Secciones

CNE y la oposición venezolana se enfrentan por dos cargos

RESULTADO. El órgano electoral le asignó 110 escaños a la MUD, que afirma tener 112. La diferencia implica amplios poderes.
E-mail Compartir

Mauricio Mondaca/Agencias

El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela dijo ayer que la oposición ganó al menos 110 escaños de la Asamblea Nacional en las elecciones parlamentarias, con lo que se asegura la mayoría calificada para legislar.

En una segunda actualización de los resultados de la votación del domingo, el órgano electoral afirmó que la Mesa de Unidad Democrática (MUD) se quedó con 107 de los 167 asientos. Adicionalmente, ganaron los tres diputados de la representación indígena. El oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo 55 diputados.

Pero la oposición se mostró en desacuerdo con la actualización, y exige que se le reconozcan 112 escaños, luego de que el CNE señalara que aún faltan por adjudicarse dos asientos, que se determinarán en una revisión final de las actas de votación.

Reivindican los cargos

La MUD afirmó que esos dos cargos en disputa fueron ganados por sus candidatos, con lo que daría un total de 112 escaños y la mayoría de dos tercios de la Asamblea Nacional. La mayoría de tres quintos (101 escaños) le permitiría a la oposición nombrar a la mesa del Parlamento, remover a la fiscal general Luisa Ortega Díaz -quien según DPA frecuentemente es acusada de estar subordinada al Gobierno- o iniciar un proceso de enmienda constitucional.

En cambio, si se confirma que la MUD obtuvo 112 escaños, le daría una mayoría absoluta de dos tercios, que permitiría, entre otras cosas, cambiar a todos los jefes de los poderes públicos, aprobar un proyecto de reforma constitucional (un proceso más amplio que la enmienda) e incluso convocar a una asamblea constituyente.

El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, dijo que la alianza tiene las actas en mano para defender la cifra inédita de 112 diputados.

Vicepresidente de Brasil allana el camino hacia la ruptura con Rousseff

CRISIS. Michel Temer reclamó en una dura carta el trato a su partido.
E-mail Compartir

El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, pareció comenzar a allanar ayer el camino hacia una ruptura con Dilma Rousseff en plena crisis, con la Mandataria bajo amenaza de ser sometida a un juicio con miras a su destitución.

En los últimos días, desde que la posibilidad del juicio político en su contra comenzó a ser palpable, Rousseff no dudó en ensalzar la figura de su vicepresidente, primero en la línea de sucesión en caso de que ella pierda el mandato, y también al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que Temer lidera.

Temer, sin embargo, mantenía un completo silencio que rompió ayer con una explosiva carta en la que reclamó que siempre fue tratado por Rousseff como un objeto "decorativo" y que el PMDB, la mayor fuerza política del país y principal pilar de la coalición de Gobierno, fue considerado un "mero accesorio, secundario y subsidiario".