Hace pocos días, la Contraloría publicó un dictamen que permite al Gore de La Araucanía dictar un reglamento para regular el reconocimiento del idioma mapuche. Esta decisión es un importante paso hacia materializar la idea de que el mapudungún sea, junto al castellano, el "idioma oficial" en la zona.
La noticia, publicada el domingo por el Diario Austral en Temuco, es importante desde la perspectiva del reconocimiento a la diversidad cultural, asumiendo que en el idioma de un pueblo se encuentran las bases de su identidad y su trascendencia.
Desde Los Ríos se trata de un tema muy interesante de analizar y una situación cuya evolución debiéramos seguir atentamente.
Si bien a nivel local no existen iniciativas similares, si ella llegase a materializarse en la región vecina, habría argumentos para proyectarla hacia el sur. De hecho, según el censo de 2002, un 11,3% de la población local (43 mil personas) se declara perteneciente a la etnia mapuche, lo cual significa que la zona es la segunda región con mayor porcentaje de habitantes pertenecientes a esa etnia y la tercera del país con más población indígena total.
No hay claridad de cuántas personas hablan efectivamente la lengua en la región, ni el grado de competencia que tengan de ella; pero a nivel nacional se estima que serían 400 mil y que, a pesar de las políticas recientes de educación intercultural bilingüe, su aprendizaje se mantiene en descenso. En esto podría influir la oralidad, aunque existe ya un alfabeto oficial para escribirlo; pero también jugaría en contra la valorización social de la lengua.
El reconocimiento oficial del mapudungún podría aportar principalmente en este último aspecto, elevando el interés por el aprendizaje, tanto como se hace con el inglés, alemán u otro idioma distinto del español de uso masivo.
Sin duda se trata de un tema para reflexionar. Más aún si reconocer una lengua abre una puerta hacia la visibilización y el entendimiento entre las personas que comparten un territorio, pero tienen orígenes y formas de habitarlo distintos.