Asistí en representación de Chile, en la 24° Reunión del Foro Parlamentario de 27 países del Asia-Pacífico en Canadá, junto a representantes de México, Japón, Indonesia, Nueva Zelanda, Australia y Canadá. Me correspondió trabajar el "Proyecto de Resolución para Construir Respuestas a Desastres y Crisis", con la intención de acelerar la cooperación internacional.
Los países del Asia-Pacífico somos países con alto riesgo de desastres y sensibles a los conflictos globales. Por ello, la cooperación internacional es vital. Debemos ser buenos vecinos para enfrentarnos y superar de mejor manera los desastres que en muchos casos, surgen como consecuencia de lo que nosotros mismos le hemos hecho a nuestro planeta.
Objetivamente, la relación entre los seres vivos y el planeta está cambiando. Así mismo, el equilibrio entre "la normalidad" y la ocurrencia de desastres y crisis globales, también está cambiando. Las crisis y desastres no sólo están afectando a un país o parte de este, sino que a extensos territorios multinacionales y grandes poblaciones. Ningún gobierno ni ciudadano puede pensar que los efectos del cambio climático, las crisis políticas y económicas de coyuntura, en suma, el cambio global, son fenómenos pasajeros o circunscritos a un país.
Ningún ciudadano de cualquier parte del globo, puede pensar que su ciudad o su país están a salvo de las consecuencias de los conflictos internacionales o de los fenómenos naturales también globalizados... o que "estos ocurren en lugares lejanos y por tanto no nos afectarán".
Ningún gobierno, por poderoso que sea, puede pensar que resolviendo sus necesidades comerciales o propias a costa de afectar el equilibrio natural o social de otros países menos desarrollados, no se verán afectados también. Creo que hoy no están los tiempos para cometer estos errores.
La evidencia indica que los desastres y crisis de causas naturales, políticos, religiosos o sociales, producto de una relación imperfecta entre el poder, los recursos naturales, el crecimiento poblacional, mercados menos humanizados, y una creciente desigualdad social, están surgiendo con más fuerza y frecuencia, y que los actuales desastres en el mundo no son por causas naturales puras.
Iván Flores G.
Diputado. Comisión de Relaciones Exteriores