Liceo Técnico de Valdivia con el título de técnico en hotelería y servicios alimentarios.

Difícil comienzo

Andrea cuenta que partió en forma muy modesta y con poca fe en sí. "Hacía algunas galletas, las envasaba en bolsitas bien bonitas y cobraba bien barato por el producto. Salía con una maletita a vender 12 paquetitos de ellas, pero volvía con diez… Era tan insegura, que transmitía esa sensación a mis posibles compradores", rememora.

Más tarde, dice que aprendió con su hermana a preparar kuchen de yogur y comenzó a ofrecer este producto en el jardín infantil de su hija. "Como no tenía batidora, recurría a la fuerza de Roberto, mi pareja, ayudándome a batir la crema", precisa. Cierto día, una amiga suya -que aún la mantiene como clienta- probó las galletas: "Le gustaron mucho y me invitó a llevar mis creaciones a su lugar de trabajo… Ella fue un ángel, porque me hizo publicidad y estuve yendo a ese lugar mucho tiempo", señala.

Le faltaba, empero, adquirir confianza en sus capacidades. "Se me fueron dando otros regalos, como el pertenecer al programa Mujeres Jefas de Hogar, de la municipalidad, que fue una herramienta que me permitió sentirme segura de lo que soy actualmente como persona y como emprendedora", expresa.

Desde aquel momento en adelante, su meta fue perfeccionarse, dar a conocer su experiencia y perder el temor a lanzarse a la aventura del emprendimiento. Asistió a diversas charlas motivacionales, tomó dos cursos de cocina (uno de ellos en Inacap, dictado por Ana María París y Carlos Labrín) y desde la Oficina de la Familia se le invitó a dictar clases a mujeres con ganas de emprender. Además, fue parte de la agrupación Mujeres de Los Ríos, en sus inicios.

Consolidación

Y con todo ello, Andrea y su hermana Ángela se unieron y decidieron emprender el proyecto de la pastelería artesanal. "Fue un buen comienzo, ya que ese año 2010 me gané un fondo del Fosis, de unos 300 mil pesos, que usé para comprar una batidora industrial -que aún uso-; adquirí también un horno industrial y un par de quemadores, mi hermana tenía otro y trabajábamos en el segundo piso de la casa de nuestros padres", explica.

Posteriormente, levantaron un taller en el patio de la casa de Andrea y finalmente, el que hoy poseen. A ello le siguió una asesoría de inventario e imagen corporativa, hecha por un grupo de estudiantes de la carrera de ingeniería comercial de la Universidad Austral; y a través del Sernam, fue seleccionada para asistir a un encuentro de emprendedoras de la región, donde recibió el apoyo de los profesores Patricio Ovalle y Jaime Muñoz, de la Universidad del Pacífico.

Productos que ofrece D' Gustar

Según cuenta Andrea Muñoz, su producto estrella son las tortas y de éstas, la de mayor venta es la llamada "celestial". También están las de zanahoria, bizcocho con piña, durazno, frambuesa, Selva Negra, trufa; "y si a algún cliente se le antoja servirse algo distinto, hago mi mejor esfuerzo para cumplir su deseo", sostiene. No faltan entre sus creaciones, las galletas, los kuchenes y aprovecha todas las fechas especiales para preparar pastelería acorde. "Invito a todos a que visiten mi página web www.tortasdgustar.cl", puntualiza.

Dir. Form. General UST

El desarrollo del espíritu emprendedor, de acuerdo al trabajo que hemos realizado en la Universidad Santo Tomás de Valdivia con el manual didáctico Eduprende -que se ejecuta gracias al Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC)-, denominado "Red de educación para el emprendimiento de la Región de Los Ríos", se aborda a través de seis fases.

La segunda de ellas es "Plasmar mis aspiraciones en conceptos manejables" -que sigue a "Visualizar mis aspiraciones", que es la primera-, donde el estudiante inicia un proceso de reflexión de tipo crítico en relación a sus aspiraciones, y que apunta a alentar su integridad intelectual, su honestidad y su credibilidad. Esto permite que la persona, especialmente nuestros jóvenes, tengan la capacidad de fundamentar sus juicios y opiniones, a través de la búsqueda de información respecto a sus intereses, aprendiendo a seleccionar las fuentes del enorme cúmulo de datos que se maneja hoy en día.

En esta etapa resulta clave una habilidad básica de las personas, el "ser autodidacta", que se refiere fundamentalmente a hacerse responsable de su propio aprendizaje, lo que significa profundizar conocimientos respecto a sus intereses para poder transformar las ideas en conceptos que se pueden manejar para luego concretar. Esto además requiere autorregulación, no sólo para el manejo de los tiempos, sino también de las emociones.

Otro tema a desarrollar en esta fase es el de "ser reflexivo", que dice relación con hacer uso de manera adecuada de la información que poseo, logrando discriminar aquello confiable y que permite darle un uso efectivo para lograr emprender. Esta fase es sin duda un pilar en el fortalecimiento del espíritu emprendedor, ya que al tratar de desarrollar el aprendizaje de manera autodidacta, la persona será capaz de hacerse cargo a lo largo de su vida de nuevos desafíos y adaptarse.

Paola Aguilar