El último estudio del Índice de Confianza en la Economía de la Región de Los Ríos fue revelador y un buen termómetro de lo que está sucediendo con la visión que tienen las personas en relación a su situación económica, tanto personal como regional, al igual que del país. Concretamente, se aprecia que, a través de los más diversos indicadores basados en percepción y expectativas, en diciembre de 2015 la economía habría tocado fondo y posiblemente comenzaría la anhelada recuperación de la actividad económica a partir de este 2016. Lo que no se sabe es la cuota de realismo que tiene esta visión, es decir, hasta qué punto influye la realidad de las cosas y cuánto aporta la aspiración de las personas por desear estar en una mejor situación en relación al pasado. Asimismo, hasta qué punto las expectativas sobre el futuro, tanto del país como de la región, son presa del anhelo de dejar atrás el magro desempeño económico por el que hemos atravesados los dos últimos años.
En efecto, existe una mejoría relevante en el indicador sobre la percepción de la situación económica personal actual versus la pasada, en relación a septiembre de 2015, pero aún inclinada al pesimismo, es decir, bajo los 50 puntos en la escala de 1 a 100. Sobresalen las personas que habitan en la comuna de Valdivia, las mayores de 55 años y aquellos del grupo socioeconómico D. Asimismo, por primera vez en los últimos tres años mejora levemente la percepción sobre la realidad económica del país, pero se mantiene marcada por un elevado nivel de pesimismo, liderado por la gente de Valdivia y las personas de 55 años y más; respecto del informe anterior. En relación a la situación económica actual de la región de Los Ríos, se observa una leve mejoría pero, al igual que los otros dos casos, también se mantiene rodeada de una dosis de pesimismo en el sentido que es considerada en forma negativa (28 puntos).
Cuando miramos el futuro para el país y la región de Los Ríos, prácticamente todas las cifras son mejores en relación a la evaluación que hay sobre el presente. Aquí el indicador sobre las expectativas del país son más bien neutras (50 puntos), precisando que no prevalece ni el optimismo ni el pesimismo. Y cuando se trata de Los Ríos las expectativas sobre el futuro aún mejoran (56 puntos), sosteniendo que las personas esperan que este 2016 sea claramente mejor al año pasado. Nuevamente, la pregunta que nos hacemos es qué tipo de aspectos puede llevar a la gente a considerar que la situación sobre el futuro para la región puede ser mejor que la del presente.
Cuando analizamos la información sobre la coyuntura económica nacional e internacional no es fácil encontrar elementos objetivos que nos hagan pensar en que este año será mejor que el 2015, al menos en el país, algo alineado a las expectativas que encontramos en este informe. En el plano internacional, tenemos a economías emergentes como China creciendo menos, e incluso encontramos a un país como Brasil en medio de una recesión esperada. Asimismo, vemos las a la eurozona en un virtual estancamiento, a EE.UU, recuperándose más lento de lo esperado y a Latinoamérica muy afectada por el bajo precio internacional de las materias primas. Y en el plano interno vemos que las reformas anunciadas y las develaciones sobre situaciones que dañan le fe pública y la confianza en las instituciones tan sólo refuerza las dañadas expectativas que tienen los agentes económicos. En este contexto, es difícil que el país recupere un mayor dinamismo en su actividad económica.
Mario Valenzuela
Vicedecano de
Economía y Negocios
Universidad San Sebastián