Juan Vargas Oñate
Al Servicio Médico Legal de Concepción, serán enviadas las muestras de ADN, para ser periciadas y poder probar científicamente que los restos calcinados hallados entre los escombros del incendio registrado en la población Foitzick, en La Unión, corresponden a los de Nubia del Carmen Soto Garrido (43) y su bebé de 8 meses de gestación.
El fiscal jefe de la capital de la provincia del Ranco, Raúl Suárez, dijo que el SML penquista es el que ofrece el "menor tiempo respuesta" en entregar los resultados de las muestras de sangre, que el lunes próximo se tomarán a la madre de Nubia Soto.
Ayer en el lugar del área siniestrada, en la calle Libertad 857 interior, los vecinos aún estaban consternados por lo ocurrido. En especial, Joana González y su hijo Sebastián (22), quienes desde su casa - a menos de un metro donde murió Nubia- rescataron a por una ventana, a Paola de 11 años; y Steven, de 15, cuando su madre los hizo saltar hacia el exterior.
ASFIXIADA POR EL humo
Joana González, quien arrendaba unas piezas a Nubia Soto, hizo un estremecedor relató de todo lo que vivió y vio entre la madrugada y la tarde del miércoles.
Dijo que lo más terrible fue hallar los restos calcinados de un bebé. "Los perros se pusieron a escarbar los escombros y ahí vimos pies y manitos de la guagua. Quizás la vecina tuvo un parto prematuro, en medio del incendio".
González recordó que la noche del incendio se cortó la luz y eso alertó a todos sobre el incendio. "Alrededor de la 1.30 de la mañana estaba en mi computador mirando un programa. Mi hijo Sebastián dormía. Se cortó la luz y me paré para mirar hacia las otras casas. Ahí ví que desde la casa de Nubia -que tenía una parte como palafito- salía una gran llamarada que la envolvía".
Agregó que entró para despertar a su hijo, porque vio que el fuego avanzaba hacia su casa.
"Sebastián se levantó y salió, y juntos comenzamos a gritar pidiendo auxilio y llamando a Nubia y sus hijos. Sin embargo, sólo los niños aparecieron por una ventana, por la que saltaron y fueron recibidos por mi hijo. Primero lo hizo la niña y después el niño".
"Gritamos después a Nubia para que saliera, pero no lo hizo, y tampoco la vimos, por lo que presumimos que pudo haber muerto asfixiada por el humo, alcanzando antes a ayudar a sus hijos para que saltaran por la ventana, que por fortuna no tenían barrotes de fierros, como otras de la casa. Ella vivía más de 15 años aquí, después que se separara de su marido", añadió Joana González, visiblemente afectada por la situación vivida.
Panorama desolador
El panorama era ayer desolador en todo el recinto, donde la madrugada del miércoles, el fuego arrasó con cinco inmuebles, sin dejar tiempo a sus moradores para rescatar sus enseres. Sólo para "arrancar con lo puesto".
Como ocurrió con Yeni Muñoz, a quien las llamas dejaron su casa, "sólo para ser demolida, porque quedó inhabitable". Otro de los damnificados, Juan Carlos Manque, un trabajador forestal, también dijo que su familia, "apenas tuvo tiempo para escapar", y que se percató de lo que sucedía, "porque alguien estaba despierto a esa hora y salió a ver qué pasaba porque se cortó la luz, y ahí se dio cuenta que había fuego por todas partes, y nos despertó a todos".
El dirigente vecinal de la población Foitzick, Isaac Contreras, dijo que, justamente la familia de Juan Carlos Manque, era la única que estaba albergada en la sede social en calle Miraflores, hasta donde diversas entidades particulares y personas anónimas, hacían llegar su ayuda en ropas y alimentos, para las cinco familias damnificadas por el devastador incendio.