Daysi Núñez: "Mi condición de celiaca se transformó finalmente en mi negocio"
OBJETIVO. "Buscamos que quedaran lo más parecido al producto tradicional con trigo, conservando la textura y humedad", señala la dueña de Caleo sobre sus propuesta.
Daisy Nuñez, es ingeniera forestal, y tuvo que enfrentar sus primeros pasos como celiaca cuando tenía 30 años. Fue una condición de salud que le descubrieron tardíamente pero siempre sospechó que algo no andaba bien en su organismo.
"Me explicaron los doctores que no podría volver a comer harinas con gluten y ahí empezó un nuevo camino para mí, porque me di cuenta que había pocas opciones de alimentación que pudiera elegir, fuera de los fideos de arroz y discos de arroz y esto conllevaba a un desbalance nutricional y a un desgaste emocional", recuerda hoy sobre ese primer momento.
Se angustió, dice, porque pensó que nunca más podría disfrutar de cosas como pastas, pizzas y otros alimentos que le gustaban. "Eso me motivó a incursionar en la alimentación libre de gluten, a investigar un poco, para darme más opciones", explica.
Desde Valdivia, comenzó a buscar alternativas para alimentarse, y de pronto se encontró haciendo un pan saludable sin ninguna traza de gluten. La vio una amiga, que la recomendó a otra y empezó a vender su pan a una clientela que fue aumentando. "Y ahora ya no son solo personas celiacas las que me compran, sino mucha gente que solo quiere alimentarse saludablemente" agrega.
¿Como empezó su emprendimiento?
- Mi negocio se llama "Coleo, sabores para todos". Comenzó en junio del 2015, con la elaboración de alimentos libres de gluten para ver cómo funcionaban. Realicé pruebas de recetas y harinas alternativas y tiré muchas de las preparaciones hasta conseguir la que nos gustara a mí y a mi familia.
¿Fue difícil el comienzo?
-Reconozco que el inicio fue bastante desorganizado. Yo sé cocinar de siempre, pero cuando debes sustituir productos tradicionales por otros alternativos se abre todo un mundo.
¿Ha tenido que desechar muchos productos en tus preparaciones?
-Sí, al principio me costo mucho, tenía que desechar hasta 6 preparaciones porque no me quedaban buenas y ahora hago algún producto nuevo y a la segunda vez que lo hago me queda rico, muy rico. Por lo que es un proceso, no deja de costar pero hay que ponerle todas las garras y el hombro a esto, pero para mí no es difícil porque me encanta la cocina. Y cuando algo te apasiona, es fácil de hacer para ti.
¿Que productos crea?
-Hoy ofrezco de todo tipo de productos libres de gluten. La demanda del cliente valdiviano ha crecido mucho: el público es cada vez más amplio no sólo se trata de personas con necesidades alimentarias especiales sino que más gente elige consumir productos sin gluten dado que son harinas más livianas y que no inflaman.
Trabajo haciendo panes, muffins, tortas, queques y empanadas de todas las variedades, entre otros productos. Pero la verdad es que puede venir un cliente y preguntarme por lo que desee y yo me las ingenio para lograr el producto.
¿Su negocio esta formalizado, de dónde consigue capital?
-Comencé con muchas ganas pero poco capital. Y hay que sumar a esto que los productos sin gluten tiene un costo importante por lo que hay que manejar bien el negocio y entenderlo para que esos costos no se traspasen al cliente. Mi primer desafío para acceder a más capitales es formalizarme, logrando esto se me va a abrir un mundo de posibilidades. El año pasado participe en los fondos "Austral incuba" y quede entre las 4 finalistas, lo que me permitió entrar en contacto con un ecosistema emprendedor más amplio y heterogéneo. "Austral Incuba" me dejó esas ganas de querer seguir aprendiendo.
¿Que desafíos tiene para 2016?
-Algo que me ha dado mucha curiosidad son los productos sin azúcar. Es un aditivo que no aporta nada en nuestra nutrición y vida. Me preocupa mucho la gente que tiene diabetes o la que quiere alejarla de su alimentación sin contar con problemas asociados sino solamente por opción. Es difícil para ellos encontrar sustitutos de calidad para elaborar sus recetas, por lo que voy a incluir en mis recetas sustitutos de azúcar certificados, que no alteran el sabor de la repostería.