Pablo Quintana Villanueva

En el salón Jorge Millas, el profesor titular del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas de la Universidad Austral de Chile, doctor Iván Gómez Ocampo, presentará hoy -a partir de las 10 horas- su libro "Flora Marina Antártica. Patrimonio de biodiversidad". La obra forma parte de las actividades de divulgación del proyecto Anillo ART101 titulado "Macroalgas Antárticas", financiado por la Comisión de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt).

¿Qué lo motivó a realizar la investigación que dio sustento a este libro?

-Porque la investigación en las algas marinas antárticas había estado un poco retrasada; había pocos estudios relacionados con ese tema, lo que contrasta con el hecho de que las algas antárticas son muy importantes en las costas de esa región y son buenos indicadores de lo que está ocurriendo con el cambio climático allí.

¿A qué se refiere usted con que las algas son buenos indicadores?

-Porque las algas marinas son la base de todas las ramas tróficas de los ecosistemas costeros antárticos; son muy abundantes y ofrecen refugio, alimento y protección a toda una gama de organismos que viven a expensas de estas algas: por ejemplo, erizos, caracoles y todo tipo de crustáceos, entre otros.

¿Cómo surge este interés por hacer el estudio de las algas antárticas?

-Yo estoy hace muchos años en esto. Hice mi tesis de doctorado, hace casi 30 años, en temas antárticos y volví hace poco -hace seis años- a retomarlo acá a Chile, a través de este proyecto Anillo. Lo estamos terminando recién, después de tres años, y en el proyecto participaron investigadores, post-doctorantes, doctorantes, estudiantes de pregrado y personal técnico.

Remitiéndonos al texto, ¿qué buscó plasmar en él?

-El libro es como una compilación de toda la experiencia de muchos años; además, quería resaltar en él las actividades del proyecto Anillo relacionadas más bien con biodiversidad, y cómo nosotros -a través de dar a conocer esa biodiversidad- estamos concibiendo crear una conciencia de la importancia que tienen estos sistemas antárticos para nuestra sociedad. El libro, en el fondo, más que un cuerpo de trabajo científico, es una obra para divulgar la ciencia antártica para crear conciencia, básicamente.

En el texto también tratamos de contestar algunas preguntas que son principales; por ejemplo, cuál es el rol que están cumpliendo las algas en los sistemas antárticos, cuál es el efecto que está teniendo el cambio climático sobre los sistemas antárticos y cuál va a ser su repercusión para la región y a nivel global. Finalmente, cuáles son las cosas que quedan pendientes, cuáles son las cosas que queremos hacer en el futuro, y, además, mostrar esa biodiversidad que es muy poco conocida. Uno cree que hay mucha información sobre el tema, pero de las macroalgas antárticas y la bioversidad de organismos antárticos hay muy poco.

¿Cuáles son los fenómenos que estarían evidenciándose a través del estudio y análisis de las algas antárticas?

-El libro tiene un par de capítulos relacionados a ese tema, y de forma muy simple hemos tratado de resumir la información, principalmente cuáles son las amenazas que están sufriendo las algas antárticas y todo su entorno, que lo conforman todos los organismos animales que viven de las algas, y cuáles son los estudios que se están realizando para poder investigar y poder predecir qué va a pasar a futuro.

Si hablamos en términos muy simples, ¿cuáles son los organismos que se alimentan de estas algas, y a su vez cuáles se alimentan de aquellos?

-Las algas son la base de la trama trófica, son los que hacen la fotosíntesis y producen alimento para el siguiente eslabón de la cadena, que son los herbívoros: podemos tener ahí varios caracoles, varios crustáceos pequeños y algunos erizos. Después, vienen algunos carnívoros, que son algunas estrellas y algunos caracoles y crustáceos que se comen a los otros.

Posteriormente vienen organismos que se alimentan de los restos de todo el sistema cuando los componentes de éste mueren, los detritívoros; hay otros organismos que viven con las algas, por ejemplo, que se alimentan de la materia que va cayendo desde la columna de agua, que son los supensívoros. Y después, hay algunas aves que se alimentan también de animales que se han comido a las algas; entonces, tenemos finalmente una cadena que va a llegar hacia organismos más grandes.

Doctor, volvamos atrás. ¿Hay evidencia que sustente el cambio climático a través del análisis de las algas y su entorno?

-Bueno, las algas son bastante resistentes y ellas han vivido cambios climáticos; entonces, podemos decir que las algas ya tienen cierta experiencia con cambios climáticos que ocurrieron hace 30 ó 20 millones de años. Pero sí, uno de los efectos que encontramos que es el más agudo en este momento, es el efecto potencial de la radiación ultravioleta sobre las algas. Ellas sí son bastante sensitivas a la radiación UV y ahí encontramos las respuestas más importantes.

Con la temperatura en un corto plazo, ellas no tienen mayores problemas; sin embargo, los primeros problemas los empiezan a tener cuando ya pasan 24 horas hacia arriba de exposición a temperaturas más altas.

Finalmente, doctor, ¿cuáles son sus expectativas respecto a su obra?

-Me encantaría que el libro le gustara a la gente y que sirviera de orientación para seguir haciendo este tipo de investigación. Pero lo más importante es que los resultados que aquí presento, la gente los internalice y diga: "Ajá, lo que está pasando ahí es algo que nos va a afectar también a nosotros". Además, me gustaría que se entienda que la Antártica es tierra de todos, pertenece a la humanidad y debemos comprometernos a su cuidado.

entrevista. Iván Gómez, científico de la UACh: