Uno de los temas que más preocupa a los especialistas en salud es la obesidad más allá del peso corporal en el adulto mayor.
Felipe Abad, docente de Pedagogía en Educación Física de la U. San Sebastián, explica un nuevo concepto que se ha comenzado a estudiar: el de obesidad osteosarcopénica, que relaciona obesidad, disminución de masa ósea, baja masa y fuerza muscular.
El académico de la carrera de Pedagogía Media en Educación Física y del Magíster en Ejercicio Físico y Salud de la Universidad San Sebastián sede Valdivia, enfatiza acerca de la importancia del ejercicio físico en la composición corporal de adultos mayores con obesidad.
Respecto al Índice de Masa Corporal (IMC), señala que "generalmente es utilizado para evaluar si el peso es saludable en relación a la estatura. Este se calcula a partir del peso y la altura, pero en muchos casos no basta con conocer estas dos variables para determinar el estado de salud de un adulto mayor".
"Es importante conocer la composición corporal de los mayores, evaluando al menos la masa muscular, grasa y ósea. Esto se vuelve fundamental en condiciones clínicas, en donde el peso corporal y el IMC no reflejan con precisión, alteraciones del estado nutricional", subraya.
A lo que agrega: "Personas de edad avanzada con un IMC normal pueden presentar dinapenia (disminución de la fuerza muscular), sarcopernia (disminución de la masa muscular), deterioro en el hueso y/o aumento de tejido adiposo, tanto visceral como subcutáneo. Todos estos fenómenos pueden ocurrir independiente de los cambios en el peso corporal".
Es así que Abad apunta que "incluso un adulto mayor con obesidad puede presentar baja masa ósea, acompañada de una disminución en la masa y fuerza muscular, fenómeno que se conoce como obesidad osteosarcopénica".
Por consiguiente y según precisa, la masa muscular juega un papel fundamental en la preservación de la masa ósea. "Cuando hay baja estimulación de trabajos de fuerza, la masa muscular comienza a declinar, lo cual da paso a la pérdida de hueso, debido a la falta de tensión", acota.
Recomendaciones
En particular, el profesional de la actividad física recalca que el entrenamiento con fuerza proporciona una serie de beneficios: "Se sugiere que el entrenamiento sistemático de la fuerza puede promover cambios favorables en la composición corporal, metabolismo de los lípidos y densidad mineral ósea, lo cual posiciona al ejercicio físico como un tratamiento no farmacológico de vital importancia en el tratamiento de la obesidad osteosarcopénica".
Igualmente, la nutrición juega un rol fundamental en la prevención y el tratamiento. "Se ha evidenciado que la ingesta de proteínas más allá de la dosis usualmente recomendada, es importante para prevenir la pérdida de masa muscular ", remarca.
En cuanto a recomendaciones, detalla que "hay que visitar periódicamente al médico para evaluar su composición corporal, parámetros cardiometabólicos y funcionales. De igual forma, dentro de lo posible, realizar actividades cotidianas que demanden fuerza muscular, como cargar bolsas de supermercado, actividades de jardinería, tareas domésticas y subir escaleras, entre otras".
"Asimismo, acudir a profesionales del ejercicio físico que lo orienten en la participación en programas de entrenamiento que incluyan ejercicios de fuerza y nutricionistas que lo orienten en un plan de alimentación y suplementación, a fin de aumentar la masa libre de grasa", puntualiza.
"Es importante conocer la composición corporal de los mayores, evaluando al menos la masa muscular, grasa y ósea".
Felipe Abad, Pedagogía en Educación Física Universidad San Sebastián
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