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Vecinos de Máfil y San José brindaron masivas despedidas a niños muertos en el lago Riñihue

VÍCTIMAS. Los hermanos Cabrera Oyarzo fueron sepultados en Máfil y los pequeños Santiago e Isidora Medina Huequelef, en Mariquina. Comunidades entregaron muestras de apoyo a los familiares.
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María Alejandra Pino

Las muestras de cariño y apoyo hacia las familias de los cinco niños fallecidos en la tragedia del lago Riñihue se multiplicaron ayer. Entre lágrimas y el pesar de los familiares, familias y vecinos despidieron a las víctimas que cobró el accidente ocurrido el martes y que, además, costó la vida a Pablo Jesús Pérez Morales (38).

Máfil

A las 12:30 horas la comunidad de Máfil repletó la Parroquia Nuestra Señora del Rosario. Aproximadamente 400 personas asistieron a la misa para dar el adiós a Esteban Alejandro (7), Felipe Gabriel (4) y Fernando Julio David (5) Cabrera Oyarzo.

La misa fue oficiada por el padre Patricio Barriga, quien entregó un mensaje de aliento a los padres y familiares de los menores, invitando a que "en medio de la tristeza, descubramos el mensaje de estos ángeles para la familia y la comunidad". Asimismo, pidió a los presentes orar, principalmente, por los padres de los pequeños, Mauricio Cabrera y Cristina Oyarzo (sobreviviente de la tragedia).

Posteriormente, en dos carrozas fúnebres fueron trasladados los cuerpos de los niños hacia el cementerio municipal.

Globos blancos marcaban el camino hacia donde los hermanos fueron sepultados, mientras sus padres encabezaban el cortejo y se aferraban a los retratos de los pequeños que llevaban en sus manos.

A las 14:30 horas llegaron al cementerio. Allí dedicaron dos canciones rancheras en homenaje a los pequeños, mientras los familiares entregaron unas palabras a los asistentes, recordando las cualidades de Esteban Alejandro, Felipe Gabriel y Fernando Julio David, calificándolos como alegres y unidos.

Asimismo, agradecieron el apoyo de los presentes y la intervención de las autoridades durante el proceso de búsqueda.

Los dos hermanos menores fueron rescatados el mismo día del accidente, cuando por circunstancias que se investigan, el bote en que se trasladaban doce personas se hundió en las aguas del lago Riñihue. Tras ser sus cuerpos derivados al Servicio Médico Legal, el miércoles pasadas las 15 horas fueron entregados a sus familiares.

En tanto, Esteban Alejandro fue la última víctima en ser rescatada. Fue hallado el jueves a mediodía, a 129 metros de profundidad, gracias a los robots subacuáticos que se sumaron a las tareas de búsqueda.

Después se debieron realizar maniobras para subir el cuerpo del niño a unos 50 metros de profundidad, para que así los buzos lo pudieran sacar del agua, pasadas las 14 horas.

Tras los peritajes y el reconocimiento del cuerpo por parte de familiares, fue trasladado hasta el Servicio Médico Legal de Valdivia y entregado a sus padres.

Así, pudo ser llevado a la casa de sus abuelos paternos, en la localidad de Linguento, en la comuna de Máfil, donde eran velados sus dos hermanos menores.

En mariquina

En la Parroquia "San José" de Mariquina, la comunidad despidió a los hermanos Isidora y Santiago Medina Huequelef, de 5 y 7 años.

A la misa -que comenzó a las 16 horas- asistieron más de 300 personas, entre familiares y vecinos de la comuna, quienes entregaron a los familiares su apoyo ante la pérdida de los niños.

La ceremonia religiosa se prolongó por cerca de una hora, donde el mensaje central invitaba a "seguir adelante", a pesar del dolor.

Luego, el cortejo se dirigió hacia el cementerio municipal de San José, donde fueron sepultados los hermanos.

Los cuerpos de Isidora y Santiago fueron encontrados al día siguiente de la tragedia (miércoles) tras siete horas de labores de búsqueda. Estaban, aproximadamente, a 25 metros de profundidad y a unos 25 metros de la orilla del lago.

Pudieron ser rescatados gracias a labor que apoyaron 17 funcionarios de la Armada, del Gope, buzos de Bomberos del grupo Gersa de Villarrica, Los Lagos y Mehuín y del grupo subacuático de la PDI.

Labores

El accidente ocurrió el martes, pasadas las 16 horas, mientras un grupo de tres familias paseaba en un bote en las aguas del lago Riñihue. Si bien las causas del hundimiento aún son investigadas, podría haberse originado debido al exceso de peso.

De las doce personas que se trasladaban en la embarcación, seis lograron sobrevivir: Herminda Huequelef Colepúe, Cristina Oyarzo Pérez, Verónica Oyarzo Huequelef, Catalina Oyarzo Pérez, Luis Medina Huequelef y Gladys Vizcarria Huequelef.

Tras concluir las labores de búsqueda, el intendente Egon Montecinos destacó que el Gobierno y las instituciones que colaboraron en el rescate cumplieron con las familias.

"Aprovecho la instancia de darle las gracias a todas las instituciones involucradas, que desplegaron todos los recursos que teníamos disponibles a nivel regional y nacional. Le pusieron mucho afecto y compromiso a las labores, ya que todos trabajaron con mucha convicción y ganas de rescatar los tres cuerpos. Nosotros junto a los equipos de emergencia nos propusimos no irnos de acá hasta llevarnos los tres cuerpos y en ese contexto podemos decir misión cumplida", afirmó.

Adulto fue sepultado en Panguipulli

El jueves, a las 16 horas, en la Parroquia "San Sebastián" de Panguipulli fue la misa de despedida del único adulto fallecido en el accidente ocurrido en el lago Riñihue, Pablo Jesús Pérez Morales (38). Allí estuvo acompañado por sus familiares, amigos y comunidad. Luego de la misa oficiada por el párroco Francisco Peralta, su cuerpo fue sepultado en el cementerio municipal de esa comuna. Pérez Morales trabajaba en el fundo "La Montaña", de propiedad de la familia Gana, y fue quien invitó a las tres familias a pasar unos días de descanso al lugar.

Mauricio Cabrera, padre de Esteban, Fernando y Felipe: "Esperar que todo pase rápido, que se nos cure el dolor que tenemos. De la gente hemos recibido todo el apoyo, han estado todos los días con nosotros, estamos agradecidos de todos; nunca pensé que era tanta gente la que nos iba a acompañar. Yo estoy mejor porque están mis tres hijos conmigo, están descansando y lo que más quería era que apareciera mi tercer hijo, para que esté junto con sus hermanos".

José Luis Medina, familiar de Isidora y Santiago: "Son momentos de mucho dolor, como se puede observar muchas personas nos acompañan en este momento trágico, solo esperar que los niños estén en el cielo y que descansen en paz y que la familia en general tenga el consuelo del Señor. Un mensaje en general, que no se olviden de decirle a los seres queridos que los aman".